Control de inundaciones en el Valle de Sula (parte 2)

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18 de diciembre de 2020
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12:02 am
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Control de inundaciones en el Valle de Sula (parte 2)

Por: José Rolando Sarmiento Rosales

Es muy importante y trascendental que los habitantes de los municipios yoreños de Santa Rita, El Negrito y El Progreso, vecinos de las riberas de los ríos mayores Humuya o Comayagua y Ulúa, en las tierras planas que desde Guanchías alcanzan todos los campos bananeros, fincas de palma aceitera, caseríos y aldeas que llegan hasta aldea El Naranjo, los bajos de Guaymas, el campo 45 y medio, Mezapa, donde comienza la jurisdicción de Tela, conozcan y entiendan que los riesgos de desbordamientos e inundaciones no solo provienen de los caudales de los ríos mayores mencionados, sino también de los ríos, riachuelos y quebradas que tienen su nacimiento en las altas montañas de la cordillera de Nombre de Dios, como por ejemplo los ríos Sulaco y Cuyamapa que caen a la represa de El Cajón, incrementando su caudal original, pero también los caudales de ríos y quebradas, que desde la aldea de Agua Blanca Sur, El Bálsamo, La Guacamaya, La Mina, Arena Blanca Sur, Camalote Sur, río Pelo, Corocol, Quebrada Seca, Camalote Norte,

Arena Blanca Norte, río Guaymitas, río Guaymón, río Toyos y río El Naranjo, en tiempo invernal incrementan su caudal desbordándose, que además de fuertes corrientes de aguas, arrastran los sedimentos de tierra, lodo, piedras y árboles, que bajan a gran velocidad llevándose de encuentro todo lo que encuentran a su paso, es decir, puentes, alcantarillas de aguas lluvias de las carreteras, cajas puentes, casas, tuberías de agua potable, cultivos agrícolas, ganados y pastos, advirtiendo con nuestra experiencia de tantos años y los datos recogidos por el Departamento de Ingeniería de la Tela Railroad Company en La Lima Nueva, que las aguas lluvias en tiempos de ciclones o de inviernos copiosos, provenientes de las montañas de Nombre de Dios, causan daños con sus crecientes, mucho antes de que suba el nivel del río Ulúa, que al crecer retiene las aguas venidas de las cuencas de montaña, lo que hace que su desbordamiento e inundación sea de mayores consecuencias en su margen derecha, que abarca las tierras agrícolas de los tres municipios de Yoro y del municipio de Tela, ubicados a lo largo de la cuenca del Ulúa, hasta su salida al mar.

Así que nosotros los ribereños encontraremos la solución al problema de las inundaciones, no solo con la construcción de las represas río arriba, en Santa Bárbara, sino también que en la reparación del sistema de bordos de contención y la limpieza del canal de irrigación de Guanchías, que toma sus aguas del río Humuya y desemboca en el Ulúa, muy cerca de El Progreso, además del sistema de canales de alivio Maya, Casanave y Campín entre La Lima y Omonita, San Manuel, y el Boquerón que conecta con el canal Martínez, desde la Perla del Ulúa hasta desembocar en la laguna de Los Micos en el Puerto de Tela. Por supuesto que la protección de los bosques de la cordillera de Nombre de Dios y las montañas de Mico Quemado y Santa Elena en jurisdicción del municipio de El Progreso, que normalmente son fuentes de agua para consumo humano en áreas rurales y urbanas, así como también la preservación del medio ambiente, el entorno ecológico, el pulmón de oxígeno y una amplia gama de especies de plantas de acompañamiento, musgos, hongos, animales herbívoros y aves en peligro de extinción.

Debemos sumar los municipios del departamento de Cortés aledaños a la cuenca del río Ulúa, es decir, Potrerillos, Pimienta, San Manuel, La Lima, con extensas plantaciones agrícolas de banano, plátano, caña de azúcar y frutales, así como ganadería, granjas avícolas y porcinas, que al igual que sus permanentes vecinos de Santa Rita, El Progreso, El Negrito, sufren la amenaza de los desbordamientos y las inundaciones, con daños millonarios a sus cultivos, viviendas, edificaciones comerciales, vías urbanas, carreteras, puentes, alcantarillas de aguas lluvias, sistemas de abastecimiento de agua potable, alcantarillados sanitarios y de aguas pluviales, centros educativos, paralización de actividades económico productivas agrícolas, agroindustriales, industriales, municipales, servicios de salud y las instalaciones vitales y estratégicas del Aeropuerto Internacional Ramón Villeda Morales, sede de la base aérea Armando Escalón Espinal.

Pese a que algunas de las concesiones otorgadas por el Estado de Honduras a la transnacional bananera cesaron hace algunos años, y a la reducción de operaciones de siembra, cosecha y exportación, sería interesante establecer qué corresponsabilidades le competen, como antiguamente ocurría, con su equipo pesado de dragas Bucyrus Erie, mariones, tractores, volquetes y aplanadoras, con su Departamento de Ingeniería y Obras Hidráulicas, en el mantenimiento del sistema para contener inundaciones.

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