Control de inundaciones en el Valle de Sula (Parte 1)

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11 de diciembre de 2020
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12:01 am
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Control de inundaciones en el Valle de Sula (Parte 1)

Por: José Rolando Sarmiento Rosales

Desde el siglo pasado comenzamos a escuchar hablar de diseñar y construir represas de uso múltiple en la cuenca de los ríos Ulúa y Chamelecón, es decir para la producción de agua para uso de las poblaciones en el noroccidente del país, sistemas de irrigación para cultivos agrícolas en el fértil Valle de Sula, generación de energía eléctrica limpia, que ahorraría cientos de miles de dólares en la importación de combustibles contaminantes derivados del petróleo, asimismo aplicaciones de turismo, cría de peces y actividades deportivas de pesca, todo lo cual a su vez provocaría un reforzamiento de la economía nacional y miles de puestos de trabajo, pero que estratégicamente se convertiría en un sistema positivo de control de inundaciones en el extenso Valle de Sula que se ubica en el departamento de Cortés, y en la margen derecha, en las feraces tierras agrícolas de los municipios de Santa Rita, El Progreso y El Negrito, en el departamento de Yoro, asimismo en extensos terrenos del municipio de Tela en Atlántida.

Esta enorme cantidad de terrenos, que libres de las anuales inundaciones, constituirían un emporio de producción de bananos, plátanos, cítricos, palma aceitera, con miles de manzanas adicionales para el cultivo de arroz, que nos permitiría ser autosuficientes y no tener que importarlo, asimismo plantaciones maderables, maíz, sorgo y plantas forrajeras para la crianza de miles de cabezas de ganado vacuno, tanto para seguridad alimentaria de la población hondureña, con suficientes excedentes para la exportación al resto de países de Centroamérica y naciones caribeñas, como a muchos otros países del mundo, con la ventaja adicional de contenido social apreciable como lo es la generación de decenas de miles de empleos bien remunerados para nuestros compatriotas en edad productiva, protegiéndolos económicamente y librándolos de la obligada y muy riesgosa migración.

Ese era el sueño y la lucha que libró el empresario agrícola progreseño ya fallecido, Jorge Handal Bendeck, popularmente conocido como “El Coyote”, por sus juveniles experiencias con estos animales, cruzando las montañas a caballo, desde Santa Rita de Yoro, hacia Yorito, Victoria y Sulaco, en vías de comercio con su padre don Jesús Handal, su hermano Abraham y sus trabajadores, que en muchas noches de acampar en las faldas de la alta montaña de Pijol, escuchaban los aullidos de los coyotes, mientras se alimentaban alrededor de la hoguera encendida, que les permitía descansar y dormir si temor alguno de ser atacados por aquella fierras de las montañas yoreñas. En las sesiones de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de El Progreso, pero también en las reuniones con la Asociación de Ganaderos y Agricultores de Sula, nuestro amigo Jorge proclamaba la necesidad imperiosa de dragar las aguas de los ríos Ulúa y Chamelecón, reforzar los bordos de contención construidos por la United Fruit Company y repasar los canales de alivio Maya, Casanave, Campín en la margen izquierda del Ulúa y el Boquerón o canal Martínez, que recoge las aguas crecidas del Ulúa y las lleva desde la ciudad de El Progreso, protegiendo los campos bananeros hasta desembocar las tumultuosas aguas de la creciente invernal, en la laguna de Los Micos, en el puerto de Tela, un sistema de protección de inundaciones construido con los gigantescos mariones, grúas y tractores de la transnacional bananera, que a la vez permitía el saneamiento de las tierras bajas de humedales, para la siembra de sus fincas y la exitosa producción del banano de exportación, tiempos lejanos del siglo 20, cuando Honduras estaba catalogada como el mayor productor y exportador de banano del mundo.

En el caso de la cuenca del río Chamelecón, entre los municipios de Villanueva, San Pedro Sula, La Lima, Choloma y Puerto Cortés, cuyas crecidas se alimentan con sus afluentes los ríos menores de Chotepe, río de Piedras, Blanco, Choloma, Nance y la interconexión con el río Ulúa en el canal de Los Oros, con su respectiva compuerta de control, así como el canal de alivio Maya que comienza en el municipio de La Lima, con el propósito de ayudar a transportar parte de las aguas del Chamelecón en tiempos de crecidas invernales, cuyas obras de limpieza, profundización, construcción y reparación de bordos corresponde a la Comisión Ejecutiva del Valle de Sula, que al parecer en el presente año no ejecutó los trabajos necesarios para cumplir con sus objetivos de controlar los desbordamientos y subsecuentes inundaciones destructivas en las márgenes derecha e izquierda del barrio Chamelecón, que corresponden a San Pedro Sula y Villanueva, pero igual en áreas urbanas o rurales, cultivadas e industrializadas de La Lima, Choloma y Puerto Cortés.

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