¿Quiénes son los héroes? ¿qué pasó con la bebé?

MA
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14 de noviembre de 2020
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01:26 am
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¿Quiénes son los héroes?  ¿qué pasó con la bebé?

EL BOMBERO MARVIN DUBÓN:
“Solo pensé: ya está a salvo”

Sorteando la monstruosa corriente del río Ulúa, durante tres horas, la lancha llegó a la orilla del puente “La Democracia”, llena de damnificados, bajo un cielo escuro, a pesar que era mediodía. El bombero Marvin Dubón tomó a la bebé de seis días de nacida, con mucho cuidado y se la pasó a un compañero que lo esperaba en tierra firme. “Ya está a salvo”, dijo. Ni cuenta se dio de la postal que le ha dado vuela al mundo. Su relato inspirador para LA TRIBUNA rememora tan solo uno de los aciagos momentos de miles de pobladores y la heroica labor de cientos de socorristas.

–¿Cómo supo de la bebé?
Cayó un reporte de personas que necesitaban ser evacuadas en Urraco. Cuando llegamos, hallamos a la bebé con su madre y muchas personas suplicando ayuda.

–¿Estaban en peligro inminente?
Sí, todos estaban en el bordo de la inundación, unos pocos minutos más tarde y se los lleva el río.

—¿Venían más bebés?
Solo ella de recién nacida, los otros niños tenían unos cinco años, en total, eran como 12 personas rescatadas.

–¿La mamá venía con ella?
Venía la mamá, muy valiente, la traía en sus brazos.

–¿Qué decían estas personas, mientras viajaban en la lancha?
Calladas. Venían muy triste porque perdieron todo, nosotros les dábamos ánimos diciéndoles que lo más importante es la vida.

–¿Había visto la foto del rescate?
Ya me la habían compartido, pero no me di cuenta cuando me la tomaron.

–¿Qué pensaba cuando entregó la bebé a su compañero?
Me sentí aliviado y pensé: “bueno, ya está a salvo”, incluso, me echó una sonrisa y le toqué la mejilla. Igualmente, le salvamos a los perritos.

–¿Supo el nombre?
Todavía no tenían nombre, es una recién nacida.

–¿Cómo entró al cuerpo de bomberos?
Por la necesidad de un trabajo, ingresé hace unos tres años, y la verdad que me gustó bastante, desde el principio.

–¿Cómo es el día a día de un bombero?
No es como lo pinta la gente, todos los días exponemos nuestras vidas, a pesar que la gente nos critica que llegamos tarde.

–¿Ha estado a punto de morir en un rescate?
Muchas veces, al cortar la luz en una vivienda, en varias ocasiones, me he dado mis “toques”.

–¿Alguna anécdota?
Me gustaba salir con los compañeros a echarme un “par” (cervezas) en moto, pero lo he dejado, después de atender a muchos accidentados y muertos, por estado de ebriedad. Eso me ha marcado.

–¿Conoce al compañero de la foto?
Claro, somos buenos compañeros, sabe mucho, es instructor de primeros auxilios.

–¿Qué hizo después de entregar la niña?
Volvimos a rescatar a más personas. Empezamos el martes pasado y todavía seguimos.

–¿Qué más ha visto en los rescates?
Es la primera vez que miro algo así, me impactó mucho el sufrimiento de la gente. A veces, uno se queja sin ver a su alrededor, que hay gente que la está pasando peor.

–¿Satisfecho?
Me llena el agradecimiento de la gente, que nos digan ¡muchas gracias!, ¡Dios los bendiga!, eso es lo que llena a un bombero.

–¿Qué otros tipos de rescate hizo?
Rescatamos a varias personas aisladas, subidas a los árboles, nos tocó bajarlos y trasladarlos a un lugar seguro.

–¿Fue sorpresiva la crecida?
Se confiaron, le avisamos a las personas anteriormente de lo que se venía, pasamos la voz en varias colonias, pero pensaron que no iba a pasar a más.

–¿Sigue gente aislada?
Mucha, hay personas que no quieren salir, las personas de los bordos, sobre todo, no nos damos abasto, seguimos sacando gente varada.

–¿Priorizaron gente en los rescates?
Es lo más triste. Mucha gente nos gritaba que los salváramos, nos hacían señas, que nos acercáramos, pero era difícil porque ya íbamos llenos, les dimos prioridad a los niños, mujeres y tercera edad.

—¿Cómo quedaron estos sectores?
Hay zonas devastadas, lo perdieron todo, en algunas partes, arrasó todo, ni bordos quedaron.

–¿Recibieron ayuda?
Casi toda del mismo pueblo, el pueblo ayudándole al pueblo.

–¿Cómo están los ánimos de los bomberos de El Progreso?
Cien por ciento activos.


BOMBERO JOSUÉ CARLOS MEDRANO:
“Mi compañero me dijo: ahora es suya”

¿Qué fue de la bebé después que fue rescatada de las aguas destructoras del Ulúa? LA TRIBUNA contactó a Josué Carlos Medrano, el bombero que la recibió titiritando de frío en tierra firme. “Cuando la tenía en mis brazos solo me acordé de mi hijo”, dice este perito mercantil, quien siempre soñó con ser bombero y ahora narra el desenlace feliz de esta heroica historia.

–¿Qué sintió al recibir la niña?
Fue impactante cuando miré la niña con frío. Lo primero que pensé fue en mi hijo, de siete años, pero me alegró sentir que estaba a salvo conmigo.

–¿Qué le dijo su compañero cuando se la entregó?
Me dijo: “Ahora es suya”, fue un momento duro, porque sabía el esfuerzo de mis compañeros para sacarla de los campos bananeros en una lancha, que casi se daba vuelta por la corriente.

—¿Qué hizo después con la bebé?
Se la entregué a la mamá. Un familiar de ellos me escribió al Facebook dándome las gracias, pero esto así es, uno ayuda a las personas y no se fija quién es.

–¿Supo si siguen bien?
Sí, ellas llegaron donde sus familiares, aquí en la colonia Centroamericana, por el puente La Democracia.

–¿Cómo han sido estos días?
Muy dramático al ver a tanta gente llorando, arriba de los techos, pidiendo auxilio y la impotencia de no hacerlo por no tener el equipo idóneo. Las lanchas venían llenas y la gente en los bordos nos pedían ayudar, pero ¿Cómo los montábamos? Ya no habían cupo y si los subíamos nos podíamos dar vuelta todos.

–¿Cuántos rescataron?
A ojo de buen cubero, creo que sacábamos 800 personas en un día. Era cuestión de vida o muerte si tardábamos más.

–¿Cuántas horas trabajaron esos días?
A penas descansábamos tres horas, entrábamos a las cuatro de la mañana y salíamos hasta el día siguiente, a las 11 de la noche.

–¿Su familia vive en la zona?
Mi familia estaba inundada, totalmente, llegué después de cuatro días a rescatarla, el agua me daba al cuello. Gracias a Dios ellos estaban refugiados en una casa de dos plantas.

–¿Cuántos bomberos son en su estación?
Somos por todas unas 45 personas.

–¿Qué equipo tienen?
Solo tenemos tres lanchas, estamos limitados en la institución, pero con lo que tenemos hacemos lo máximo. Con más equipo, hubiéramos rescatado más gente en menos tiempo.

–¿Cómo sigue la situación?
Gracias a Dios, el río ha bajado considerablemente, pero aún hay zonas inundadas y solo se puede llegar por lancha.

–¿Cómo están en los albergues?
Con mucha necesidad, aseo personal, ropa, medicina, comida, mucha gente solo quedó con la mudada.

–¿Qué lo motivó a ser bombero?
Mi mamá y mi tío fueron rescatados por un bombero, en el huracán Fifi (1974). Esa historia me motivó. A los 11 años, ingresé a los bomberos y fui escalando, después renuncié al trabajo que tenía.

–¿Se gana bien como bombero?
Desafortunadamente no tenemos el mejor salario, pero nosotros trabajos para salvar vidas no por un salario. Yo gano 12 mil lempiras.

–¿Su familia está de acuerdo que sea bombero?
Toda mi familia me apoya, es el refugio de nuestras penas y frustraciones cuando no podemos salvar vidas.

–¿Qué le dice su hijo?
Que quiere ser bombero, como papá.

—¿Y usted está de acuerdo?
A veces yo le digo que estudie mejor, porque sé la realidad que vivimos, pero él dice que se siente orgulloso de tener un papá bombero.

–Ahorita, con las inundaciones, ¿qué le dijo?
Cuando comenzaron las llenas, me dijo: “papá si yo me inundo, sé que me vas a salvar”. Esas palabras me impactan.

–¿Cómo los trata la gente?
La mayoría de la gente nos agradece, hay algunas que nos insulta, no nos apoyan, pero la mayoría es agradecida.

–¿Y los políticos?
Solo llegan, se toman la foto y se van.

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