Sin ideas hasta la salida de Marco Asensio al terreno de juego por una lesión del brasileño Rodrygo, el Real Madrid, plano, sin fluidez y bastante previsible, superó al Granada 2-0 gracias a la electricidad de un jugador que mostró parte del nivel que parecía oculto y a un remate de cabeza de Casemiro.
Noticias Relacionadas: Elche frena marcha triunfal del Real Madrid