Marcio Enrique Sierra Mejía
Estos políticos son oportunistas por profesión. Actúan por rencor. Resienten su estatus profesional. O su mala condición económica. O el desempleo. El hecho de estar en una situación política sin ventajas de poder, los hace buscar ganarlas. Desde posiciones con amplia vista para atraer la atención ciudadana. Hay otros, con mejores ventajas profesionales y económicas. Estos disparan con mayor puntería argumentativa. El prestigio profesional lo utilizan para situarse en posiciones de mejor alcance mediático. Usan las redes sociales para herir a los adversarios con supuestas informaciones obtenidas sin confi rmación y menos comprobación objetiva. Gustan dar a conocer videos o mensajes con cierta narrativa cuestionadora. Acerca de situaciones que no son verídicas. Aunque sí muy propicias para crear especulaciones que inciden en el sentido común de la ciudadanía. Con efectividad comunicativa expansiva.
Veamos el caso ilustrativo. La mentira sobre los kits. Aprovecharon las condiciones de afectación comunitaria y de personas que sufrieron en carne propia la fi ereza del huracán Eta recientemente. Para dispararle al Presidente. Para herirlo y desprestigiar a su gobierno. Sencillamente especularon. Dieron con meridiana certeza un precio a los kits suponiendo que ya se habían comprado. Basados en información que probablemente salió del mismo gobierno. De opositores laborand en algunas de las secretarías vinculadas directamente al proceso de
planifi cación y programación de la compra del conjunto de piezas que contienen los kits. Se promovió la información falsa. Disparada por políticos francotiradores que gozan de relativa credibilidad profesional. Pertenecientes a gremios de profesionales emblemáticos del país. Controlados por personajes claramente enemigos del gobierno.
La reacción ciudadana no se hizo esperar. Le ¡llovió sobre mojado al Presidente! Le tiraron a herirlo. Las especulaciones promovieron perniciosas ideas de malos manejos administrativos y corrupción fl agrante. Los disparosbque le hicieron sembraron la duda. Mucha gente despotricó. Finalmente.La pronta respuesta del gobierno se dio. La versión ofi cial dejó claro que aún estaban en el proceso de contratación de los benditos kits. No había precio establecido. Eso de que los estaban pagando a 50,000 lempiras no era cierto. Así fue demostrado contundentemente. Por la acción de la Secretaria de Estado en Desarrollo e Inclusión Social. Al realizar con transparencia el proceso de compra.
Mucho cuidado Presidente Juan Orlando. Cubra los fl ancos internos de su gobierno. Fortalezca los procesos de transparencia. No permita compras a la ligera. Evite el manejo de las compras en la sombra. Haga efectiva la información sobre acciones que involucren sumas de dinero grandes. Arriba de los 50,000 lempiras. Y las menores a esas cifras también póngale cuidado. Los burócratas corruptos siguen en pie de lucha.
Los empresarios deshonestos también. A los políticos francotiradores opositores al gobierno, les molesta que el gobierno demuestre capacidad. Que tenga disposición para enfrentar la crisis. Que se esmeren en cumplir adecuadamente sus funciones para contrarrestar la crisis sanitaria. Los desastres que produce el huracán Eta. Que la Policía sea efectiva en minimizar la criminalidad organizada. Que en vez de ser negligentes sean diligentes. ¿Por qué? Sencillamente porque son políticos frustrados, que disfrutan la crítica malévola. Odian
que el Presidente Juan Orlando no sea mediocre. Está bien repudiar toda actuación corrupta. Demostrar con evidencia quiénes son los involucrados. Pero también es repudiable lanzar noticias falsas para desacreditar las buenas actuaciones. Crear en el imaginario social una percepción sesgada de los hechos. Hacer creer que la mediocridad solo existe en el gobierno. Que los “buenos en el drama político hondureño” solo se encuentran en las trincheras de los opositores antinacionalistas. Que los políticos opositores son los geniales. Los excelentes.
Los superiores. Los brillantes. Los extraordinarios. Los destacados. Aún cuando entre ellos existen pésimos negociadores. Vulgares ladrones. Líderes corruptos. Mentirosos. Desacreditados. Ocupando posiciones importantes en los procesos de dirección política de los grupos de interés que también determinan los vaivenes políticos de la nación. Los políticos francotiradores, se dedican a acusar utilizando mentiras. Son la voz de los impíos infi ltrados entre los políticos que adversan al gobierno y al nacionalismo. Buscan infringir dolor en el corazón del gobernante, para hacerlo temblar. Para aterrorizar a la ciudadanía. Mantienen una batalla permanente para destruir y no para construir. Es una guerra de la mentira contra la verdad. Detrás de esos políticos francotiradores existen poderes malignos luchado por anular la fe que los hondureños tienen de frente ante la crisis. Anhelan que el gobierno falle. Que aumente la incredulidad. Que no haya gozo. Que el tiempo se mantenga oscuro.
Ante tal estrategia política maligna descansar en el amor de Dios es lo recomendable. Tener la certeza que el bien y el poder de Dios nunca fluctúa. Y orar inclinados con humildad para que Él escuche nuestro clamor. Obviamente, hay que continuar siendo diligentes, actuar con honestidad y ser transparentes para favorecer y agradar al pueblo. Y con ello a Dios.
