Autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (INP), informaron ayer la demolición en su totalidad del tristemente célebre modulo “Escorpión”, en el Centro Penitenciario Nacional de Támara (CPNT), que durante décadas albergó a los más peligrosos integrantes de la pandilla 18.
Con una extensión de 3,000 metros cuadrados de terreno, la crujía fue un testigo silencioso donde se ejecutaron una serie de macabras muertes entre los mismos miembros de la 18 y desde ese lugar se ordenaban masacres y otros crímenes a nivel nacional, lo cual mantenía en zozobra a la población en general, señalaron autoridades.
La demolición del módulo comenzó en septiembre pasado, cuando el personal encargado botó las paredes internas, dejando los muros perimetrales a los cuales se les agregaron varias hileras de bloque y luego les colocaron serpentinas para evitar que personas ajenas o privados de libertad intenten ingresar al área, la cual permanece bajo la vigilancia para evitar cualquier intento de fuga.
En mayo del 2017, mediante la “Operación Arpía III”, en la que participaron más de 1,500 efectivos militares y miembros de la Policía Nacional, entre otras instituciones de investigación, inteligencia y seguridad, se realizó el traslado de los miembros de la pandilla 18 que convivían en el módulo “Escorpión”.
Entre fuertes medidas de seguridad y vigilancia terrestre y aérea, se realizó la operación de traslado del CPNT hacia el Centro Penitenciario de Morocelí, El Paraíso, denominado “El Pozo II” o “La Tolva”, donde se cuenta con un completo sistema de monitoreo por medio de las cámaras de seguridad instaladas en el perímetro interno y externo del establecimiento.
Terminada la demolición, las autoridades del INP, supervisaron ayer las labores que se realizan de levantamiento de muros y colocación de serpentinas.
Al mismo tiempo, ayer analizaban el uso que se le puede dar al terreno, teniendo las opciones de un salón para visitas o construir un nuevo módulo para descongestionar los ya existentes. (JGZ)
