Los hechos criminales presentados durante el año el curso en el país, ligados a un alto grado de violencia y representan mensajes de intimidación entre grupos criminales, aseguran los informes del Observatorio Nacional de la Violencia (ONV).
Durante la primera quincena del 2020 en varios sectores del país, se han presentado diversos asesinatos especialmente a representantes del sector transporte y también entre confrontaciones entre maras y pandillas.
Según el Sistema Estadístico de Policial en Línea (Sepol), desde el 1 de enero hasta el 16 de enero suman en el territorio nacional 148 homicidios, violencia ejecutada de forma dispersa en los diferentes departamentos de Honduras.
Debido a la pandemia del coronavirus y los efectos del confinamiento forzado la Policía Nacional en el 2020 logró una reducción de 585 homicidios en comparación con el año 2019.
Entre los hechos criminales los expertos en criminología enfatizan que las ocurrencias de asesinatos se encuentran ligadas a actos extremadamente violentos y sanguinarios lo que representa mensajes entre bandas criminales en las peleas de territorio y ajustes de cuentas por concepto de asegurar un mayor espacio y el respeto e intimidación.

ESTRATEGIA INTEGRAL
La coordinadora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), Migdonia Ayestas, manifestó que, “esos homicidios múltiples son lamentables porque esas escenas públicas conmocionan a la sociedad hondureña”.
Ante la incidencia criminal del desmembramiento de cuerpos, Ayestas, destacó que el embolsamiento de personas en lugares públicos es un mensaje de grupos criminales a otros.
Según el ONV, en los primeros 13 días del 2021, se registraron las primeras dos masacres con ocho víctimas.
Asimismo, destacó que un incremento de víctimas encostaladas con rótulos por extorsión, significan a que grupos delincuenciales quieren aprovecharse del trabajo de las personas honestas, empresarios, comerciantes o dueños de pulperías.
“No tiene nada que ver solo en conflictos en la familia sino la criminalidad organizada, la gente en este momento, la institucionalidad también se ve enfrentada a esa desconfianza que tienen los hondureños, esta cultura violenta también nos hace pensar que tipo de sociedad y personas están educando y respetando cada una de las personas”, indicó, Ayestas.
Sobre la participación de menores en actos homicidas, la experta enfatizó que se evidencia la estrategia de trabajar con los jóvenes para que no se involucren en actividades criminales.
“Los delincuentes y los del crimen organizado van a querer involucrar y de hecho lo hacen a jóvenes menores de 18 años porque creen que la justicia, no les va a alcanzar por ser menores de edad, padres de familia piensen que los están poniendo en riesgo social”, argumentó, Ayestas.