La migración irregular en el discurso oficial

MA
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15 de diciembre de 2020
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01:04 am
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La migración irregular en el discurso oficial

Rafael Delgado

La migración irregular hacia los Estados Unidos surge cada vez más como la opción de miles de hondureños que están mal y que han perdido la esperanza de que en el futuro en sus hogares la situación mejore. La Organización Internacional para la Migración estimó que para el año 2017 fueron 1.9 millones los ciudadanos de Guatemala, El Salvador y Honduras que, en condiciones irregulares, sin visa, migraron hacia los Estados Unidos. Seguramente las cifras se habrán incrementado para los tres años que le han seguido, si tomamos en consideración los agitados acontecimientos que han ocurrido con sus impactos fatales para los ciudadanos.
Los análisis de las organizaciones especializadas atribuyen esta migración sin una expectativa clara de éxito, a problemas como la creciente violencia, la permanente crisis social y la pobreza de nuestros países. Por ello, las dolorosas imágenes de hondureños caminando, en medio de un agobiante calor o de una lluviosa noche, no son el resultado de un caprichoso deseo de irse a la aventura motivados por un coyote. Estos compatriotas huyen buscando algo diferente. Detrás está el fracaso de un país que se ha perdido en su ruta por el bienestar humano; alertando sobre la inutilidad de sus líderes en gobernar al servicio de la gente.

El grupo que mal gobierna Honduras, desprestigiado como ninguna otra administración en el pasado cercano, quiso tergiversar la migración irregular desde que explotó en forma escandalosa en años anteriores. Argumentaron falsamente que las caravanas de fines del 2018 eran promovidas y organizadas por mentes perversas, aunque sabían perfectamente bien que las causas se encontraban en lo inútil que han sido en su gestión gubernamental. Reaccionando tardíamente, tuvieron que conceder que en efecto había cosas que se tuvieron que haber hecho desde hacía mucho tiempo y corrieron a aprobar algunas medidas desde el gobierno y el Congreso Nacional para supuestamente arreglar los problemas. Al final como sabemos, todo se agotó en amagos, mezquinas iniciativas, mal enfocadas y sin ningún impacto importante en el mejoramiento de las condiciones de la gente.

Ahora, con la pandemia y los huracanes, esta forma de migrar recibe otro impulso. Rápidamente ha saltado la cúpula gobernante dándole vuelta a los argumentos. Ahora amenazan que la migración se incrementará si no se apoya al gobierno con recursos adicionales. Evidentemente se trata de una maniobra. Ya es de conocimiento que la ayuda manejada por las estructuras corruptas estatales se escurre en gran medida para abonar a la consolidación de las posiciones políticas y a los patrimonios personales de la cúpula. Por eso, importantes publicaciones ya advierten sobre esta manera de querer acceder a fondos que no extraña que vengan precisamente de un gobierno que en el pasado se ha opuesto a los mecanismos de saneamiento de la justicia y combate de la corrupción y que ahora estiran la mano pidiendo dinero. Recuérdese para el caso el desmantelamiento de la MACCIH en Honduras por parte de este gobierno en contra de los esfuerzos de algunas instancias internacionales de apoyar en el combate de la corrupción.

El futuro para el país está lleno de crecientes riesgos que fortalecerán esta tendencia hacia la migración irregular. En primer lugar, la migración en estos años reforzará la tendencia en el futuro ya que muchos emprenderán también el camino motivados a reunificar a la familia. Es decir, los que quedaron atrás querrán partir también para vivir con sus seres queridos. Además, la negligencia en implementar un plan nacional efectivo que enfrente los fenómenos del incremento en las temperaturas, la deforestación y sus consecuencias repercutirá en cosechas insuficientes, agregado a falta de empleos en las zonas urbanas. De tal forma que tendremos en el futuro fuertes desplazamientos internos, migración de las zonas rurales a las zonas urbanas, producto de la caída en las actividades agropecuarias, así como un incremento en la migración hacia el norte como último recurso para los ciudadanos. Indudablemente que se trata de una tarea estratégica que deberán iniciar en el próximo gobierno los sectores más lúcidos y sin compromisos con la corrupción del país.

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