Francisco Argeñal, meteorólogo: Más de 35 años en el ojo del huracán

ZV
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9 de enero de 2021
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12:36 am
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Francisco Argeñal, meteorólogo: Más de 35 años en el ojo del huracán

Es el portavoz de la alerta oportuna y del desastre. Los últimos 35 años ha estado viendo el ojo de huracán, literal. Recientemente fue nombrado en un nuevo cargo, pero todo mundo lo conoce simplemente como Francisco Argeñal, uno de los pronosticadores del clima más precisos de la región. Hugo (1988), Gert (1989), Mitch (1998), Katrina (1999), Michelle (2001), Beta (2005), Gamma (2005), Eta y Iota (2020) son solo algunos de los fenómenos más temibles que ha enfrentado. “No es fácil hacer pronósticos, me sigue dando nervios, le soy honesto”, dice este meteorólogo, exseleccionado basquetbolista y originario de Choluteca. Sus sobrados conocimientos le permiten sugerir un verdadero ordenamiento territorial para reducir la vulnerabilidad y los efectos del cambio climático. ¿Habrá otro huracán este año?, “el pronóstico es bajo, pero no cero”, advierte.

Este nuevo cargo, ¿en qué consiste?
Se ha creado el Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (CENAOS). El reto es hacerlo más técnico e incorporar a profesionales de la física y la matemática, para que se hagan cargo de las ramas de la CENAOS que son la meteorología, simbología y la oceanografía.

¿Desde cuándo trabaja en este campo?
Desde 1984. Fui asignado como observador meteorológico en La Ceiba. Cuando me vine de Choluteca quería estudiar ingeniería eléctrica, pero este fue el trabajo que me salió y la verdad que siempre me gustó la física.

¿Hizo estudios sobre meteorología?
Comencé con un curso de seis meses en Guatemala. Después, un profesor del curso nos propuso aplicar a una beca en la Universidad de Costa Rica que la patrocinaba la Organización Meteorológica Mundial. Como era estudiante de ingeniería, hablé con Nabil Kawas, que era el delegado en Honduras de esa organización y nos sugirió sacar al menos las clases de cálculo. Así surge el acercamiento a la ciencia de meteorología. Fueron cuatro años del bachillerato y un año más para la licenciatura.

¿Qué instrumentos usaban en aquel entonces?
No teníamos acceso a imágenes de satélite, teníamos que esperar la imagen que un satélite de órbita polar pasara por Honduras, se rastreaba con una antena, todavía no se incorporaba pronósticos numéricos, se obtenía información de centros mundiales especialmente del Centro Nacional de Huracanes, se analizaban mapas de manera manual y en base a eso se hacían los pronósticos.

¿En qué año se introduce nueva tecnología?
En 1990, hicimos la gestión para tecnología avanzada y fue así como podíamos ver las primeras imágenes de satélite mediante una estación terrena, en 1995 comenzamos a conocer el internet. Cuando pasó el huracán Mitch ya podíamos ver imágenes de satélite y había supercomputadoras en centros mundiales a los que teníamos acceso para mejorar el pronóstico.

Mucha gente no cree en los pronósticos y hasta se burlan, ¿por qué será?
Los pronósticos se han incrementado en niveles de aciertos, hay mayor capacidad computacional que permite más ecuaciones atmosféricas en poco tiempo, lo que pasa que se mantiene la tradición de hacer mofa de los pronósticos, es una tarea muy difícil, siempre, hay que recordar que son pronósticos, probabilidades, pero entre todas las ciencias, la meteorología es la que más nivel de acierto tiene.

¿Por qué se pronosticó catastrófico a Iota hasta compararlo con el Mitch?
Se le llama catastrófico a un fenómeno cuando pasa de categoría tres en adelante, pero nosotros no dijimos que iba a ser peor que el Mitch, ni siquiera los dos juntos con Eta. En algunos medios usaron información de afuera, gente que ni siquiera es especialista en meteorología, estaba opinando que íbamos a tener una catástrofe mayor que el Mitch.

¿En qué se diferenciaron Eta y Iota de Mitch?
Mitch fue algo extraordinario, pero en regiones, como Santa Bárbara, los registros de lluvia de Eta superaron al Mitch. Cuando se formó Mitch, fueron cinco días de lluvia, provocó daños a nivel nacional, pero tampoco afectó tanto en el Valle de Sula como Eta y Iota que convirtieron a La Lima en una ciudad mártir. A nivel del suroccidente, centro y sur oriente el impacto de Mitch fue mucho mayor a lo que nos dejaron estos dos ciclones.

¿Qué lecciones se puede aprender?
Vea, el cambio climático nos ha introducido variables, por ejemplo, las lluvias de mayo, antes caían en un aproximado de 20 días, ahora lo hacen en ocho días; las lluvias de un día ahora caen en una hora, debemos pasar a sistemas de riego y adaptación al cambio climático para hacer mejor uso del agua, algunos sembradores han tomado en cuenta nuestro pronóstico y nos les ha ido tan mal pero siempre hay gente que no cree en nada, vea ahora con la pandemia del COVID-19 encima y hay gente que anda sin ninguna protección.

Recibiendo su primer curso de meteorología en Guatemala en 1986.

¿Qué hacer para reducir las sequías?
Necesitamos atrapar agua y usarla para cultivo, es necesario trabajar en proyectos de micro embalse y manejo de sequías.

¿Por qué no llegan los fondos verdes?
Por falta de cumplimiento de los países desarrollados, ellos mismos han hecho mucha publicidad que hay fondos verdes por el cambio climático para los países vulnerables, pero al final no han hecho ningún desembolso.

¿Y por qué sí a los ticos?
Cuando comenzaron los bonos de carbono a nivel centroamericano, los costarricenses fueron los únicos que pudieron venderlos, pero con los bonos verdes ningún país de Centroamérica ha tenido un desembolso significativo de ayuda para medidas de mitigación, es algo que está en papel.

¿Cree que vuelva pronto un nuevo huracán?
Los estudios nos dicen que los eventos de retorno como Mitch tardan 500 años pero en este caso apenas pasaron 22 años. La gente debe estar preparada que vamos a tener otro Eta este año, la probabilidad de tenerlo es baja pero no cero, algunos pronósticos que ya han salido nos dicen que vamos a tener una actividad ciclónica promedio, esto es, que no se acerque ningún ciclón a menos de 100 millas de la costa de Honduras.

¿Aconsejaría habitar las zonas damnificadas?
Si somos un país vulnerable no podemos seguir haciendo lo mismo, si estamos viviendo en un lugar que se desliza es necesario pensar en un lugar más seguro, es necesario hacer un ordenamiento territorial a nivel municipal y no esperar que el gobierno resuelva este problema porque al final el afectado es la población, hay que buscar zonas más seguras para vivir y utilizar medios de producción más eficientes.

¿Habrá escasez de agua en la capital?
Las represas de Tegucigalpa quedaron con buenos niveles de agua, podemos decir que no vamos a tener problemas de agua en la temporada seca.

¿Y para la producción agrícola?
Todo coincide en que vamos a tener un retraso del invierno, pero en términos generales podemos decir que vamos a tener un año benévolo para la producción nacional, ni períodos largos de sequía ni lluvias intensas.

¿Ya se le quitó la pena para dar el pronóstico?
Todo tiene un proceso en la vida, los años nos dan experiencia, no nos ponemos tan nerviosos ante un medio, pero le voy a ser honesto: cuando estamos en cadena nacional a veces me he puesto nervioso.

¿Cómo debe atenderse la reconstrucción en las zonas afectadas?
Lo elemental es trabajar en un ordenamiento territorial, no es posible que vayamos a construir una vivienda al nivel del suelo en La Lima si desde los tiempos de las compañías bananeras se hacían sobre polines, somos un país vulnerable y en cualquier momento se puede repetir otra inundación. Si nos podemos mover de sitio, mejor.

¿Le gusta la política?
En algún momento participé en política, pero la verdad es que me enamoré de la meteorología, es mi pasión.

¿Siempre va a dar los pronósticos?
Aunque vamos a estar en tareas de enseñanza, tenemos que estar sobre los pronósticos, no nos podemos desligar de las actividades del servicio meteorológico.

¿Su nuevo cargo es un ascenso en su carrera?
CENAOS se compone de tres áreas: meteorología, sismología y oceanografía, antes era encargado de solo de meteorología y ahora estoy a cargo de todo.

¿Su infancia tuvo que ver en algo con los pronósticos?
Mi mamá murió cuando tenía tres años, ella tenía un negocio de carne de cerdo en los mercados de Choluteca, mi papá cuidaba a mi hermana especial y mis hermanas mayores asumieron la batuta, no había muchos recursos en la casa.

Selección de baloncesto Instituto Técnico Luis Bográn, 1979.

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