Imperfecta, pero es la mejor

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3 de enero de 2021
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12:02 am
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Imperfecta, pero es la mejor

Por: Óscar Antonio Oyuela Castellón

Ha quedado demostrado a lo largo de la historia que las formas de dictadura totalitaria: fascismo, nacionalsocialismo y el comunismo marxista, incluso, el socialismo del siglo XXI, cuyo ideólogo Heinz Dieterich critica al régimen dictatorial venezolano por seguir directrices equivocadas de los Castro con estrategias “fuera de la realidad”, son un total fracaso, en cambio, la democracia es sinónimo de libertad y prosperidad.

Aun con todas sus imperfecciones, reconocidas en la obra “El contrato social”, Jean Jacques Rousseau, afirmó que “si hubiera un pueblo de dioses, se gobernaría democráticamente”, pero eso no es posible en la vida terrenal, cuya conducción la tienen hombres, algunos virtuosos pero la mayoría ambiciosos, mentirosos y otras bajezas que se ponen al descubierto en ascender a las más elevadas posiciones de poder en la administración pública que, la mayoría de las veces, hacen del erario público su fuente de enriquecimiento familiar y partidario. Montesquieu advirtió que “todo hombre que detenta el poder tiende a abusar de él, va hasta que encuentra límites”, y plantea la división de los poderes Legislativo, Judicial y Ejecutivo para que con sus respectivas facultades constitucionales y enmarcado en valores tradicionales de moralidad y ética se controlaran entre sí, pero cuando solo uno de ellos monopoliza el poder, deja de ser democracia para convertirse progresivamente en una dictadura de cualquier tendencia, desbaratando el Estado de derecho empezando por silenciar la prensa independiente, arrebatando la vida y bienes de la oposición e imponiendo un modelo económico y social esclavizante.

Estados Unidos de América se enriqueció de aquellas luminarias del siglo de las luces y los padres fundadores con su sabiduría establecieron un sistema político, económico y social que tendría como base y fundamento el principio de la democracia y la teoría de “pesos y contrapesos” para contener los eventuales abusos de quienes detentan el poder inspirado en aquella regla de oro del “Espíritu de las leyes”: “cuando en la República el poder soberano reside en el pueblo entero, es una democracia”, sabemos que esto ocurre en períodos electorales y pasado el evento comicial son otros actores internos y externos que influyen en las políticas nacionales que les beneficia y tienen el especial cuidado de hacerlo dentro del marco de la ley, pero cuando esto se rompe viene el caos y la anarquía allanando el camino para la “rebelión de las masas” que ante tanta desilusión y esperando algo mejor se alinean con procesos utópicos que solo generan extrema pobreza y miseria, fijémonos en el vecindario del sur que después de haber disfrutado de la opulencia del petróleo y gas natural hoy figuran en los informes de organismos internacionales como países altamente corruptos, peligrosos, miserables y con millones de refugiados asistidos por los fronterizos gobiernos democráticos y la ACNUR asistiendo los campos de perseguidos o expatriados.

La democracia sigue vigente -a pesar de todos sus males- resuelve los más controvertidos problemas que surgen en la sociedad, es alternativa única para que el individuo dé rienda suelta a su imaginación y pueda alcanzar sus más anhelados sueños. El emprendedor en un ambiente democrático, sin ninguna duda, al final de la jornada logra recoger el fruto de sus esfuerzos. Como dice Bidart Campos, todos tenemos un poder que bien utilizado beneficia a las mayorías, es decir, que los grupos de interés y presión cuando formalizan acuerdos y hacen alianzas en el marco de las fundamentales reglas que nos proporciona la democracia resolvemos satisfactoriamente los más complicados problemas que puedan presentarse en la sociedad como las exigencias de apertura de empleo, seguridad, educación y salud que precisan de pronta solución y las demandas del sector económico y empresarial de seguridad jurídica y respeto a la propiedad privada. El Pacto de la Moncloa, España, después de la era franquista es el mejor ejemplo a seguir, las élites pactaron y se comprometieron atender lo prioritario para el orden interno, consolidando la democracia y agilizaron negociaciones para integrarse a la entonces Comunidad Económica Europea (CEE), desafortunadamente, hoy su democracia pasa momentos difíciles que solo con más democracia puede corregir sus males.

En EEUU con las elecciones presidenciales se pone a prueba una vez más el sistema creado por los padres fundadores, con división de poderes y contrapesos. Thomas Jefferson sostenía que los gobiernos “derivan sus justos poderes del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se torne destructiva, el pueblo tiene derecho de… instituir un nuevo gobierno”.

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