Atípica… ¡pero ya será Navidad!

ZV
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19 de diciembre de 2020
/
12:32 am
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Atípica… ¡pero ya será Navidad!

¿Se acuerdan de estas figuras navideñas? Daban el ambiente festivo en donde se reunían las familias para esta época. Estaban instaladas en el mirador frente a El Birichiche. Desaparecieron.

  • ¿Cómo fue el año pasado? ¿Cómo eran antes? Las tradiciones se mantienen. Algunas amas de casa, para no “matarse cocinando”, prefieren comprar la tradicional pierna de cerdo, pavo o pavipollo horneado.
  • Mientras en la periferia, una covacha envuelve a una familia indigente que no tiene, igual que muchos “ayeres”, nada para cenar. Una noche más. Igual.
  • Antes. Después del abrazo de las 12, a las discos hasta amanecer bailando. Hoy ya eso es historia…

¡Hola! Mis amables lectores adonde se encuentren. El calendario se deshoja. El próximo jueves ya será Navidad. Y muy pronto estaremos en Año Nuevo. El paso inexorable del tiempo.

¿Quién iba a pensar el año pasado, para estas fechas, que viviríamos un nuevo año de tragedia? Detrás del abrazo, beso navideño y de aquel ¡feliz año nuevo! Cohetes, luces, música, cena, alegría… el 2020 esperaba. Y deparaba para el olvido.

Aires fríos acompañan esta temporada. Pero el calor familiar, por mucho que se diga, espera. Aunque con las consabidas medidas de bioseguridad. Recuerdos no gratos de un fatídico año, ¡ya se va el viejo feo!

Causa tristeza por obvias razones. Celebraciones a medias porque no deparó lo que se esperaba en todos los aspectos. Atípica… ¡pero ya será Navidad! Y nos dejará este viejo…

Festejo. Las noches de Navidad y Año Nuevo. A pesar de la prohibición, siempre se deja escuchar el estruendo de cohetes y morteros.

MEJOR…

Qué nos queda. Mejor pasemos a recordar. Para estas nuevas generaciones y a las maduritas les recordamos que en décadas pasadas los grupos musicales que había en buen número en la capital, tenían trabajo. Este año han pasado silenciadas sus gargantas e instrumentos.

Se las están jugando con los pocos convivios. Hoy sobreviven solo los “combos”. Llaman a amigos para amenizar. Las grandes discomóviles y DJ ya no están. Ahora con una computadora es suficiente. Poniendo la música que le gusta al supuesto DJ, no al público.

La tradición era que las familias se reunían en la cena navideña y pasadas las doce de la noche se alistaban a asistir a las fiestas bailables. Uno de los centros de mucho “caché” en la capital era La Belle Epoque del Hotel Honduras Maya.

Elegante. Así era La Belle Epoque del Hotel Honduras Maya que se engalanaba para estas festividades. Aquí se presentaron una pléyade de artistas extranjeros famosos en los 70.

Contrataban buenos grupos, algunos venidos de la costa norte. Sus gerentes Horst Shiftan y Helmut Seidel organizaban veladas inolvidables. Ya fallecieron, lamentablemente.

Otro de los sitios preferidos en cuando a “discos” se trataba era “La Casona” en avenida Cervantes, Moore Disco Dancing cerca del parque Finlay. Restaurantes con música en vivo para el “bailongo” como “Los Pacos” en avenida Máximo Jerez, La Terraza de Don Pepe, en avenida Colón.

El Centro Social Universitario y el salón del Club de Leones en barrio Morazán, eran otros de los epicentros para festejar la Navidad de la madrugada del 25 de diciembre y primero de enero. Las veladas bailables eran hasta altas horas de la mañana. Años 70. Entrada: 5 lempiras por persona. Hoy todo eso… es historia.

Todas tenían una particularidad: No contaban con estacionamiento. Como la mayoría de jóvenes de aquel entonces no teníamos vehículo, no era un problema. Hoy es imprescindible el parqueo por la creciente flota vehicular.

Nacimiento. 1937. Atrio de la Catedral Metropolitana. Aquí también se vendían cohetes, “chiriviscas” y árboles de pino. Nótese a los caballeros y damas bien vestidas.

MATICES

Consultados varios especialistas de la conducta humana, coincidieron que esta época navideña provoca diversas reacciones en los humanos. Dependiendo cómo nos haya tratado el año que está por terminar. Y no digamos este que -gracias a Dios- ya se va.

La juventud despreocupada “la vive” a su manera entre copos de cerveza y el vulgar reaggetón. Son las mujeres adultas -dijeron- las que tienden a deprimirse para estas épocas, por la situación económica. Más ahora.

Los hombres en su mayoría se refugian en el alcohol para mitigar algunas penas. Otras familias sienten nostalgia por la pérdida de algún ser querido. En las diversas circunstancias que nos deparó este mal año.

Por otro lado, muchos acusan frustración por que no cuentan con suficiente dinero “para pasarla como los demás”. Serían los niños- complementó un psicólogo amigo- quienes gozan más de la Navidad ya que los mayores tendemos a acordarnos más de lo malo que lo bueno que nos pasó.

Unos apoyamos la medida que en estas fechas no se queme pólvora como en el pasado, evitando que haya más niños quemados, que deriva de la irresponsabilidad de los mismos padres de familia. En otro aparte, algunos opinan que Navidad sin petardos, sin morteros, “no parece Navidad”.

Siempre implementan la ley prohibitiva para la quema de pólvora. Todos los años resulta “papel mojado”. En Nochebuena y fin de año truena la capital y en todo el país.

“La Casona”. “Disco” que era muy concurrida en las madrugadas del 25 de diciembre y 1 de enero. Ya es historia.

Y…

Las tradiciones se mantienen. Algunas familias para no “matarse cocinando”, prefieren comprar la tradicional pierna de cerdo horneada. En otro lado, alguna ama de casa estará afanada en la cocina elaborando la cena navideña.

Mientras en la periferia, una covacha envolverá a una familia indigente que no tendrá, igual que muchos “ayeres”, nada para cenar. Será una noche más. Igual.

Que el mensaje cristiano, la señal de júbilo por el nacimiento del Niño Dios sea bendición para todos ustedes. Y por la radio pegajosamente se deja escuchar una y otra vez: “Yo no olvido el año viejo…”. Y como olvidarlo. Por desastroso.

Y por hoy hasta aquí. Hemos dejado otra HUELLA imborrable con ambiente de Navidad. Que nos rodee la paz y armonía entre la familia hondureña y amigos. De todo nos ha pasado. Pero Dios no castiga a sus guerreros. Los prueba…

A solo 4 días… y a pesar de todo… ¡FELIZ NAVIDAD!

Que Dios nos brinde bienestar en lo futuro.

Terraza de Don Pepe. Tenía música en vivo. Al morir su dueño, desapareció.

(Comentarios y más a mi correo: [email protected]. Y en mi muro en FB)

CASI LO MISMO…

Pero se mira casi lo mismo. Bullicio, prisa, congestionamiento, estrés, consumismo. Muchos ya vieron volar los aguinaldos en ese mar de clientes en los supermercados, tiendas, mercados. Comprando “a lo loco” sin pensar en enero.

Eso lo aprovechan algunos negocios -no todos por suerte- brindando “ofertas” mentirosas. Engañan a sus clientes haciendo aparecer en oferta algunos artículos que tienen el mismo precio de siempre. Sin que la tal Fiscalía del Consumidor haya actuado alguna vez.

Y si hablamos de comidas, que le caigan a muchos restaurantes de chinos que no dan el descuento a las personas de la tercera edad. “En río revuelto ganancia de pescadores”.

La mayoría somos atrapados en el asfixiante tráfico vehicular. Largas colas por doquier y a cualquier hora. Esto ha sido otro examen fallido para el alcalde “Tito” y compañía. Poco o nada ha aliviado esos mastodontes de cemento.

Aunque la intención es buena, ha faltado creatividad, profesionalismo, supervisión. Muchos puentes a desnivel van a dar al mismo sitio. Nada más que usted va por arriba y otros por abajo. O al revés.

Súmenle que aún hay obras inconclusas sin señalización y la gente anda perdida. Incluso en esos redondeles que pocos saben quién lleva la vía. En fin… Navidad atípica y las improvisaciones de siempre de nuestras autoridades.

El hombre podrá tener buenas intenciones, pero quienes lo rodean son solo activistas que han reclamado con trabajo su pega de afiches y gritos de campaña. Muchos -no todos por supuesto- sin la más mínima capacidad para esos puestos de dirección y acción. Sigue el maíz a peso.

Lo bueno es que ya se va este AÑO… ¡VIEJO FEO!

Moore Disco Dancing. Otra de las preferidas de la juventud de los setentas. Para estas fiestas se bailaba hasta el amanecer. Ya tampoco existe.
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