Jill Biden: De profesora a Primera Dama de los Estados Unidos

MA
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9 de noviembre de 2020
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01:04 am
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Jill Biden: De profesora a Primera Dama de los Estados Unidos

Jill Biden

Jill Biden: De profesora a Primera Dama de los Estados Unidos. Estados Unidos tiene nuevo presidente, Joe Biden, y también tiene nueva primera dama: Jill Biden. La esposa del nuevo presidente estuvo a su lado este sábado en su primer discurso tras su victoria. Jill Tracy Biden (de soltera Jacobs) nació el 3 de junio de 1951 en Nueva Jersey, pero se crió cerca de Philadelphia. De origen italiano (su abuelo cambió el apellido original, Giacoppo, por Jacobs), estudió en la Universidad de Delaware y entre 1970 y 1975 estuvo casada.

Tras su divorcio conoció en una cita a ciegas a Joe Biden, que por aquel entonces estaba viudo y tenía dos hijos, Beau y Hunter. Se casaron en 1977 cinco años después de una primera tragedia, cuando la primera esposa del senador y la hija pequeña de ambos fallecieron en un accidente de auto. Todavía niños, sus dos hijos sobrevivientes, Beau y Hunter- a quienes acogió como sus propios hijos- le habían sugerido a su padre casarse con Jill, rememora Joe Biden en sus memorias, donde escribió: “Ella me devolvió la vida”.

“Ella es la persona más fuerte que conozco”, dijo más recientemente en un video durante la convención demócrata en agosto. La pareja tuvo a una tercera hija: Ashley. Jill Biden tiene 69 años; en 2007 obtuvo su doctorado en Educación de la Universidad de Delaware, con una tesis centrada en la retención de jóvenes en escuelas comunitarias, instituciones que ha defendido y de las que incluso fue profesora de inglés, en Delaware, durante 30 años. Actualmente sigue siendo educadora, pero ahora lo hace en una escuela de Virgina, cerca de Washington, donde asegura que seguirá dando a clases aún si Biden gana la elección.

– Primera dama del siglo XXI

Sin contar a Hillary Clinton, que fue brevemente senadora tras el gobierno de su esposo, Jill Biden sería la primera dama en proseguir su carrera profesional. Si lo hace “cambiará para siempre las expectativas y limitaciones” del rol, estima Kate Andersen Brower, autora de un libro sobre la historia de las primeras damas estadounidenses, subrayando que “la mayoría de las estadounidenses deben conciliar la vida profesional con la familiar”.

Jill se involucró en la campaña de su marido desde las primarias. El candidato demócrata tomó por costumbre presentarse como “el marido de Jill Biden”. Sólidamente al lado de su marido, denunció las “calumnias” lanzadas por el bando de Trump para “distraer la atención”, en relación a las acusaciones recientes de corrupción contra Joe y Hunter, el hijo menor envuelto en polémica por sus negocios en China y Ucrania cuando su padre era número dos de Barack Obama.

Sin embargo se mantuvo discreta frente a la acusación de violación en los años 90 hecha por una mujer, Tara Reade, que Joe Biden ha categóricamente negado. En 1993, después de que cuatro de sus amigas fueran diagnosticadas con cáncer de mama, inició la Iniciativa Biden Breast Health Initiative en Delaware, que ha educado a más de 10 mil niñas de secundaria sobre la importancia de la detección temprana del cáncer de mama. Durante su paso como segunda dama de Estados Unidos, recorrió el país en 2012 difundiendo el programa Community College to Career para destacar las asociaciones industriales exitosas entre los colegios comunitarios y los empleadores.

Además, ha llevado una gran parte de su vida concientizando a los hijos de militares enviados al extranjero sobre el trabajo de sus padres e incluso escribió el libro Don’t Forget, God Bless Our Troops.

Claves de un estilo

Le gustan los vestidos ajustados y huye de los volúmenes en las faldas y mangas, para tener una silueta muy controlada. Le gustan casi todos los colores, especialmente los oscuros y suele llevar tejidos lisos.

En cuanto a estampados la hemos visto con lunares, rayas y sobre todo flores. Viste de diseñadores y firmas norteamericanos, como Vera Wang y Ralph Lauren, pero también europeos. La prensa especializada valora casi todas sus decisiones, sobre todo cuando repite vestido, algo que suele hacer a menudo. Jill Biden no duda en ponerse ropa de otras temporadas e incluso de otros años. Deja claro así dos cosas: comulga con la filosofía sostenible y no cambia de talla.

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