Alerta “Amber” para búsqueda de los niños desaparecidos

Alerta “Amber” para búsqueda de los niños desaparecidos. Ante la constante desaparición de menores, la Secretaría de Seguridad conjuntamente con la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf) trabajan para ejecutar lo mayor pronto posible estrategias de búsqueda basadas en la “Alerta Temprana de Búsqueda Amber”.

La coordinación interinstitucional trabaja en base a la ley aprobada para dirigir los procesos sobre localización y protección de niños, niñas y adolescentes desaparecidos o secuestrados.

Dentro de la “Ley de Alerta Temprana Amber”, iniciativa que forma parte de un sistema internacional, denominada de esa forma por un caso emblemático en la desaparición de una menor que luego fue encontrada asesinada, en Honduras se conforma por instituciones como el Ministerio Público (MP), Dinaf, la Secretaría de Seguridad, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), entre otras.

La oficial de Migración, abogada Rosa Estrada, indicó que “ya se conformó un comité técnico donde por ejemplo el rol de la Dinaf es brindar una medida de protección a los menores para que luego sean reunificados con sus padres, luego de que sean rescatados”.

Estrada detalló que junto a la Secretaría de Seguridad trabajan para difundir los casos activos mediante plataformas, así como como a través de la radio y televisión y buscan que en el caso de las denuncias de menores desaparecidos puedan canalizarse en la línea 111 y mensajes vía dispositivos digitales en los alrededores del lugar de donde se produzca la desaparición.

“Se ha identificado que en la mayoría de los casos sucedidos en el 2020 la mayoría corresponden a desavenencias familiares, también se ha identificado que existe mucho maltrato y transgresión en los hogares, por lo que los niños deciden salirse de su grupo familiar para buscar una mejor opción”, indicó.

“Estamos concluyendo los protocolos que se van a seguir por las diferentes instituciones porque es algo que se hará de forma interinstitucional y en base al reglamento de la ley, pero sí se ha activado el sistema de protección como tal para los casos que se den, por lo que será necesario trabajar de forma articulada en cada caso”, precisó Estrada.

CASOS CONCRETOS

El portavoz de la Secretaría de Seguridad, Jair Meza, expresó que “en el año se han presentado 344 denuncias de menores desaparecidos en el país, de las que quedan pendientes por resolver unas 60 denuncias y por los antecedentes investigativos que se han dado en su mayoría son por situaciones familiares que se han dado”.

“Se dan casos en que menores conocen personas a través de las redes sociales, ellos se van de sus casas para conocer a esas personas y se pierden por unos días y después aparecen y se da con la migración irregular donde adolescentes se van del país y algunos están detenidos con autoridades mexicanas y estadounidenses y la Dinaf trabaja en el tema de reunificación”, detalló.

Meza apuntó que “no podemos negar casos en que estructuras criminales como maras y pandillas reclutan algunos menores y los tienen trabajando para ellos, después de salirse de su núcleo familiar, por lo que en algunas capturas aparecen menores y también se ha trabajado en secuestros”.

En los últimos tiempos si bien no se han encontrado indicios del robo de niños para prostitución o tráfico de órganos, según el portavoz de la Secretaría de Seguridad, no pueden descartar las hipótesis. (KSA).

ADVIERTE DINAF
Traumas psicológicos podrían sufrir menores recuperados

Una serie de traumas psicológicos podrían desencadenarse en las y los menores desaparecidos y recuperados por diversas causas, advirtió la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf), ante los últimos acontecimientos ocurridos en el país que han puesto en peligro la integridad física y psicológica de esa población.

Ninoska Alfaro, psicóloga de la Dinaf, explicó que esta situación genera altos niveles de tensión y miedo, que posteriormente pueden desencadenarse en situaciones de inestabilidad emocional, dependiendo de las fortalezas emocionales que cada niña, niño o adolescente pueda tener en ese momento.

Alfaro detalló que estos hechos pueden dejar consecuencias leves como temor, tristeza, pesadillas, nerviosismo, inseguridad, hasta daños graves: pánico, trastornos de personalidad, lagunas mentales, desórdenes en sus argumentos o negación del evento traumático.

“Se pueden observar algunos casos donde la víctima de este tipo de trauma puede tratar de huir de la realidad, llegando incluso a la psicosis, evitando recurrir a lugares donde hay exposición de personas, ya que hay una negación total al salir de su entorno seguro”.

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