¡En el fango las ilusiones de 80 familias de la Santa Venecia!

ZV
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14 de diciembre de 2020
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05:00 am
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¡En el fango las ilusiones de 80 familias de la Santa Venecia!

¡En el fango las ilusiones de 80 familias de la Santa Venecia!. Quintín Rodríguez, es un señor de la tercera edad que migró con su familia desde Choluteca a la colonia Santa Venecia, de San Pedro Sula, Cortés, para buscar mejores oportunidades laborales y salir de la pobreza en la que se encontraban.

Con mucho esfuerzo logró tener su propio taller de reparación de ventiladores y bombas de agua, el negocio ya tenía 17 años y era su medio de vida, sin embargo, las tormentas “Eta” e “Iota” le destruyeron todo, sus materiales de trabajo se perdieron entre los escombros y el lodo, al tiempo que su casa quedó completamente deteriorada.

Parado junto a la pequeña puerta, con su mirada recorrió el lugar y mientras sus lágrimas rodaban por sus mejillas dijo que ya no le veía futuro a su negocio por la magnitud del desastre.

“Nos han dado donde quedarnos en la colonia Central, cerca de acá, vengo varias veces a la semana a ver la casa, pero ya no hay esperanza, era un lugar muy bonito con gravín en todo el patio, este fue el trabajo de mi vida, ahora ya no tenemos nada”, se entristece.

Para estas familias será sumamente difícil poder recuperarse del tremendo impacto que les provocaron las tormentas “Eta” e “Iota”.

SIN NADA

En esta colonia hay unas 80 familias que resultaron afectadas por las tormentas y así como Rodríguez, otros que tenían sus negocios quedaron sin nada, afirmando sentirse abandonados porque no tienen agua ni luz eléctrica, además no han recibido apoyo para realizar limpieza, ya que todavía tienen sus cosas destruidas dentro de las viviendas llenas de fango y las calles con difícil acceso.

Rafael Rico, otro de los habitantes, a quien muchos en la zona lo llaman “ángel” porque pese a que se quedó sin nada ha gestionado algunas ayudas como son agua, comida, ropa y zapatos para algunos de los que salieron solo con lo que andaban puesto el día que abandonaron sus viviendas.

Rico vive en la Santa Venecia desde el año 2002 y aseguró que por primera vez experimentaron una catástrofe de esa magnitud, ya que en menos de tres semanas en cinco ocasiones se les inundó todo, el agua cubrió el techo y los que tienen segunda planta también fueron alcanzados por el agua.

“Todas mis cosas quedaron bajo el agua, se dañaron en su totalidad, lo primero que hice fue sacar a mi familia de aquí porque para mí la vida es primordial, estamos viviendo con una familia, ahora estoy enfocado en ayudar a mis vecinos, ya logramos darles algunas cositas de parte de la Iglesia Asambleas de Dios de Taulabé, otras por parte de unas amigas abogadas, pero aquí hay mucha necesidad y se necesita limpiar, la mayoría continúan en albergues”.

Rico también ayuda a personas discapacidad y en su vivienda tenia sanitarios portátiles, férulas, tobilleras, entre otras cosas que iba a donar, todo se dañó.

El señor Quintín Rodríguez perdió todos sus materiales de trabajo entre los escombros y el lodo y su casa quedó completamente deteriorada.

“PERDÍ 21 AÑOS DE TRABAJO”

Iriaco Gómez, trabajó durante 21 años en una empresa y tras el despido decidió invertir sus prestaciones laborales en una pulpería, sin embargo, las tormentas le llevaron toda la inversión valorada en 100 mil lempiras.

“Con el trabajo de esos años también logré hacer mi casita, aunque perdí todo me siento tranquilo, acepto la voluntad de Dios, vamos a ver cómo hacemos para salir adelante”.

Mientras que Dorila Guzmán, esposa de Gómez, dijo sentirse muy triste por la situación, al timepo de indicar que no está tranquila porque era parte de su trabajo todo lo que perdieron y fue un esfuerzo de muchos años.

Ella tenía la tradición de hacer un nacimiento que abarcaba toda la parte frontal de la casa y el agua le llevó todos sus materiales, de forma que dijo que ya eran seis años con esa actividad y que la gente la visitaba para admirar todos los detalles que le ponía conmemorando el nacimiento de Jesús.

Iriaco Gómez perdió parte del muro de su casa. El agua estancada hizo que colapsara.

“COMO SALÓN DE BAILE”

Algunas familias que estaban en los albergues decidieron regresar a sus hogares, aunque están inhabitables, afirmaron haber logrado limpiar sus casas, pero que están “como salón de baile”, sin nada, sin embargo, tienen la esperanza de conseguir de a poco lo necesario.

“La casita de nosotros es de madera, sacamos las cositas que había y las botamos, nos quedó como salón de baile, pero lo importante es que tenemos vida, porque así como se llenó era para ahogarse”, manifestó Ada Escalante.

La señora Xiomara Aguilar comentó que también urgen de medicamentos porque se han enfermado con hongos y muchos niños necesitan calzado, ya que el lodillo y las aguas estancadas les están provocando las enfermedades y, además, no cuentan con insumos de bioseguridad y temen contagiarse de la COVID-19. (J.C.)

La gigantesca inundación provocó las pérdidas de todas las pertenencias de los habitantes de la colonia Santa Venecia, igual que en otros sectores del país.
Ada Escalante llora cada instante al ver la destrucción de su casita de madera sin tener a dónde poder ir con su familia.

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