Cardenal Rodríguez: Reconstrucción de nuestra Honduras no es cosa de magos
Durante la homilía dominical, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez, expresó que mucha gente perdió todo en las inundaciones provocadas por las tormentas Iota y Eta, pero no perdió a Dios.
Dijo que “este momento difícil y desolado de nuestra pobre Honduras, en este momento vacío tantas veces y en una cultura basada solamente en lo material, Dios quiere preparar nuestro corazón para entrar en la verdadera casa”.
“Nos ha impresionado cuanta gente tan pobre sufriendo dice, lo perdí todo, pero no he perdido a Dios, gente que ha quedado sin nada en el Valle de Sula y en otros lugares de Santa Bárbara o de Copán y dice, Dios nos ayudará y todos nosotros también”, subrayó.
Reconoció que “ha habido un movimiento enorme de solidaridad y sigámoslo haciendo, pues nos esperan muchos meses de reconstrucción de nuestra Honduras, esto no será de magos, ni de dineros que fluyan de otras manos, esto será de utilizar bien lo que se tiene”.
“No se debe seguir cediendo a la tentación de explotar al que menos tiene o de alterar precios dizque para resarcirse, vale más tener menos y amar más, que tener mucho y no amar a nadie”, sentenció.
Corazón
“Pero en este momento, Dios está preparando nuestro corazón para entrar en nuestra casa, él es el pastor que cuida nuestras vidas, la mano que cura nuestras heridas, su amor disipa nuestros miedos y nos hace descifrar la claridad de una esperanza plena”, subrayó el conductor de la grey católica.
Señaló que “el desierto es un lugar donde no hay falsas seguridades, donde forzosamente encontramos lo esencial, por eso de acuerdo a la tradición bíblica, el desierto es el lugar del encuentro con Dios”.
“Pero el mundo de hoy nos está abocando a lo contrario, vamos mejor a los moles, pongamos música a todo volumen y llenémonos de luces y de cosas”, señaló.
No obstante, aclaró que “no es que estemos en contra de eso, vale la pena también recordar que la venida del Señor es en alegría, pero lo esencial es que no vivamos volcados hacia el exterior o entrando en caminos que no conducen a ninguna parte”.
