¡La democracia es el sistema del hombre libre!

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8 de enero de 2021
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12:05 am
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¡La  democracia es el sistema del hombre  libre!

Por: Gustavo Milla Bermúdez
E-mail: [email protected]

La Casa Blanca le dice adiós al racista Donald J. Trump, un individualista, convertido en colectivista con sus seguidores del Partido Republicano, obstinado, de conceptos abstractos, lleno de apelativos desaforados con toda maldad. Es un hombre de sentimientos tóxicos que van más allá de la sombra en la oscuridad con su individualismo equivocado. En cambio el presidente Joe Biden le toca reconstruir el imperio que ha sido la sólida base de la democracia de todos los tiempos en el orbe internacional. Este próximo 20 de enero, la Casa Blanca le dice adiós a Donald J. Trump, “nunca volverás golondrina de vuelo rapaz”.

La democracia del porvenir será diferente por el alto contenido humanista del presidente Joe Biden. La humanidad ha vivido por un lapso de cuatro años lleno de angustia, dolor y lágrimas, por un estado imperfecto de justicia y opresión, porque a su amparo se han cometido grandes inconsecuencias humanas, por eso debemos tener la entereza de apoyar con toda nuestra energía al presidente Joe Biden, como nuevo inquilino en la Casa Blanca, Washington, D. C.

“No hay ni puede haber progreso de la humanidad sin que los hombres sean individualmente mejores”. Agrego: es para mí una verdad axiomática que el mundo del mañana o será el mundo de la supremacía del espíritu o será el caos”. O sería una política de conductores de masas, es decir de dictadores sin escrúpulos, como son Daniel Ortega en Nicaragua, Nicolás Maduro en Venezuela o Raúl Castro en cuba. Yo creo que con la llegada a la presidencia de Joe Biden serán diferentes las relaciones con nuestra América Latina, ya que en numerosas ocasiones han afectado las estructuras políticas de nuestros países. Hemos repetido instituciones políticas y económicas que no han tenido una existencia real, por adaptarse a nuestro modo de ser, las hemos desfigurado o han surgido nuevas con un sentido diferente. Reformando las Constituciones a favor de intereses de grupos, legislando a presiones políticas. Los pueblos latinos de este continente viven bajo el acoso de las grandes presiones económicas, que van acompañadas de presiones políticas. Toda relación económica en el orden internacional, tiene un sentido político deliberado.

Los países de América Latina que viven hoy una profunda transformación, muestran una curiosidad peligrosa por las nuevas formas políticas y en ocasiones, se aleja de su propia tradición democrática o se refugia en estériles y absurdas dictaduras.

De todas maneras se resiste a las indebidas intromisiones que aniquilan los reconocidos principios de no intervención, soberanía e independencia. El mundo ha cambiado lo suficiente para desterrar viejas prácticas políticas que, además de inoperantes son ofensivas de la dignidad nacional.

Por ello, hemos de recordar estos conceptos, que este mundo extraño e inseguro, en el que nadie sabe si mañana estará vivo, en el que antiguos estados desaparecen como la bruma de la mañana, no es fácil, para quienes en su juventud se acostumbraron a la solidez antigua, creer que lo de actualmente es la realidad, y no una pesadilla pasajera.

Los tratadistas más recientes que dirigen sus críticas a las estructuras actuales, nos presentan las grietas y hendiduras del Estado liberal, que parecía invulnerable a la acción de las luchas modernas al apoyarse en el sistema de libre conversión económica.

Pienso que hoy ese ideal y esa tradición se hallan en grave peligro, aun en América. El socialismo de los siglos XXI amenaza y entorpece las aspiraciones de los pueblos, y en el desarrollo de las naciones latinoamericanas que retrasa el proceso de la democracia como herramienta cívica para detener el socialismo que amenaza constantemente en destruir nuestro sistema de vida.

Solo en el sistema democrático y la libertad puede el hombre alcanzar el desarrollo tecnológico y científico en beneficio de la sociedad progresista.

“El que no vive para servir, no debe vivir”. ¡¡Deséchelo!!

Nos vemos en la Casa Blanca el 20 de enero, en Washington, D.C.

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