Claman damnificados: ¡comida y agua!

MA
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8 de noviembre de 2020
/
04:50 am
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Claman damnificados: ¡comida y agua!

El Instituto Central “Vicente Cáceres” es uno de los tantos centros de acopio de alimentos y ropa en la capital.

Sin un recuento oficial de personas fallecidas y daños por el paso del huracán Eta, miles de damnificados siguen clamando por agua y comida en los albergues, que han resultado insuficientes y al borde del colapso, mientras otro incalculable número continúa desaparecidos, atrapados en los techos de sus casas, soterrados, desplazados y acechados por el coronavirus, según el recuento de las autoridades, desde las zonas afectadas.

Los daños de la tormenta se registran a nivel nacional, pero las labores de rescate se centran en el Valle de Sula, donde el desbordamiento de los ríos Ulúa y Chamelecón ha provocado un desastre de grandes dimensiones, pues “todos hemos sido afectados”, dijo una mujer desde La Lima.

El drama humanitario que se vive en las zonas afectadas de Cortés, Santa Bárbara, Yoro, Colón, Francisco Morazán y El Paraíso, así como otros sectores que sufrieron la crecida de los ríos es inmenso.

A través de las imágenes televisivas, la gente que va saliendo, después de estar cuatro días en los techos, a sol y agua, sin alimento ni bebidas, dan gracias a Dios porque salieron vivos de milagro. Otros salen llorando, desesperados buscando a los otros parientes. Cientos buscan a sus familiares rescatados, ya que no se saben dónde ubicarlos, debido a la falta de organización que prevalece en estas labores de rescate.

En este sector afectado se ha podido ver en imágenes televisivas y las redes sociales con rescates milagrosos de los cuerpos de socorro, cadáveres flotando en las aguas achocolatadas, colonias enteras aisladas y miles de damnificados atrapados en los techos de sus casas sin comer ni beber agua desde hace 72 horas.

“Hemos rescatado alrededor de 18 mil personas, es una cifra corta comparada con la magnitud del desastre”, precisó en las últimas horas el ministro de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), Max Gonzales.

Extraoficialmente se han contabilizado unas 23 personas fallecidas por la tormenta, pero la cifra podría aumentar notablemente conforme bajen las aguas en las zonas inundadas. “Seguimos recabando información sobre los muertos, pero vamos a esperar los informes forenses”, agregó Gonzales.

RESCATES MILAGROSOS

Los hondureños se han desbordado en solidaridad con los damnificados del huracán Eta.

El gobierno ha movilizado al Valle de Sula más de cinco mil rescatistas, entre policías, militares, bomberos, Cruz Roja y médicos, pero las labores siguen siendo insuficientes debido a que las aguas siguen creciendo por los remanentes de lluvia copiosa del huracán, alejándose del territorio hondureño.

En las últimas horas, la población se mantenía en alerta nuevamente ante el anuncio del regreso de huracán, pero las autoridades han confirmado que el fenómeno se ha internado en el Caribe, alejándose del territorio nacional completamente, lo que ha permitido aumentar la labor de los socorristas.

En esta tarea se han sumado también personas particulares y empresas prestando sus pequeñas embarcaciones y todo tipo de vehículos de evacuación. Las acciones heroicas abundan en las redes como el caso del jugador del Real España, Ángel Tejada, quien decidió rescatar a sus vecinos con la lancha que el equipo aurinegro envió para salvarlo a él, tras dos días en el techo de su casa en la colonia San Luis de Zacatales, en el municipio de Santa Cruz de Yojoa, Cortés.

En otro caso, un grupo de pobladores de Guacamaya, Santa Bárbara, llegó en auxilio de las personas de las zonas inundadas del sector después de caminar casi tres horas, sorteando quebradas profundas, deslizamientos y caminos fangosos.

SOLIDARIDAD ALIMENTARIA

Así lucía ayer el Valle de Sula tras el paso de la tormenta Eta.

En la jornada de ayer, Copeco comenzó a distribuir unas 50 mil bolsas de alimentos entre más de cien albergues del Valle de Sula, completamente colapsados, al mismo tiempo que las autoridades lanzaban un llamado de solidaridad a personas particulares y organizaciones civiles.

“Se trata de ayudar sin mirar los colores políticos”, invitó la designada presidencial, María Antonio Rivera. “A todas esas personas que se dedican a criticar en las redes sociales, mejor que se sumen a poner su granito de arena”, agregó la funcionaria en alusión a la difusión en redes sociales sobre las supuestas descargas de la represa de “El Cajón”, lo que ella dijo ser falso.

El falso rumor, sin embargo, sembró el pánico entre los pobladores, muchos de ellos heridos en estampidas, de la colonia Planeta, una de las colonias mártir de la tormenta en el sector de Chamelecón de San Pedro Sula.

Por su parte, la gobernadora de Cortés, Wiladina Chiang, aseguró que los albergues están colapsados de damnificados mientras crece la solidaridad del pueblo y la empresa privada en la recolección de alimentos desde diversos puntos del país.

“Es increíble la solidaridad del pueblo hondureño. No podemos dejar solos a todos nuestros hermanos damnificados, hay miles que no han comido desde el jueves porque siguen atrapados en los techos”, recalcó Chiang desde un centro de acopio en San Pedro Sula.

En la capital, donde también las lluvias han dejado centenares de familias damnificadas en los barrios vulnerables, se están recolectando víveres y ropa para los damnificados a nivel nacional en una labor titánica a la que se han sumado medios de comunicación como LA TRIBUNA, LTV y diario El PG, HCH y TVC.

“La gente lo que necesita es comida y agua, lo demás nosotros lo ponemos, somos un pueblo azotado históricamente por las inundaciones y siempre hemos salido adelante”, afirmó casi al borde del llanto Santiago Motiño, alcalde de La Lima, el municipio más castigado por la monstruosa crecida del Ulúa.

DESAPARECIDOS Y CORONAVIRUS

Las labores de salvamento continuaron ayer, mientras en las redes se buscan a muchos desaparecidos.

En esta ciudad, cuna del banano y donde se ha destruido todo el aparato productivo agroalimentario, los desaparecidos se cuentan por decenas y en miles los damnificados y desplazados. Hasta ayer, centenares de personas seguían atrapadas en los techos de sus casas, esperando los helicópteros de las Fuerzas Armadas y los Estados Unidos, que también se han sumado a las tareas de socorro.

“Estamos trabajando en un registro de personas desaparecidas, damnificados y los centros de albergues para informarle a los familiares”, precisó el ministro de Gobernación, Leonel Ayala.

En este mismo municipio, el gobierno ha iniciado la recuperación del aeropuerto Villeda Morales, completamente inundado desde el jueves. La tarea estará a cargo de empresas constructoras privadas y podría demorar 15 días, según las autoridades de Invest-Honduras, que dirige las contrataciones para la reparación de la infraestructura dañada a nivel nacional, como puentes y carreteras.

Las Fuerzas Armadas reforzó ayer las labores de rescate en Choloma, otro de los municipios azotados por Eta, con 5 helicópteros y 100 rescatistas.

Como la tormenta llegó en plena pandemia del coronavirus, el contagio masivo es otra de las preocupaciones para los damnificados y el personal de salud. “Las autoridades deben distribuir inmediatamente mascarillas, gel y jabón en los albergues para evitar el contagio masivo”, advirtió el presidente de los médicos del Seguro Social de San Pedro Sula, Carlos Umaña. El galeno dijo que las inundaciones dan paso también a enfermedades como el dengue y la leptospirosis.

Al respecto, la designada Rivera aseguró que el personal de salud está realizando pruebas rápidas entre los albergados para aislar a los que den positivo. (Eris Gallegos)

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