El pueblo salva al pueblo

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25 de noviembre de 2020
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12:01 am
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El pueblo salva al pueblo

Por: Rodolfo Guillermo Pagán Rodezno*
*Abogado y Notario
Máster en Derecho Empresarial

Como si no bastara con lo ocurrido con la pandemia del COVID-19, en las recientes semanas Honduras se ha visto severamente afectado por 2 huracanes casi consecutivos: Eta e Iota, los que ocasionaron la muerte de varias personas así como considerables daños materiales y las consiguientes pérdidas económicas, complicando aún más el panorama para el país de cara al futuro, por lo que literalmente “llueve sobre mojado” como dice la famosa canción.

A todo lo anterior hay que agregar la desastrosa gestión por parte de algunos de los órganos encargados de gestionar tanto la emergencia ocasionada por el COVID-19, como los daños ocasionados por los huracanes, iniciando por el nombramiento en puestos estratégicos de personas sin las competencias requeridas, la toma de decisiones tardías y poco contundentes, compras innecesarias, el deterioro de alimentos donados por la hermana república de El Salvador para ser entregados a los damnificados, funcionarios más preocupados por comparar lo ocurrido con lo acontecido hace 22 años con el huracán Mitch o por promocionar la “Semana Morazánica” a pesar de las alertas por los huracanes, o funcionarios y alcaldes que se venían dedicando a sus campañas políticas, pero que en la emergencia simplemente misteriosamente desaparecieron, por mencionar algunos ejemplos puntuales.

Tampoco se pueden obviar los numerosos casos de corrupción que se atribuyen a varios funcionarios debido al manejo de los cuantiosos recursos asignados para hacer frente a las emergencias, sin que hasta la fecha se hayan siquiera judicializado los casos, por lo que los presuntos responsables se pasean tranquilamente, mientras mucha gente sigue muriendo o se ve seriamente afectada como consecuencia de sus ilegalidades y falta de transparencia.

Dignas de mencionar las muestras espontáneas de ayuda y solidaridad por parte de personas particulares, iglesias, organizaciones, medios de comunicación, empresas, tanto en Honduras como en el extranjero, quienes se han movilizado para recolectar víveres, ropa, y demás implementos necesarios para atender a las miles de personas damnificadas en los distintos lugares del país, lo que además constituye un ejemplo claro del poder que un pueblo unido tiene para hacerle frente a cualquier adversidad, convirtiendo la frase de que “el pueblo salva al pueblo” en una especie de grito de batalla.

También hay que hacer mención a la extraordinaria labor realizada por el benemérito Cuerpo de Bomberos, Cruz Verde, Cruz Roja, y otros cuerpos de socorro, quienes heroicamente han realizado operaciones de rescate y asistencia en las zonas afectadas, a pesar del escaso apoyo que reciben, al extremo de verse obligados hasta de realizar rifas para recaudar fondos, lo que debería ser una verdadera vergüenza para los encargados de asignar los recursos, quienes han priorizado otros entes que ni remotamente realizan labores tan significativas.

Lastimosamente, la pandemia y los huracanes han venido a reafirmar que en Honduras no hay medicinas, no hay hospitales, no hay lanchas ni helicópteros para los rescates, y lo que es más preocupante es que no hay líderes y mucho menos estadistas que dirijan el país, pero lo que sí sobran son las ganas y el empeño de un pueblo valiente y determinado, que se levantará de estas crisis, pero que debe aprender de sus errores para no estar condenado a repetirlos.

Que Dios nos ampare.

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Twitter: @rpaganr

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