Capitalinos animan comercios en vísperas de Navidad y Año Nuevo
Capitalinos animan comercios en vísperas de Navidad y Año Nuevo. Los capitalinos salen de sus casas en la víspera de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, aprovechando la libre circulación, el pago de los aguinaldos, la necesidad de trabajar y la casi total apertura de los centros comerciales y negocios, la mayoría amparados en medidas bioseguridad frente a la COVID-19.
El fin de semana fue notorio las masivas concurrencias en lugares públicos como canchas de fútbol, “moles”, mercados populares y las principales calles y avenidas de la capital, especialmente el centro histórico, refugio natural del ocio y el comercio ambulante de cientos de capitalinos.
El pago de los aguinaldos en el sector privado y el gobierno ha alentado las compras en los centros comerciales y los mercados populares, mientras que otros segmentos han preferido celebrar la Navidad anticipada con un partido de fútbol en muchas de las canchas abiertas de día y noche.
RECORRIDO
En un recorrido por estos sitios, LA TRIBUNA constató el uso de las medidas de bioseguridad en casi todas las personas y negocios (mascarillas, toma de temperatura y gel) pero la masiva concurrencia impide guardar la distancia.
Las autoridades de Sinager han reportado un rebrote del coronavirus en las últimas semanas insistiendo a la vez en la necesidad de redoblar las medidas de bioseguridad, comenzando, preferiblemente, no salir de casa.
Aún en estado de emergencia por la pandemia, la gente, sin embargo, recorre todos estos sitios en busca de regalos y comida navideña, adornos, árboles, luces o sencillamente para tomarse un café con sus amigos y contar sus penas del fatídico e innombrable 2020.
AMPLÍAN HORARIOS
En un intento de paliar la caída brutal de sus ingresos debido al confinamiento desde marzo, muchos centros comerciales han ampliado sus horarios de atención al público desde las 7:00 de la mañana hasta las 10:00 de la noche, aprovechando la suspensión de las restricciones de circulación y apertura,
En el casco histórico, en cambio, decenas de vendedores, ávidos de ingresos, han comenzado a instalarse, tras un acuerdo con la alcaldía únicamente para esta temporada.
El comercio informal se extiende a lo largo las calles y avenidas, cruzando los puentes Mallol, Soberanía y “Tiburcio Carías”, hasta llegar a la zona histórica de Comayagüela, incluyendo la Calle Real y El Obelisco, convertida a estas alturas del mes en un auténtico mercado persa, donde cada quien impone a su modo las medidas de bioseguridad. (EG)
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