300 familias pasarán la navidad sin vivienda

ZV
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19 de diciembre de 2020
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05:20 am
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300 familias pasarán la navidad sin vivienda

Cerros de basura y lodo, más las casas destruidas, impiden a las familias regresar.

Las fuertes corrientes que rompieron el Canal Maya y Marimba, alimentados por los ríos Chamelecón y Ulúa respectivamente, se juntaron y arrancaron techos, paredes y casas completas tras su paso por la colonia San José, en el municipio de La Lima, Cortés. El resultado, al menos 300 viviendas inhabitables.

Autoridades han informado que luego del paso de las tormentas Eta y Iota, al menos tres millones de ciudadanos fueron perjudicados, y el Valle de Sula figura como la zona cero en cuanto a considerable devastación.

Si bien es cierto, las inundaciones provocaron llenas en la mayoría de estas casas haciendo perder pertenecías a sus dueños, hay una porción de ellos que están en peores condiciones pues en donde antes estaban sus viviendas, ahora solo hay ruinas luego que las imponentes corrientes destruyeran los patrimonios que por años lucharon por construir.

No hay esperanza de que el 24 y el 31 lo pasarán en sus casas.

Juan Antonio Ramírez, miembro del patronato de la referida localidad, contó la odisea personal que vivió al casi perder a cinco de sus hijos y ocho nietos cuando quedaron atrapados en el techo de un segundo piso, y de igual forma la pesadilla que más de 300 familias sufren luego de perder todo y que por ahora, abundando muchas necesidades, asegura estar diezmado en cuanto a ayudas.

“Esta es una verdadera catástrofe para nosotros, yo no dormía ni comía porque mis hijos y nietos estuvieron cuatro días atrapados en el techo de una segunda planta; eso fue duro para mí”, dijo conmocionado, al tiempo de decir que de las 300 familias que habitan en el lugar, el 90 por ciento perdió el techo de sus casas, sus muebles no sirven, a muchos ni la casa les quedó y hasta ahora les ha tocado estar en champas y durmiendo la mayoría en el suelo.

Aseguró además que no han podido retornar a lo que quedó de sus casas por la abundancia de lodo, pero también al no contar con agua ni energía eléctrica, no pueden limpiarlas.

No hay “luz”, ni agua potable.

“Nos donaron una bomba de agua, pero como funciona con gasolina, se ha convertido en un gasto y la gente tiene otras prioridades. Los vecinos duermen en sus champitas que hicieron en el bordo y de día busca limpiar un poco sus viviendas”, lamentó.

Por otra parte, Patricia Cáceres lamentó el hecho de haber perdido por completo la edificación de su casa, “el agua se llevó mi casa completa, no pude sacar nada, solo la ropa con la que salí. Ojalá y las personas de buen corazón o las autoridades vengan y nos ayuden con ropa, comida o algo para, aunque sea, edificar una champitas”, acotó al tiempo de mencionar que junto a ella vivían dos familias más.

Al igual que ella, Sandra Cáceres, una joven en estado de embarazo, dijo que “yo tenía mi cuarto, pero la corriente la arrancó y se llevó todo, incluso lo que le había comprado a mi bebé que está por nacer.

La única fuente de agua, en la que se pueden asear, proviene de un nacimiento.

Por ahora nos toca dormir en una colchoneta. Pedimos a las autoridades que no se olviden de nosotros, que se acuerden que estamos aquí con muchas necesidades y que se han empeorado por la cantidad de zancudos y el peligro a las enfermedades por la suciedad”.

Indicó tras decir que necesita una cama para estar cómoda, ropa, agua, repelentes y comida. Sandra refirió además que por las inundaciones perdieron sus trabajos y ahora solo están con lo que logran conseguir con las donaciones.

Otro de los perjudicados en don Mercedes López, quien aseguró estar pasando lo peor de su vida “hemos vivido lo que nunca habíamos vivido, yo pasé el Mitch, pero esta vez fue devastador. Hay mucha destrucción y eso ha perjudicado en todos los aspectos, tanto en salud, vivienda, emocionalmente y físicamente”.

Entre sollozos pidió “nosotros deseamos que la gente de buen corazón nos ayude, pero háganlo personalmente porque han mandado ayudas y éstas no han llegado a nosotros. Estamos bien mal y necesitamos hoy más que nunca que nos apoyen para poder empezar a levantarnos”, suplicó.

De acuerdo con el reporte de locales, al menos unas 80 casas fueron destruidas en su totalidad; solo de la colonia San Juan fueron 50 y el resto de los alrededores. (Por Eleana Enamorado)

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