LAS VACUNAS. CUANDO comenzaba a azotar la peste, insistimos hasta el cansancio, sobre la urgencia de obtener las pruebas médicas para detectar contagios. La OPS ni remotamente pudo abastecer al país de sus imperiosas necesidades. La masificación de las pruebas es lo que ha hecho la diferencia en países que han logrado enfrentar con éxito la enfermedad. Como ejemplo Taiwán que no cerró negocios. Pero su población demostró envidiable disciplina cumpliendo con las medidas recomendadas de bioseguridad. Y el uso de mascarillas que fueron fabricadas en abundancia. Pero la gran lección que ofrece Taiwán es la forma certera de abordar el flagelo desde el inicio. La inmediata limitación al ingreso de viajeros en cuanto tuvieron conocimiento de los primeros casos. Mucho antes que la infestación escalara sin control, “la acción rápida para la detección y el aislamiento de nuevos casos ha sido un factor decisivo para contener la propagación”.
“También se esmeraron realizando pruebas enfocadas en personas sospechosas de tener coronavirus, ejerciendo muy buen rastreo de contactos”. Y, obviamente, el distanciamiento social. Mientras el mundo sigue batallando por evitar rebrotes de la enfermedad, estamos a las puertas de una nueva etapa. Gracias a las investigaciones científicas y los logros de la ciencia en los laboratorios, empieza la carrera por conseguir la vacuna. Y, dependiendo de las dosis que se consigan, las operaciones de vacunación masiva. Varios laboratorios en distintas parte del mundo, están comercializando sus fármacos, asegurando que ofrecen niveles satisfactorios de seguridad. Las naciones con universidades y laboratorios científicos connotados donde ya anunciaron disponibilidad de la vacuna, van a ser los primeros en la línea de repartición. Esos países y aquellos con mayores recursos ya se adelantaron a cerrar tratos con las farmacéuticas más prestigiosas. “La Agencia de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA, en inglés) confirmó la seguridad y eficacia de la vacuna de la COVID-19 de Pfizer y BioNTech y apunta que podría comenzarse la vacunación en el país los próximos días”. “La FDA señaló que la vacuna, la primera considerada para distribución en EE. UU., cumplía ‘con los criterios de éxito prescritos’ en un estudio clínico”. La vacuna, que necesita dos dosis, garantiza “la reducción de riesgo de COVID-19 confirmado al menos siete días después de la dosis 2” y “una reducción del riesgo de COVID-19 confirmado grave en cualquier momento tras la dosis 1”.
“El índice de eficacia es del 95% en general y del 94% entre mayores de 65 años (población de riesgo), y por lo tanto es muy superior al 50% que exige la FDA para aprobar candidatas a vacunas contra la COVID-19”. El Reino Unido se convirtió en el primer país en aprobar la vacuna de Pfizer/BioNTech. Apenas tardó unas horas en recibirla y, en menos que se persigna un cristiano, comenzaron a aplicarla a la población. El presidente electo de Estados Unidos, prometió que se administrarán 100 millones de dosis de la vacuna para la COVID-19 en sus primeros 100 días en la Casa Blanca. Rusia anunció que a partir de la próxima semana inicia a vacunar con la Sputnik V. Meses atrás alertamos no dormirse con la gestión de las vacunas. Tomando lección de la experiencia que tuvieron estos pintorescos paisajes acabados sin lograr el suministro suficiente de los kits y los reactivos para las pruebas de contagio. La exministra de Salud informó: “Al ser parte de Covax-alianza Gavi, Honduras recibirá gratis el 20 por ciento de las vacunas, que representan más de 1.8 millones de hondureños”. “El IHSS en alianza con el COHEP, comprará 1.4 millones de vacunas para sus afiliados y sus dependientes”. La ministra de Salud, por su lado dice que “las vacunas llegarán de forma segmentada, es decir en partes y será gratuita para la población hondureña”. ¿Cuándo?
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