Edifican sus covachas en medio del basural y agua remansada

MA
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6 de enero de 2021
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03:37 am
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Edifican sus covachas en medio del basural y agua remansada

Con plásticos, pero esta familia ya se pasó a vivir.

“No nos queda de otra que edificar nuestras casas en medio de este basural, agua remansada y escombros, ya que no podemos seguir en las calles viviendo y por lo menos aquí todavía tenemos nuestros solares”.

Lo anterior lo expresó María Orellana, una damnificada de la zona conocida como La Playita, en el sector de Chamelecón, y que por ahora reconstruye, junto a su esposo y cinco hijos, su covacha en medio de la destrucción dejada en esta localidad duramente afectada por las tormentas Eta e Iota.

Con árboles caídos, montañas de arena y basura, zancudos y la carencia de muchas cosas, es con lo que al menos cincuenta familias tienen que convivir mientras procuran levantar nuevamente el que un día fue su hogar.

Estas personas, entre ellas Orellana, manifiestan que es duro ver cómo las aguas del río Chamelecón se llevaron sus humildes casas, que si bien es cierto estaban hechas de madera, láminas y cartón, era el lugar que les prestaba cobijo y los protegía tanto del sol, como de las lluvias.

Otros no tienen presupuesto y colocan 10 reglas, en lo que será su futura familia.

Por ahora, les toca no solo lidiar con esta triste realidad, sino también con otras necesidades, como la falta de comida, ropa, enseres domésticos, entre otros.

“La verdad estamos aquí porque en realidad no tenemos donde ir, hemos estado en las aceras de la ciudad, bajo el puente, pero ya no podemos seguir en esto y por eso nos vinimos ya que por lo menos este es nuestro solar y aunque sea con bolsas o nailon nosotros tenemos un lugar más seguro donde pasar mientras mejoran las cosas”, lamentó, al tiempo de indicar que subsisten de las ayudas que les dan, ya que hasta el trabajo perdieron.

Cristina Benítez, otra de las pobladoras del lugar y que de igual forma perdió todo, dijo que “es duro lo que estamos pasando aquí y la verdad estamos sufriendo, pero lo importante es que, aunque perdimos todo, estamos vivos.

En mi caso somos cinco personas y por ahora solo unas láminas que conseguimos de la basura son las que están sirviéndonos de casa.

Lo único que me quedó fue el piso y es lo que nos sirve de cama, porque ni colchonetas tenemos”, y prosiguió, “los que me dan lástima son mis niños porque a veces piden comida o una colchoneta, pero de dónde les damos eso”. (Por Eleana Enamorado)

Observa lo que fue su casa. Por el lodo, que cubrió casi hasta el techo, busca como reconstruir.
Aún hay lodo y basura. Es una zona de desastre.
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