Ayuda humanitaria para nuestros damnificados y algo más

MA
/
16 de noviembre de 2020
/
01:08 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
Ayuda humanitaria para nuestros damnificados y algo más

Adán Hilario Suazo Molina
Coronel de Aviación (Retirado)

Son varios los países, cuyo gobierno y población, además de expresar sus muestras de pesar, se están manifestando en forma material con ayuda humanitaria oportuna y necesaria para nuestros compatriotas afectados por el fenómeno Eta. El pueblo hondureño, que no se ha visto dañado directamente por la emergencia, también está donando voluntariamente lo necesario para apoyar con productos básicos a los afectados, dicha labor es canalizada a través de varios medios de comunicación contando con el apoyo logístico de FF AA y Policía Nacional. Todo ha sido una fabulosa muestra de caridad y hermandad, generada ante una tragedia de tal magnitud.

Consideramos, que no hay país cual no necesite algo que recibir y tampoco existe alguno que no pueda dar, nosotros a pesar de nuestras limitaciones, en algunas ocasiones hemos colaborado en lo posible con los hermanos afectados. En ese contexto, captamos a través de los medios la ayuda silenciosa que efectúan naciones amigas como ser: Taiwán, Nicaragua, Colombia, Inglaterra, Estados Unidos y me disculpo, quizá se nos escape alguno, que de manera muy privada canalizan su apoyo, ¡total! “que tu mano izquierda
no sepa lo que hace su derecha, (cita bíblica)”.

Pero es necesario referirnos a la ayuda que nos ha hecho efectiva el pueblo salvadoreño, la cual agradecemos infi nitamente y reconocemos el gesto, sin lugar a dudas esta acción ratifi ca la cercanía y las raíces históricas que nos unen a catrachos y pipiles. Pero: hay que recapacitar sobre el tumulto mediático, que revistió esta acción, algo que deja duda del trasfondo del asunto, sabiendo de la fobia unilateral del presidente salvadoreño hacia nuestro actual gobernante, algo que ha reiterado en infi nidad de ocasiones a través del dominio millennial que tiene de la media.

Aquí no se trata de defender a nadie pero sí de respetar límites inexcusables, somos efectivamente pueblos amigos, vecinos y con lazos indestructibles de hermandad; pero los límites soberanos deben respetarse. Sin lugar a dudas, en nuestro país hay mucho compatriota que por el acérrimo odio hacia el gobernante o por simple ignorancia, colabora en esta clase de maniobra mediática y repite como loro o comparte sin sentido mensajes, en contra de nuestra propia nacionalidad. Al fi nal, a quien debemos agradecer es al pueblo salvadoreño, cual fue a través de sus impuestos, quien pagó esa valiosa ayuda; los señores gobernantes, son solo accidentes políticos pasajeros que administran bien o mal los recursos del Estado.

El presidente Bukele, ahora le ha dado por invocar la memoria morazánica, resaltando el eterno ideal del prócer, al soñar una Centroamérica unida como un solo país, esto no es malo, sería fabuloso concretar acuerdos de naturaleza política, que nos permitiesen entre otras cosas, un verdadero mercado común, una moneda común, aduanas unifi cadas, interconexiones carreteras y férreas de primera y todo lo que pueda garantizar el movimiento comercial, fi nanciero y social de más de cuarenta millones de personas, un sueño que no ha pasado más que de intentos y acuerdos en su mayoría fallidos, estimamos, que sin necesidad de arriesgar soberanías y conservando los estados originales como tales, podría transformarse en realidad este sueño.

Al respecto, es importante que surjan líderes dispuestos a impulsar dichos ideales. Pero, no podemos llamarnos al engaño, dado que: el pensar, hablar y hacer debe ser en la misma línea. Por ejemplo: no podemos olvidar que hay un asunto limítrofe en el Golfo de Fonseca pendiente, entre Honduras y El Salvador, hay una sentencia del Tribunal de La Haya de 1992, a la cual nos sometimos voluntariamente. Los hondureños, por nuestra parte hemos aceptado el fallo, aunque con mucho dolor reconocemos la pérdida de Meanguera, contrario a esto, el gobierno salvadoreño no deja de jorobar aduciendo que nuestra isla Mareal de Conejo, unida a tierra fi rme en marea baja, les pertenece, desconociendo que esto, ya es cosa juzgada.

No les parece que el señor presidente Bukele, en una auténtica muestra de liderazgo regional, debe aceptar el fallo de la Corte Internacional de La Haya y poner fin a un conflicto ilusorio, sostenido solamente para el juego político inescrupuloso: hágalo, comience su liderazgo en casa, y dejemos descansar en paz al prócer.

Más de Columnistas
Lo Más Visto