¡Políticos le temen a la 2da. vuelta!

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6 de enero de 2021
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01:10 am
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¡Políticos le temen a la 2da. vuelta!

Oscar Lanza Rosales
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Desde que el gobernante Hernández ganó la Presidencia en 2013 con el 34% del electorado, varios colegas y este servidor hemos venido sosteniendo que su gobierno promovido por estos resultados es de minorías y que no corresponde al concepto tradicional democrático que debe responder a las mayorías, y que por lo tanto se hace necesario ir a una Segunda Vuelta (SV) para que la elección sea democrática. Últimamente el expresidente Carlos Flores, en sus editoriales de LA TRIBUNA, también se ha sumado, solicitando a la clase política hondureña la incorporación de la SV en la nueva Ley Electoral.

Estuvo bien una sola vuelta cuando nuestro sistema político era bipartidista -de liberales y nacionalistas- que el partido que se alzara con la victoria, en forma automática salía con más del 50% de los votos. Pero ahora que vivimos en un ambiente multipartidario, con 4 partidos principales, las reglas deben cambiar para que ya no sigamos gobernados por un partido de minorías, sino por una coalición de partidos que hagan mayoría, surgidos de una SV.

El electorado hondureño se fragmentó por su descontento con la clase política, porque el bipartidismo no le cumplió por décadas sus promesas de campaña, y lejos de llevar al pueblo a mejores niveles de bienestar, ha aumentado la pobreza y la desigualdad, y el rezago con respecto a los demás países de la región.
En un ambiente multipartidario, es una necesidad incorporar la SV en nuestro sistema electoral para darle vida a dos principios vitales -mencionados en estudios de la universidad Georgetown de Estados Unidos- para 1) darle legitimidad y aceptación al gobierno que surja entre todos los actores claves y 2) brindarle también la oportunidad a las fuerzas políticas a que busquen puntos de coincidencia, mediante pactos y acuerdos, para garantizarle al país, en el mediano y largo, estabilidad y gobernabilidad, mediante instituciones fuertes para promover una democracia estable, pero también flexible para reaccionar ante circunstancias cambiantes.
Además, se reconoce cada vez más -agrega el estudio- que sistemas electorales bien diseñados pueden contribuir a la cooperación, el diálogo y la unidad, en una sociedad en conflicto o dividida, como la que tenemos en nuestra actual Honduras.

Una sociedad política, totalmente dividida, y que por la desconfianza existente entre los partidos, le temen a la SV, y mejor se arriesgan a poner todos sus esfuerzos en una sola ronda.
El Partido Nacional (PN) cree que la oposición le echaría la vaca en una SV, y lo mismo piensa Libre, las dos fuerzas mayoritarias en la última elección.

El Partido Liberal creo que no está pensando en una SV, porque de sus elecciones internas va a salir muy dividido. Si el movimiento de Yani perdiera en esas internas, no apoyaría a cualquiera de los otros dos que resultara ganador. Yani tiene más afinidad con Libre, que con el movimiento de Luis Zelaya. El menos extremista es el de Darío Banegas, pero creo que es el que va a sacar menos votos de los tres movimientos.
El partido de Salvador Nasralla es una incógnita, pero en las elecciones generales va a estar entre los cuatro principales, con los nacionalistas, Libre y liberales. Cada uno entre 20 y 30% de los votantes.

Si los políticos, no incorporan la SV en el proceso electoral, y cada partido va por su lado, el PN les va a ganar de nuevo el mandado con un 30% de votos que saque en las generales. El PN tiene a su favor, que es el partido que tiene más recursos económicos. Dispone del presupuesto nacional. Y su voto duro lo tiene trabajando en el gobierno y en las fundaciones de la Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social (SEDIS) y de chascada la Bolsa Solidaria, que también contribuye en su campaña política y los partidos de maletín que ha promovido.

Eso sí, si el PN continúa en el poder en otro mandato, la conflictividad entre los hondureños y los problemas del país, se van a volver más insoportables. Aunque algunos analistas descalifican las bondades de la SV, porque le señalan ¿para qué le sirve a un presidente legitimarse con mayor votación en una SV, si tiene un Congreso en contra? Pero aquí en Honduras, en que sus pros son más que sus contras, la SV es una necesidad por la estabilidad y paz futura del país. Políticos: ¡todavía están a tiempo de incorporar la SV en la nueva Ley Electoral!

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