Eso era antes… Después de las 12 de la noche… a las “discos”

MA
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26 de diciembre de 2020
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12:24 am
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Eso era antes…  Después de las 12 de la noche… a las “discos”

“Mad Max. Así se llamaba una “disco” que operó en este local cerrado de Barrio Abajo.

Esta atípica Navidad y fin de año fue y será en casita… solo con los nuestros.

¡Hola, hola! Amables lectores. Nuevamente con ustedes. Esperando hayan pasado una feliz noche de Navidad en familia, regocijados por el nacimiento del Niño Dios.

Rogando que este nuevo año sea de recuperación en todos los sentidos. Por lo que hemos sigo golpeados todos. De una u otra forma. Y que quede para el olvido este “viejo feo” 2020.

NAVIDADES Y AÑO NUEVO

Un ayer. Después de la cena navideña de las 12 y de fin de año, la juventud se volcaba en las “discos”. Muchos de ustedes vivieron sus experiencias en aquellas noches y madrugadas alegres de la capital.

Tantas anécdotas afloran de aquellos tiempos mozos. Todo el tiempo, las “discos” permanecían abiertas desde temprano y cerraban cuando los rayos del sol aparecían. “Hasta las 5 de la mañana”.

Funcionaban todos los días de la semana. No había entonces restricciones. Tampoco sonados sobresaltos. No se escuchaban noticias de hechos delictivos y sangrientos en esas heladas, pero, relativamente, más seguras madrugadas.

Terminada la bailada, junto a la “grulla” (grupo de amigos y amigas) muchas veces nos veníamos a pie hacia nuestros alejados barrios. Ya vaciados los bolsillos que habían tocado fondo (“hules”, papa) al haber dejado el poco “pistillo” y las alegrías en aquellas pistas de baile.

A las damitas se les dispensaba mucho respeto. Muchas de ellas prestadas por sus padres para su cuidado. Eran otros valores. Era otra Honduras.

Antigua Escuela Superior del Profesorado. Aquí también se celebraban fiestas en su primer patio. Hoy oficinas de la Alcaldía Municipal en el centro capitalino.

¿RECUERDAS?

Estaba en apogeo un actor bailarín de música disco, John Travolta, con su película “Fiebre de sábado por la noche”. 1977. Por todos lados se escuchaba y bailaba la música de Los Bee Gees que fueron los que les dieron vida a los temas de la cinta.

Un año antes, en 1976, con la también salida de este rotativo, LA TRIBUNA, habíamos fundado “Multicolores Pops”, LA PRIMERA SECCIÓN DE ESPECTÁCULOS EN HONDURAS que desde un comienzo se llenó de éxito por el apoyo a las inquietudes de la juventud de entonces. Pioneros en este campo.

Formamos infinidad de grupos de baile “disco” al tenor de esta “fiebre”. Sus pistas servían de escenarios para estos concursos que organizamos con premios muy especiales para los bailarines que vinieron de todo el país. Toda una revolución y entusiasmo joven.

Con la llegada de la inmediatez de la Internet esta vuestra sección tuvo que desparecer después de intensos 28 años en el gusto juvenil. Todo un récord hasta ahora no superado.

Después surgió la oportunidad de seguir sirviéndoles con estas HUELLAS. En otro formato, para otros segmentos. Con gran aceptación, gracias a ustedes.

DISCOS

Abandonado. Centro Social Universitario. Hecho ruinas está desde hace tiempo el que fuera epicentro de muchas veladas bailables. Más en las fiestas decembrinas.

Hablando de las discos. Allá por la zona del final de la pista del aeropuerto Toncontín, en una lomita funcionó “El Vencedor”, luego sería “Bocaccio 3000”. ¿Quién no bailó en… “El infierno”? Después esta zona devastada para la caída de aviones con mayor seguridad.

Frente a la terminal aérea, estuvo “Rimayos” que después sería “Menergy”. Cerquita del parque Finlay, en la zona de La Ronda, existió en los años setentas una “disco” muy famosa. “Moore Disco Dancing”.

Enfrente de hoy Banadesa (antes Banco Nacional de Fomento) abrió “Bocaccio 2000”. En la zona de Guacerique estaba “Play Boy”. En la de El Obelisco funcionó “La naranja mecánica”.

Que se recuerde, esta sería la primera que tuvo una pista multicolor. La idea era emular a la que aparecía en la película de John Travolta. Aunque no electrónica como aquella.

Lo curioso y anecdótico de esta disco es que la base de dicha pista era transparente. En forma de pecera. Se podían ver, a los pies de los bailarines, los pececitos nadando. Imagínense los pobres con tanto “zapateo”. (¡!)

Vámonos al centro capitalino. ¿Usted bailó en “La casona” que después pasó a ser “Casa vieja”? Esquina opuesta al hoy Ministerio de Finanzas. ¿Y en Mad Max? Funcionó en Barrio Abajo, ahí por parque Herrera.

BAILES

Colegio de Peritos Mercantiles. Barrio Morazán. Aquí amenizaban los grupos nacionales en su época de auge.

Los amenizaban y estaban en su apogeo el grupo RO-AR. Los Payros, Chico Lara y compañía. No se puede dejar de mencionar a los “One” quienes junto con su líder Carlos Arturo Rubio (QEPD) permaneció en los escenarios durante muchas décadas. Cuando él fallece, muere el grupo.

Al desaparecer los RO-AR surgió otra agrupación, también de gran calidad y profesionalismo. Los Brass. Casi todos eran profesionales universitarios. Desde la costa norte se dejaba venir el “Grupo H”, que en un principio fue rockero. Con el tiempo se convertiría en “Banda Blanca”, reteniendo a “Pilo” Tejeda y Óscar Galindo.

Estos “bailongos” de los sesentas y setentas se realizaban en distintos lugares. Existían muchos en ese entonces en la capital. Los populares eran el Centro Social Universitario, en las antiguas instalaciones de la Escuela Superior del Profesorado, Club de Leones.

En el hotel Marichal se realizaban muchas reuniones bailables privadas. La crema y nata de la sociedad danzaba en el Duncan Mayan, Chico Club (hoy aquí Duncan Mayan). Al son de famosas orquestas y finos licores, altos personeros del gobierno y diplomáticos se reunían para para pasar la Nochebuena y de fin de año.

Esa gente del ayer pasaba momentos de solaz esparcimiento con orquestas como la “Toño” Medina, Rivera Zúñiga, la “Vedel” que fue de nuestro padre (QEPD). O noches romanticonas con tríos como “Los fantasmas” y “Los catrachos”, entre otros.

Y…

Quedan muchas más sobre las que escribiré en próximas entregas. Incluyendo otras que se instalaron en Comayagüela, en el centro y bulevar Morazán.

Épocas de sano entretenimiento de aquellos años… que no volverán. Era otra Honduras, mis queridos amigos.

Nos leemos el otro sabadito si Dios quiere. Hemos dejado otra HUELLA histórica de aquel ambiente navideño. En el pedregoso camino de un ya largo trajinar. Y faltan pocos días para que se vaya este “viejo feo” … 2020.

John Travolta. En la portada de la cinta que lo encumbró en los años 70. Su música se bailó en nuestras “discos”.

QUE DIOS NOS CUIDE Y BENDIGA A TODOS
Comentarios y más a mi correo: [email protected]. Y en mi FB (Carlos Arturo Matute).

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