¿Por qué fui a la “Movilización de las palas”?

ZV
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3 de diciembre de 2020
/
12:11 am
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¿Por qué fui a la “Movilización de las palas”?

¿Por qué fui a la “Movilización de las palas”?. Por: Rafael Jerez Moreno
Twitter: @RafaJerezHn

El olvido. Algo a lo que acudimos cuando queremos pasar la página hacia otra etapa de nuestras vidas, para salir de un mal momento o para continuar escalando peldaños profesionales, académicos o personales. Pero, qué mal hacemos cuando olvidamos tan rápido lo que los corruptos hacen y dejan de hacer en el país, porque cuando nosotros dejamos de hacer, también somos responsables.

El sábado 28 de noviembre de 2020, en Tegucigalpa y San Pedro se celebró la “Movilización de las palas”, en atención a una convocatoria ciudadana para “limpiar el lodo de la corrupción”, haciendo alusión a los daños producidos por los recientes huracanes en Honduras, en especial por la incapacidad de quienes oficialmente debieron dar la cara, y, sobre todo, respuestas. Llegaron ciudadanas y ciudadanos de diferentes formas de pensamiento y afiliación política, rompiendo barreras y comprendiendo lo necesario que es llegar a consensos mínimos para exigir e incidir. La pregunta es, ¿dónde estaba el resto? Unas horas antes de la actividad, estuve observando videos de ciudadanos que acudieron al llamado de la convocatoria en San Pedro Sula, previo a la movilización, para ayudar en tareas de limpieza en colonias que fueron severamente afectadas, entre ellas, la Rivera Hernández. Aunque ya no tengan la cobertura mediática de hace algunas semanas, los daños en las zonas golpeadas por ambos fenómenos persisten. Decenas de familias sin poder regresar a sus hogares, viviendo bajo los puentes, sumado a las pérdidas que probablemente han sufrido por la COVID-19.

Tendemos a subestimar el alcance que una protesta social pacífica puede tener, pero en países vecinos esa ha sido el arma más potente para lograr la destitución constitucional de jefes de gobierno. Todas las manifestaciones pacíficas son herramientas importantes para abanderar causas sociales, y en este contexto, para construir unidad. Si queremos lograr la salida del poder de quienes por años han construido redes de corrupción en él, debemos construir una cultura política ciudadana capaz de salir cuando los bienes públicos (comunes) son puestos en peligro, por acción u omisión. Porque la incapacidad en el ejercicio del poder, también es corrupción.

Como ciudadanos somos corresponsables cuando la indiferencia es el cheque en blanco que el corrupto llena para saquear el Estado. El pueblo salva al pueblo cuando comprendemos que todos somos el primero y el segundo. Como decía la pancarta de un conciudadano: “hondureño, la corrupción se alimenta de tu indiferencia, únete”.

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