A la mitad el consumo de los hogares, con un pequeño arranque a finales de 2020 por las fiestas decembrinas y de cara a los desafíos económicos de este año.
Los hogares hondureños empiezan el 2021 bajo condiciones económicas inéditas con una caída promedio del poder de compra hasta por 50 por ciento, a raíz de la pandemia y los huracanes, afirman organismos de protección al consumidor.
La disminución del consumo entre los millones de familias ha sido doble según el coordinador de la Asociación para la Defensa de la Canasta Básica de Honduras (Adecabah), Adalid Irías.
“La capacidad de poder comprar la canasta básica se vio reducida entre un 10 y un 15 por ciento por efecto de la inflación. Pero si consideramos el nivel de desempleo casi el golpe en el nivel de ingresos de las familias fue arriba del 50 por ciento”.
“El salario mínimo anda por 9,000 lempiras y muchas familias vieron reducidos sus ingresos en un 50 por ciento, sobre todo, quienes perdieron sus empleos y han tenido que dedicarse a generar ingresos como vender productos, comida o frutas”, reiteró Irías.
Entre empleo formal e informal se calcula que más de dos millones de personas, de cuatro millones que conforman la población económicamente activa, habrían quedado en el paro, después de siete meses de confinamiento y más tarde por la destrucción que dejaron las tormentas tropicales Eta y Iota.
“La pérdida de empleo en el asalariado o las suspensiones de trabajo golpearon duramente la economía familiar, esto disminuyó notablemente poder satisfacer las necesidades vitales”, resumió el entrevistado.
“La canasta básica promediada en 9,200 lempiras para una familia (estándar de cinco miembros) con la inflación que se dio en más de 60 productos, golpearon entre un 10 y 15 por ciento”, reiteró Irías.
En noviembre amainó la COVID-19, pero entraron al país Eta y Iota destruyendo parte del sector agrícola con mayor impacto en la cosecha de café y granos básicos, según el reporte de daños levantado por Comisión Económica para América Latina (Cepal).
Esta caída se produce en vísperas de la revisión tripartita al salario mínimo; los representantes obreros argumentan que se debe compensar la caída del poder de compra de más de 450 mil trabajadores.
Los empresarios aseguran que al final del 2020 todos los sectores cerraron con números “rojos” a causa de la pandemia e impactos de los huracanes. El 2020 el PIB cerró contraído en -10 por ciento, se está a la espera de los datos finales de inflación entre otros indicadores macroeconómicos que se toman en cuenta al momento de las negociaciones obrero patronales. (JB)
