Nery Alexis Gaitán
Bajo la sombra de la democracia los hondureños nos encaminamos hacia un futuro mejor. Defender nuestro sistema democrático siempre es la prioridad. La prosperidad del bien común solo es posible si fortalecemos cada día nuestra incipiente democracia.
Bien sabemos que presenta problemas, no es una panacea social, y que somos un país pobre que arrastra males endémicos; aún así, no podemos renunciar a nuestra democracia porque están a la vuelta de la esquina las dictaduras, ya sea de izquierda o de derecha. En los últimos tiempos la izquierda trasnochada amenaza con instaurar una Asamblea Nacional Constituyente y redactar una nueva Carta Magna. Concebir tal descalabro solo es posible en las mentes de hondureños que no les importan el país y su desarrollo.
Por sobre todas las cosas debemos defender nuestra democracia. Y obvio, las instituciones que la avalan. Es un hecho que se deben seguir fortaleciendo el Ministerio Público, el Poder Judicial y demás instituciones públicas. El ciudadano debe confiar en que el sistema funciona en aras del bien común.
Buscar desestabilizar nuestra ya débil democracia, solo males les acarrea a los pobres, quienes son los que siempre terminan pagando el mal proceder de los políticos. Toda la violencia política generada en los últimos tiempos ha sido orquestada por la izquierda; el saldo ha sido trágico para todos, dejando destrucción y muertes.
Atacar nuestro sistema democrático y sus instituciones, ha sido desde siempre la bandera de lucha de esta agenda izquierdista. Deslegitimar todo lo bueno que se genera desde el gobierno es su único propósito. Para ellos nada es bueno y el país está en manos de una dictadura. Me gustaría que se dieran una vuelta por Cuba o Venezuela, para ver cómo les iría con su constante agenda antigubernamental. En cambio, aquí despotrican a mansalva sin temor alguno.
De nuevo están de moda las acusaciones debido a las menciones de algunos fiscales de los Estados Unidos, basadas en declaraciones hechas por narcos confesos. Si nos ponemos serios hay que decir que las menciones o posibles acusaciones han abarcado a políticos de diferentes partidos. Uno que ha sido ampliamente mencionado es el Comandante “Vaquero” y no veo que sus seguidores estén haciendo alharaca para que vaya a declarar a las cortes norteamericanas.
Pero, como todo lo politizan, de nuevo estos izquierdistas han seguido con la cantaleta que el Presidente Hernández debe abandonar el cargo por haber sido mencionado por criminales confesos. Que es obvio, tratan de vengarse de quien la arremetió contra ellos.
Estos que piden que el Presidente abandone su cargo, están en contra de que el país prospere y viva en paz. A todas luces este es un ardid político que busca crearle problemas al gobierno, porque desean que haya caos institucional para que ellos puedan obtener ganancias. Y no les importa manchar el nombre del país con tal de perseguir sus fines.
A estas alturas tratar de desestabilizar la actual administración, tiene por único objetivo atentar contra las instituciones gubernamentales y por ende eliminar nuestro sistema democrático. Esta agenda en contra del país busca instaurar a como dé lugar un sistema de naturaleza dictatorial.
Qué poco les importa preservar o fortificar nuestra democracia. O el bienestar de los pobres, a los cuales “dicen defender”. Solo les importa sus mezquinos intereses y la búsqueda del poder nuevamente para despilfarrar el dinero de todos.
Deberían dejar por un lado esa nefasta agenda política e identificarse con las necesidades de las grandes mayorías. En estos momentos que los hondureños estamos atravesando una situación muy dura producto de las tormentas tropicales y de la pandemia, deberían de integrarse a proyectos de ayuda social. Y no continuar en la sombra como hasta ahora.
Honduras necesita políticos de calidad, interesados en el desarrollo del país.
