El Año Nuevo. El 2021

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31 de diciembre de 2020
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12:02 am
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El Año Nuevo. El 2021

Por: Jorge Roberto Maradiaga
Doctor en Derecho Mercantil, catedrático universitario y especialista en Derecho Aeronáutico y Espacial.

Arribamos al final del año 2020, con el cual concluye a su vez la segunda década del presente siglo. Ha pasado la Navidad con los hogares llenos de alegría, por las especiales celebraciones que se realizan, así como el disfrute de exquisitas comidas propias de la temporada. En todo caso debemos reconocer que ha habido algunas limitantes como producto de la pandemia COVID-19, así como el impacto negativo de huracanes Eta e Iota.

El Año Nuevo, así como la Navidad y la conmemoración del nacimiento de Jesús, es una celebración que varía de acuerdo con la cultura de la región en la que se celebra, sin embargo, es costumbre compartir este día en familia, disfrutando de buena música, de platos autóctonos navideños y de fuegos artificiales. Obviamente, la fiesta de Año Nuevo está íntimamente relacionada con la celebración de Nochebuena y Navidad. Debido a la cercanía entre todas estas fiestas, en gran parte del mundo se considera a la última semana del año como inicio del período de vacaciones.

El origen de esta fecha tiene que ver con una modificación que impuso la Iglesia Católica hace 436 años. Fue el papa Gregorio XIII quien cambió el calendario en 1582 para que lo adopten todos los países católicos. Entre los primeros estuvieron España, Italia y Portugal.

De momento todo se centra en el advenimiento del Año Nuevo. Hoy más que nunca, todos deseamos que el Año Nuevo nos depare un futuro mejor, que se superen todas las dificultades, obstáculos, sinsabores y malos momentos vividos durante el año que se va (2020). A pesar de la crisis vivida, todo mundo se prepara para su celebración, convencidos de que es saludable y constructivo fincarse nuevas expectativas personales, familiares y profesionales, en la esperanza de que todo lo que no se pudo materializar el año que hoy finaliza, se pueda hacer durante el nuevo año, superando con inteligencia y visión todos los obstáculos o valladares que puedan presentarse.

Indudablemente, la celebración de Año Nuevo es una de las principales celebraciones en el mundo. Aún con algunas limitantes, grandes eventos (hoy en día con grandes restricciones) se realizan en las principales ciudades del mundo, durante la que se conoce con el nombre de Nochevieja (31 de diciembre). Hay ciudades o países que tienen una gran connotación por las particularidades del evento, así, por ejemplo, en Nueva York la celebración se concentra en torno a una gran bola de cristal que desciende sobre una multitud, o miles de asistentes en Times Square, lo que se ha convertido ya en una tradición.

La tradición de la celebración del Año Nuevo y previamente el de la Nochevieja es casi tan antigua como la humanidad, pero cambia de fechas y modo de celebrarla de acuerdo con los diferentes tiempos y culturas. Lo que siempre se mantiene intacto es el espíritu de celebración de los hombres y mujeres y la esperanza de que el próximo año sea mejor. Quiera Dios que ello sea una realidad y que efectivamente ocurra en nuestra querida Honduras, para el bienestar de todos.

En el contexto de la celebración del Año Nuevo, es común y corriente que justamente a las 0:00 del uno de enero se proceda al descorche de una botella de champán, al tiempo que se producen los famosos brindis dando la bienvenida al Año Nuevo y augurando para los concurrentes el mejor de los parabienes.

De conformidad con la literatura y en honor a lo que ocurre en diferentes partes del mundo, se ilustra con algunas de las denominadas cábalas que más se realizan así: “La tradición de las 12 uvas: en el sitio que ocupa cada comensal se coloca previamente una pequeña copa con 12 uvas y, de acuerdo con el ritual, se debe comer una uva por cada una de las 12 campanadas del reloj. Idealmente seis verdes y seis moradas. De esta forma, los anhelos y aspiraciones se hacen realidad… por lo menos eso dicen. Sentarse y volverse a parar con cada una de las doce campanadas: trae matrimonio”.

Agregan: Recibir el Año Nuevo con dinero dentro de los zapatos: trae prosperidad económica. Poner un anillo de oro en la copa de champán con la que se hará el brindis: te asegurarás de que no falte el dinero. Encender velas de colores: las azules traen la paz; las amarillas, abundancia; las rojas, pasión; las verdes, salud; las blancas, claridad; y las naranjas, inteligencia. Repetir en voz alta o mentalmente la frase “voy a ser feliz este año” junto a las doce campanadas. Si se sale a la calle, tratar que la primera persona que se vea sea joven, ya que mientras menor sea, mayor será la felicidad. Quemar al muñeco “viejo”: para desprenderse de las cosas malas del año que termina. Es necesario hacer un muñeco con la ropa vieja. Se debe poner en un lugar sin riesgos de incendio. A medianoche se le prende fuego.

Al iniciar el año 2021 se torna un imperativo, el tomar conciencia de la realidad que vivimos, de nuestra situación familiar, social, económica, política, cultural, etc. y por ello, cada persona debe trazarse metas que hasta ahora no ha podido alcanzar y forjarse el firme propósito de lograrlas durante el Año Nuevo. Feliz Año Nuevo.

E-mail: [email protected]
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