Al menos, 300 familias que pernoctaban en la 33 calle de San Pedro Sula, Cortés, afectadas por las inundaciones, regresaron ayer a sus hogares con apoyo del programa “No Están Solos”.
El albergue funcionó aproximadamente por más de dos meses en un local que pertenece al Instituto Hondureño del Transporte Terrestre y refugió a las más de 300 familias, a quienes se les brindaba alimentación, ropa, calzado, atención médica, pruebas rápidas y PCR.
Con el retorno de las familias a sus casas, en distintos lugares del Valle de Sula, como Chamelecón, la Rivera Hernández, Potrerillos y Pimienta, el albergue de la 33 calle ya quedó cerrado.
Las familias regresaron en compañía de la designada presidencial María Antonia Rivera, quien les entregó paquetes Vida Mejor que incluyen camas, estufa, chimbo de gas, enseres de cocina, kit de limpieza, para bebé, de higiene personal, bioseguridad y Bolsa Solidaria de alimentos.

Nilsson Rivera, uno de los afectados recordó que con las llenas que dejaron Eta e Iota “quedé sin nada. Me acuerdo que llegó el carro del Ejército y nos llevaron al albergue. Nos trataron bien, me dieron comida, cama, ropa y leche para la niña, y ahora vamos a seguir adelante”.
Marvin Rivera, narró: “El río nos llevó la cama y las cositas. Nos llevaron al albergue de la 33 calle y estoy muy agradecido por lo que han hecho por nosotros y más con esta ayuda que estamos recibiendo”. “Gracias, no hay palabras para describir lo agradecido que estamos”, manifestó.