RECIBIMOS un mensaje sugiriendo abordar algún tema positivo. “Viene la Navidad –expresa– y ni se siente”. Aunque con ese otro ciclón que toma forma en el mar Caribe, con trayectoria al territorio hondureño, no hay mucho ánimo para otra cosa que no sea la de tomar las medidas de precaución. Prepararse desde ahora –a la evacuación en sectores de alto riesgo– a sobrellevar los efectos del chubasco. Lo único relativo a la Navidad es un cable de AP procedente de Buizingen. Detalla que “para asegurar la alegría de millones de niños en Bélgica, el gobierno hará excepción especial en las estrictas medidas del coronavirus para el amado San Nicolás, quien siempre entrega regalos generosos la mañana del 6 de diciembre”. “En una carta “oficial”, los ministros de Salud y del Interior buscaron tranquilizar a los niños que temían quedarse sin regalos, diciendo que el santo no tendrá que ponerse en cuarentena al llegar de España –donde vive, según la tradición– y que podrá caminar por los tejados para dejar regalos en las chimeneas, incluso durante el toque de queda”.
Pues bien, allí hay una noticia navideña, pero eso es en otro lado. Cuando las cosas andan mal, el organismo, para no desfallecer del todo, cuenta con sus mecanismos de defensa. Para algunos la forma de aliviar su padecimiento es echar a otros la culpa de sus males. Sirve de bálsamo terapéutico. Como para frotarse donde hay sensación de dolor. O consolarse con peores situaciones que la propia. Ese no es recurso recomendable ya que nunca es bueno alegrarse del mal ajeno. Así que vamos a evitar contrastes entre lo que sucede localmente y otros males equivalentes. Como allá en el Perú que les cae encima una crisis política con la destitución de Vizcarra, sumada a la crisis sanitaria y económica por el coronavirus. Pero buscando, aquí hay una información afortunada. “Unicef y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) anunciaron una convocatoria de licitación para al menos 2,000 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19 en nombre de la plataforma Covax, que busca asegurar un acceso equitativo y global a la inmunización”. No se pierde la esperanza que una porción de esa adquisición sea distribuida en estos pintorescos paisajes acabados. Otra. “El presidente electo de Estados Unidos, conversó telefónicamente con el papa Francisco y expresó su deseo de trabajar juntos para abordar la crisis climática y dar acogida a los inmigrantes y refugiados”.
Dos temas que nos atañen directamente. El daño ecológico al medioambiente no es superstición. Es ciencia. Es real. Es lo que provoca, bien esas sequías espantosas que se sufren en las estaciones secas, como este temporal endemoniado de ciclones, depresiones tropicales que azotan el territorio nacional en la estación mojada. Igual en lo relativo a la inmigración, ya que allá en los Estados Unidos viven cientos de miles de nuestros compatriotas. Siguen esperanzados a que les brinden seguridad de permanencia para trabajar y dedicarse en paz a hacer sus vidas. Las remesas son fuente de sustento de sus familiares. Ingresos que recibe el país, sirven de sostén a la economía. Cerramos con un párrafo de la nota divulgada sobre la conversación de alto nivel: “El presidente electo expresó su deseo de trabajar juntos sobre la base de una creencia compartida en la dignidad y la igualdad de toda la humanidad en asuntos como la atención de los marginados y los pobres, el tratamiento de la crisis del cambio climático y la acogida e integración de los inmigrantes y refugiados en nuestras comunidades”.
