“Bob, el teacher”, el guardián de los secretos de la Isla del Tigre

ZV
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5 de diciembre de 2020
/
12:48 am
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“Bob, el teacher”, el guardián de los secretos de la Isla del Tigre

Su nombre es Humberto, pero en Amapala, todo mundo lo conoce como “Bob, el teacher” porque se gana la vida enseñando inglés entre los jóvenes y como guía turístico. Se trata de un autodidacta nato, con una sabiduría popular sobre cada uno de los secretos de la Isla del Tigre, tan paradisiaca y encantadora, pero, al mismo tiempo, condenada al declive. Desde el parque central “Manuel Bonilla”, como punta de partida, el “Teacher” recorre casi 500 años de cultura, historia y costumbres en este pueblo de mar hechicero y su icónico volcán apagado, que intenta recuperar su bonanza y el lugar, que los políticos le siguen negando.

–¿Por qué le dicen el “Teacher”?
Porque doy clases de inglés, pero mi nombre es Enrique Humberto Rodríguez Mendieta y tengo 76 años.

–¿Originario de Amapala?
Cien por ciento, aquí me nací y aquí me voy a morir, como dice la canción.

—¿Qué ofrece Amapala a sus visitantes?
Simplemente su naturaleza que está constituida por la Isla del Tigre y, por supuesto, su historia, porque hay que incluir su historia para que sea interesante al turista. Amapala fue capital de Honduras por un día, cuando tomó posesión el doctor Marco Aurelio Soto, el 27 de mayo de 1877.

–¿Cuándo se fundó Amapala, como municipio?
Amapala se fundó el 17 de octubre de 1833, tenemos los monumentos que todavía están en pie. En el gobierno del general Carías se fundaron la comandancia de armas, aunque la botaron los del Ejército de la Base Naval, que estaba a la orilla de la playa, el casino, que está por caerse, todos construidos por el general Jorge J. Rodríguez, en 1933.

–¿Qué les cuenta a los turistas sobre los orígenes de la isla?
Que el origen del nombre de amapala se debe a las tribus anteriores como los cholulas, quienes vinieron en Amapala, por mar y tierra.

–¿Es cierto que aquí estuvo el pirata Drake?
Así es, en 1579 vino Francis Drake, el pirata inglés, y se apoderó de la Isla del Tigre y le sirvió de refugio. Eran bucaneros, filibusteros, piratas asesinos, que acosaban a los indios y les robaron los alimentos hasta hacerlos huir.

–¿Alguien más estuvo antes que el pirata inglés?
En 1522 estuvo aquí Gil González Dávila y Andrés Niño. Fueron ellos quienes descubrieron la Isla del Tigre.

–¿Por qué se le llama Isla del Tigre?
Hay dos versiones: antes solo había ganaderos aquí, entonces, había ganado arriba y tigres abajo, además de toda clase de animales y se comían el ganado.

–¿Y la otra versión?
La otra versión tiene que ver al hecho de que fue refugio del pirata Francis Drake, a quien le apodaban el Tigre de alta mar, dada su peligrosidad con los asesinos, que lo acompañaban. Atacaba todos los barcos que mandaba la reina de Inglaterra y les robaba los tesoros. Por eso se dice que Francis Drake escondió los tesoros en la isla, específicamente en la Cueva de la Sirena, en Playa Grande.

–¿Qué sitios turística tiene Amapala?
Tenemos grandes lugares interesantes alrededor de la isla, pero el mejor sitio es El Zapote, lo llamamos así porque tiene cocales y viene mucho turismo, la familia de esas propiedades viven en Tegucigalpa. Está Playa Negra y todas las islitas alrededor, muy lindas.

–¿Qué nos puede decir del casco urbano?
Amapala está formada por cuatro calles: calle La Marina, donde se desarrollaba todo el trabajo de marina para descarga y cargas. La segunda, El Calvario; la tercera, La Rosa y la cuarta, Las Delicias.

“Bob, El teacher” en una foto para la BBC Mundo con la Isla del Tigre al fondo.

–¿Había casas comerciales?
Había, además, cuatro casas alemanas: la Casa Uhler, la Casa Rossner, que era la mayoritaria, la Casa Kohncke y la Casa Siercke.

–¿De dónde eran los dueños de estas casas comerciales?
Eran alemanes y francés, vinieron desde 1866 y se establecieron aquí, fundando estas casas comerciales. Los alemanes hicieron mucha ayuda.

Se dice que aquí estuvo también Albert Einstein, ¿usted qué sabe?
Después de la II Guerra Mundial vino por aquí en un barco americano el físico más famoso, inventor de la bomba atómica, Albert Einstein. Estuvo aquí por tres días hospedado en la casa Uhler.

—¿Cómo era Amapala en su niñez?
Cuando yo estaba en la escuela, cada sábado era fiesta cívica con marimbas que se llamaban Ecos el Golfo y La Lempira, la iglesia era muy diferente, los niños veníamos a la doctrina los domingos a la iglesia Santa María, ahora, Santa Cruz, tiene muchos años, teníamos una Casa de la Cultura.

–¿Y la actividad económica?
En los años 60 era muy hermoso. Recuerdo que había una casa benéfica, porque cuando había un deceso ellos regalaban los ataúdes. Habían empleo para todo el mundo por las casas comerciales.

–¿Había comercio?
Mucho, al mercado municipal venían el comercio de El Aceituno, en Alianza, (atravesando la bahía de El Chismuyo en pequeñas embarcaciones) con carne salada, lácteos y panes. Llegan al muelle viejo, de madera, construido por los alamanes.

–¿Se exportaba desde Amapala?
Claro, desde aquí exportábamos bananos, madera y algodón hacia todas partes de Europa y Estados Unidos, Holanda y Japón.

–¿A qué se debió el declive de Amapala?
En los años setenta, los gobiernos de Oswaldo López Arellano y “Polo” Paz, construyeron la portuaria de San Lorenzo y dejaron de venir los barcos a Amapala. Nos abandonaron, no vinieron más barcos, quedamos solos.

Amapala recibía barcos cargueros hasta finales de la década de 1970.

–¿Qué pasó con la gente?
Muchos tuvieron que emigrar en busca de empleo, pero yo no me moví, seguí estudiando inglés para atender al turismo.

–¿Cambió por completo desde entonces?
Todo. Tengo escrito toda la historia de Amapala, las iglesias, el hermoso trabajo de antes, cuando la carga y descarga era en lanchas de remo de 15, 25 y hasta 60 toneladas, hechas aquí, aquí estaba el astillero.

–¿Hay empleo ahora?
Ya no hay trabajo de ninguna forma, en aquel entonces el soporte eran los barcos, ahora hay unos cuantos empleaditos en las alcaldías, el Juzgado de Letras, el comercio, la pesca y el turismo.

–¿Cómo han pasado la pandemia?
Como todo estaba cerrado por la pandemia, han venido pocos turistas, pero seguro van a regresar cuando abran.

–¿Cómo se porta el alcalde?
Ese muchacho es muy sectario, solo mira para sus intereses, se ha enriquecido, tiene una historia sucia, nosotros los sabemos.

–¿Está apoyando a algún candidato?
Ahorita estoy apoyando un nuevo candidato por el Partido Nacional. Se llama Juan Esteban Suazo, es un joven de la familia Suazo, que fueron líderes de aquellos tiempos de PN.

La Casa Uhler y Albert Einstein

Con el traslado de la capital de Comayagua a Tegucigalpa y la apertura de fronteras para inversionistas realizada a finales del siglo XIX por José María Medina y Marco Aurelio Soto, muchas familias de diferentes procedencias vieron en Honduras el país de las oportunidades, y fue así como familias de alemanes se comenzaron a establecer en nuestra nación. Desde finales del siglo XIX hasta inicios del XX, fue el período en el que la colonia alemana se solidificó y convirtió en un conglomerado con influencia económica de tal manera que familias alemanas asentadas en Danlí, Choluteca, Amapala y Tegucigalpa comenzaron a tener relevancia en tales comunidades y apellidos como Rossner, Kohncke, Motz, Schmuck, Siercke, Uhler, Dreschel, Walther y otros ya eran asociados a casas comerciales de importancia. La familia Uhler tenía negocios bien establecidos en Amapala y Tegucigalpa, y ambos fueron muy famosos, en el caso de Amapala porque se dijo por mucho tiempo que Albert Einstein en 1931 se había hospedado con dicha familia, hecho que hasta hace un año se logró establecer que en efecto Einstein sí estuvo en Amapala, pero el científico jamás visitó tal residencia.

Fuente: vuelvealcentro.com casa-uhler-alemanes-tegucigalpa

Amapala y el pirata Drake

De acuerdo al museo local, el nombre de Amapala proviene del potón, un dialecto de los indígenas de la zona en el que significaría “Cerro de culebras”.

Otros dicen que significa “Cerca de los amates” en lengua náhuatl. Mientras que lo de Isla “del Tigre” es una referencia a al pirata inglés, Francis Drake, quien en 1579 Francis Drake convirtió a la Isla del Tigre “en su guarida y punto de refugio y descanso después de asolar con sus correrías vandálicas todos los puertos que estaban establecidos a lo largo de las costas del Pacífico”.

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