Congreso aprueba 2 nuevos préstamos con BCIE y BID
Con los préstamos se financiarán los esfuerzos para contener la pandemia, mitigar su impacto sobre los hogares vulnerables, y promover políticas contracíclicas.
Congreso aprueba 2 nuevos préstamos con BCIE y BID. El Congreso Nacional aprobó, en “sesión virtual”, dos nuevos préstamos con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por 326 millones 200 mil dólares.
El primer empréstito con el BID, es por el orden de 250 millones de dólares, destinados a financiar la ejecución del “Programa de Apoyo a la Implementación de la Ley General de la Industria Eléctrica (LGIE) en Honduras”.
El segundo préstamo con el BCIE equivalente a 72 millones 200 mil dólares, de conformidad al decreto están orientados para la ejecución del “Programa de Emergencia para la Sostenibilidad Macroeconómica y Fiscal”.
Ambos préstamos, fueron aprobados en un solo debate, luego de que el presidente en funciones, Mario Pérez, presentara moción para que a ambos empréstitos se le dispensara dos debates.
Los proyectos de préstamos que fueron remitidos al Legislativo por el Ministerio de la Presidencia del Ejecutivo, fueron dictaminados por la Comisión Especial para atender asuntos surgidos durante la pandemia COVID-19 que nombró en su momento el presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva.
En el dictamen, del préstamo del BCIE, se precisa que los recursos económicos provenientes del Contrato de Préstamo No.5069/BL-HO, servirá como apoyo presupuestario, asegurará la sostenibilidad de las finanzas públicas, elevará el gasto social focalizado ante la crisis del COVID-19, resguardará la estabilidad monetaria y financiera del país y contribuirá a financiar los esfuerzos para contener la pandemia, mitigar su impacto sobre los hogares vulnerables, y promover políticas contracíclicas que reduzcan su efecto en la economía en el corto plazo.
A su vez, el préstamo apoya las acciones del gobierno para avanzar en la implementación de reformas estructurales orientadas a asegurar la sostenibilidad fiscal y la estabilidad monetaria y financiera, con el fin de promover el crecimiento económico inclusivo, justificó la comisión dictaminadora.
También se precisa que el préstamo está estructurado bajo la modalidad de Financiamiento Especial al Desarrollo (SDL), a ser desembolsada en un solo tramo, el sesenta y cinco por ciento del total del préstamo, tiene tasa de interés de 0.25 por ciento, y un período de gracia y de amortización de 40 años. El restante tiene tasa de interés tiene un período de gracia de tres años y de amortización de siete años.
CUATRO VECES MENOR
En la discusión y aprobación de los empréstitos, estuvo presente el actual ministro de Finanzas, Marcos Midence, quien detalló que el préstamo de 250 millones de dólares, tiene 8 años de gracia, y dos por ciento de intereses que es cuatro veces menor a los que se pactaron hace 8 años con “Bonos Soberanos”, con lo cual el Estado se ahorrará 30 millones de dólares anuales por concepto de intereses o servicio de la deuda del préstamo.
En el debate, la mayor parte de los diputados sobre todo de la oposición política que hicieron uso de la palabra cuestionaron y pronunciaron en contra de los empréstitos.
Para el caso, el diputado-vicepresidente de la Alianza Patriótica, Denis Castro Bobadilla, se pronunció en contra, al demandar que, para evitar el endeudamiento del país, lo que se tiene que hacer es disminuir el presupuesto nacional a instituciones que no son productivas y además “tocar parte de la Tasa de Seguridad para beneficio de la comunidad”.
Mientras el diputado liberal por el departamento de Colón, Ricardo Elencof, también se pronunció en contra del empréstito sobre todo porque en este momento instituciones como Copeco han dejado desamparados a los damnificados por el huracán ETA.
Mientras el diputado nacionalista, Óscar Nájera justificó los préstamos sobre todo porque el gobierno del Presidente Juan Orlando Hernández, hace denodados esfuerzos para enfrentar y salir adelante con las graves consecuencias que ha dejado la pandemia del COVID-19 y ahora con las secuelas que dejó la tormenta ETA. (JS)
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