Miramonte
Después de mucho insistir con que se encuentre alguna manera de proteger la industria nacional parece que el ministro de Finanzas, don Marco Midence, ha hecho eco de los editoriales de LA TRIBUNA y asoma una buena intención que permita que cientos de empresas nacionales que se ven afectadas por la importación de bienes y servicios que la industria nacional está en capacidad de atender la demanda nacional en calidad y precio.
Es importante que el señor ministro sepa que en el país hay empresas que figuran como domiciliadas en Honduras, pero no producen nada, solo mantienen una oficina y un grupo de empleados que se ocupan de tomar los pedidos que envían a El Salvador y Guatemala para ser manufacturados allá. Estas empresas no tributan en Honduras, pues el Impuesto Sobre Ventas lo paga el cliente. Importante que sepan que de una manera subrepticia hacen creer que producen o fabrican en Honduras, por ejemplo, se anuncian como XXXXXXX de Honduras, S.A. de C.V., lo que hace creer al comprador que está comprando a una empresa hondureña.
En este ardid caen muchas empresas y sobre todo el gobierno que se convirtió en el gran comprador de bienes y servicios. Al ministro de Finanzas le deben informar de tal situación, pues ninguna de estas empresas aparece con la razón social verdadera que tienen en El Salvador o Guatemala. La iniciativa es digna de aplaudir y es una esperanza para reactivar varias empresas que sufren de competencia desleal.
Héctor Francisco Bulnes
Comayagüela, M.D.C.
