2021 – ¿Continuarán las sombras de un mundo cerrado? ¿Habrá sueños que se rompan en pedazos?

MA
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3 de enero de 2021
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01:14 am
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2021 – ¿Continuarán las sombras de un mundo cerrado?  ¿Habrá sueños que se rompan en pedazos?

La gente del campo fue el mejor aliado de la población durante la pandemia del 2020.

Autor: Luis Alonso Gómez Oyuela
Email: [email protected]

DANLÍ, El Paraíso. Dejamos atrás un año que para el mundo era augurio de perspectivas halagüeñas pero de pronto, un virus sacudió a la humanidad, provocando desconcierto, temor y frustración. Una sacudida de la que todavía no logramos reponernos y de corolario dos tormentas tropicales que dejaron a su paso destrucción y muerte, miles de familias sin hogares que todavía hoy, a inicios de este nuevo año sufren las inclemencias del tiempo y el abandono.

El papa Francisco, en la Encíclica “Fratelli Tutti”, sobre la fraternidad y amistad social, escrita y divulgada en noviembre, en el primer capítulo: “Las sombras de un mundo cerrado”, expresa: “Sin pretender realizar un análisis exhaustivo ni poner en consideración todos los aspectos de la realidad que vivimos, propongo solo estar atentos ante algunas tendencias del mundo actual que desfavorecen el desarrollo de la fraternidad universal.

Sueños que se rompen en pedazos. Durante décadas parecía que el mundo había aprendido de tantas guerras y fracasos y se dirigía lentamente hacia diversas formas de integración. Por ejemplo, avanzó el sueño de una Europa unida, capaz de reconocer raíces comunes y de alegrarse con la diversidad que la habita. Pero la historia da muestras de estar volviendo atrás. Se encienden conflictos anacrónicos que se consideraban superados, resurgen nacionalismos cerrados, exasperados, resentidos y agresivos. En varios países una idea de la unidad del pueblo y de la nación, penetrada por diversas ideologías, crea nuevas formas de egoísmo y la pérdida de sentido social enmascarada bajo una supuesta defensa de los intereses nacionales”.

El abandono de las personas mayores en la pandemia, un acto de crueldad.

En el párrafo 19, agrega, que la falta de hijos, que provoca un envejecimiento de las poblaciones, junto con el abandono de los ancianos a una dolorosa soledad, es un modo sutil de expresar que todo termina con nosotros, que solo cuentan nuestros intereses individuales. Así, “objeto de descarte no solo es el alimento o los bienes superfluos, sino con frecuencia los mismos seres humanos”. “Vimos lo que sucedió con las personas mayores en algunos lugares del mundo a causa del coronavirus. No tenían que morir así. Pero en realidad algo semejante ya había ocurrido a causa de olas de calor y en otras circunstancias: cruelmente descartados.

No advertimos que aislar a los ancianos y abandonarlos a cargo de otros sin un adecuado y cercano acompañamiento de la familia, mutila y empobrece a la misma familia. Además termina privando a los jóvenes de ese necesario contacto con sus raíces y con una sabiduría que la juventud por sí sola no puede alcanzar.

En el párrafo 20, el Papa, hace énfasis en el descarte impuesto, no solo por el coronavirus, sino por otros factores, como la obsesión por reducir los costos laborales, que no advierte las graves consecuencias que esto ocasiona, porque el desempleo que se produce tiene como efecto directo expandir las fronteras de la pobreza. El descarte, además, asume formas miserables que creíamos superadas, como el racismo, que se esconde y reaparece una y otra vez. Las expresiones de racismo vuelven a avergonzarnos demostrando así que los supuestos avances de la sociedad no son tan reales ni están asegurados para siempre”. (Encíclica Fratelli Tutti).

A partir de la segunda quincena de marzo, experimentamos un panorama sombrío por la presencia inesperada del coronavirus, conocido después como COVID-19. Confinamiento total, la muerte rondando sin misericordia y como lo menciona el Papa, lo más triste, el descarte de que fueron objeto las personas contagiadas, al grado tal, de llegar a los extremos de la estigmatización en contra de los que sucumbieron en los hospitales alejados de sus parientes y sepultados por extraños en los cementerios.

Las perspectivas para producción del 2021 depende de los emprendedores.

Vimos partir a la distancia a familiares y amigos. El morbo fue creciendo en la medida que el virus se expandía. Los medios electrónicos narrando con lujo de detalles la salida de los fallecidos con destino directo a los cementerios sin importarles el dolor de los familiares, cuyas imágenes de dolor y desesperación eran difundidas como noticia de primer orden, donde el espíritu de solidaridad y amor fraterno como lo señala el Papa, dejó al descubierto nuestras falsas seguridades.

¿Qué nos espera el 2021? ¿Habremos cambiado nuestra mentalidad? Apenas iniciamos el año, todavía hay incertidumbre, el virus no se ha ido y tal como lo dice la Organización Mundial de la Salud (OMS), el virus vino para quedarse. Sin embargo, el futuro de Honduras no depende de lo que haga el gobierno porque ya quedó demostrada su incapacidad, no se construyeron los 90 hospitales, a escasos dos meses y medio de haber ingresado el virus, los hospitales móviles, ¿dónde están? Salvo uno que opera a medio vapor en San Pedro Sula.
La producción en el campo no se detuvo, siempre hubo alimentos para la población. Las tormentas tropicales destruyeron los cultivos, la caficultura seriamente dañada, el comercio funcionando a medio vapor, el sector informal de la economía está quebrado. Lo que viene es incierto, pero lo que resta por hacer depende de cada hondureño.

2021, el año del bicentenario, también de elecciones internas y generales, esto; en caso que los “generales”, resulten apoyando la prolongación del gobierno por asuntos de seguridad nacional. Volver a la escuela, el colegio y la universidad se convierte en un desafío total, pero habrá que hacerlo por el bien de Honduras.
“En esta pugna de intereses que nos enfrenta a todos contra todos, donde vencer pasa a ser sinónimo de destruir, ¿cómo es posible levantar la cabeza para reconocer al vecino o para ponerse al lado del que está caído en el camino?”.

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