En comida, pólvora, ropa y bebida “quemaron aguinaldos”
Hombres y mujeres inundaron los mercados buscando ofertas y viendo qué llevar a la casa.
Los capitalinos “estiraron” los aguinaldos para celebrar el nacimiento del Señor Jesús la noche del 24, comprando los estrenos y alimentos a última hora en mercados de Comayagüela y supermercados de la capital y demás ciudades del país.
Este año fueron menos los trabajadores que recibieron el décimo tercer mes de salario como pago extraordinario que gozan aquellos que tienen un empleo formal, pera esta temporada circulan más de 16 mil millones de lempiras extras en la economía.
Pero debido a la contracción económica de -10 por ciento del PIB, se calcula que en el sector privado cayó a menos de 6,000 mil millones la cifra desembolsada, mientras que el gobierno si cumplió a pesar de una reducción en los ingresos del 26 por ciento.
Sin embargo, algunos capitalinos se pusieron a trabajar y a incursionar en diferentes áreas con el fin de obtener dinero y poder llevar a la mesa las piernas de cerdo, los pollos rellenos, el pavo, las torrejas, los nacatamales, el ayote y rosquillas en miel.
Variedad de precios, así como de mercadería, fue lo que los vendedores ambulantes pusieron a disposición de los visitantes quienes recorrieron por varias de las avenidas de Comayagüela, buscando los precios más accesibles a sus bolsillos.
LA CENA NAVIDEÑA
Sin dejar a un lado las manzanas, las uvas y las peras, los vendedores mantenían estas frutas alusivas a la festividad a diferentes precios y tamaños, ajustadas al bolsillo del comprador. Desde diez a 25 lempiras se podía cotizar una manzana roja, de 65 lempiras en adelante la uva roja y desde 20 lempiras las peras.
Además de comprar los ingredientes para preparar una cena de Nochebuena, muchos fueron a buscar sus estrenos a los diferentes puestos que se encuentran en la Quinta Avenida de Comayagüela, algunos sin temor a contagiarse de coronavirus que ya mató a más de 3,000 personas a nivel nacional.
Otros para alegrar la fiesta y recordar en años anteriores en los que el baile y la bebida a sus anchas estaban a la mano, decidieron abastecer sus refrigeradoras con cervezas, vinos, vodka, refrescos para ponerle un toque de alegría en medio de tanto dolor que ha dejado la partida de un ser querido con el cual para estas fechas brindaban y celebraban el nacimiento del niño Dios.
No obstante, algunos hombres que hacían “tour” por las calles inundadas de vendedores y compradores, “quemaban” sus últimos ahorros comprando volcanes, chispitas, luces de bengala, morteros, cohetes, entre otros fuegos artificiales los cuales harán tronar la capital a las 12:00 de la noche.
De acuerdo a lo que explicaba un joven, de 28 años de edad, que se encontraba tallándose un pantalón y camisa, le tocó jalar bultos de los camiones que descargan verdura en el mercado Las Américas para poder comprarse sus estrenos y el de su hijo de siete años. Contó que perdió el empleo debido a la pandemia, por lo que le tocó optar por el empleo informal.
Doña Fany, una señora que buscaba los ingredientes para preparar unas deliciosas torrejas, contó que recorrió varias calles de los mercados hasta encontrar la rapadura de dulce ideal que estuviera un poco “rubia” y no tan quemada.
Así como los otros ingredientes como canela, clavos de olor y el pan apropiado para ir a prepararlas y comer en su casa. Sin embargo, detalló que compraría uvas, pasas, así como leche descremada, evaporada y condensada para hacer torrejas de leche. Precisó que a pesar de todo… no debe de haber tristeza en los corazones de las personas, ni pobreza tampoco, lamentarse no sirve de nada, lo que hay que hacer es salir adelante, aconsejó. (XM)
