Flores y las lecciones del Mitch

MA
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18 de noviembre de 2020
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12:23 am
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Flores y las lecciones del Mitch

Óscar Lanza Rosales
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A raíz de mi artículo: Eta: ¡naturaleza pasa de nuevo la factura! he platicado con el expresidente Flores y he leído su libro Los “Idus de Marzo”, en particular el capítulo IX, que relata sus experiencias vividas y su reacción frente a las mismas, en el paso del huracán Mitch en octubre de 1998 (el segundo más violento del siglo XX).
Por la situación crítica que estamos viviendo con los huracanes, me permito compartir lo principal de este capítulo, cómo abordó el gobierno de Flores esa crisis. Dice que el Mitch fue un fenómeno mortal, que produjo la calamidad más grave del siglo XX, que nos hizo añicos y damnificó a la tercera parte de la población. Y de cuyos daños nos repusimos gracias a la Divina Providencia, a la solidaridad internacional y, quizás, al ahínco nacional multiplicado para responder a esos problemas gigantescos.

Aquella calamidad nos dejó postrados. Pero el monumental reto fue enfrentarlo con un liderazgo nacional serio que se esmeró en atender, recuperar y reconstruir el país, concitando la unidad de la familia hondureña.
El brutal golpe representó la pérdida de unos 50 años de avances logrados hasta entonces. Nos pusimos de pie, gracias a una gestión acertada que nos permitió contar con los recursos inmediatos, para la colosal inversión requerida, y reponer el patrimonio destruido. Logramos mantener el interés del mundo, para que los recursos ofrecidos fueran desembolsados e invertidos de manera transparente.
Se alcanzó el financiamiento de la comunidad de cooperantes gracias a la gestión intensa desplegada en los grupos consultivos de Estocolmo y Washington.

En la rehabilitación, los cultivos e infraestructura y todo lo que el huracán arrasó, resurgió mejor de lo que estaba. En un tiempo relativamente corto, se logró restaurar la capacidad productiva y normalizar la economía y las finanzas. No hubo carestías.
Se drenaron los ríos azolvados y construyeron defensas en las orillas fluviales para evitar nuevas inundaciones.
No se perdieron días de clases. En tiempo récord se restauraron las escuelas que sirvieron de refugio.
La reconstrucción del país en tiempo récord, fue considerada como una historia de éxito por la comunidad internacional. También la impresionó que, en medio de la emergencia, Honduras, con técnicos hondureños, fuese capaz de confeccionar su propio programa salvador, el Plan Maestro de Reconstrucción y Transformación Nacional.

Productos importantes de la cooperación internacional fueron: 1) El perdón de la gigantesca deuda -que absorbía al fisco el 25% de sus ingresos- bajo el compromiso que los recursos serían invertidos en la Estrategia de Reducción de la Pobreza (ERP) para mejorar el desarrollo humano de los pobres, los más afectados. 2) La ERP fue consensuada y aprobada, en cabildos abiertos en todo el país. Lástima que los gobiernos que se beneficiaron de esos fondos los gastaron en otras cosas. 3) La comunidad internacional cambió los términos de referencia para que pudiésemos acceder a la Iniciativa de Países Altamente Endeudados (HIPC) -ya que Honduras, pese al daño del huracán, aún no calificaba- en virtud de la cual logramos el perdón de la deuda. Dice Flores, que cuando vino Jack Chirac, presidente de Francia a Honduras, le preguntó en qué le podía ayudar, y él respondió en el cambio de estos términos, y así lo hizo. 4) Se logró la ampliación de los beneficios de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe, con lo cual quedaron fortalecidos la economía y el empleo, al evitar la fuga de las maquilas a México.
5) Se obtuvo el TPS para nuestros compatriotas en Estados Unidos, y una moratoria a las deportaciones.
6) Con el borrón y cuenta nueva de la deuda externa, todos los gobiernos posteriores a ese período pudieron endeudarse con préstamos concesionales, a largo plazo, bajos intereses y períodos de gracia prolongados.
Agrega Flores que promovió el G-16 para que le diera seguimiento a los acuerdos de Estocolmo, y que para no politizar la ayuda, él la canalizó por medio de las iglesias. Reconoce el gran trabajo social realizado por su esposa Mary.

Señala que dejó toda una institucionalidad preparada y capacitada -por los mejores expertos del mundo- para hacerle frente a los fenómenos naturales futuros.

Reflexiona que “desde que se construyeron los puentes hace 22 años, licitados por los cooperantes, cumpliendo los estándares internacionales, han colapsado porque no se les ha dado mantenimiento”.
Estas son algunas de las aristas del proceso de rehabilitación y reconstrucción, después del paso de estos poderosos huracanes como Eta e Iota. ¡Ojalá que el gobierno actual tenga las agallas para afrontarlo!

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