Bajo el abrigo de un puente, nacen 4 bebés

Bajo la intemperie, rodeados de muchas necesidades y con un futuro incierto, es la dura realidad en la que han nacido cuatro bebés sampedranos que, producto de las inundaciones generadas por las tormentas Eta e Iota, sus progenitoras tuvieron que establecerse en covachas bajo el puente a inmediaciones del sector Chamelecón.

Provenientes de varias de las colonias del referido lugar, estas madres manifiestan lo triste que ha sido para ellas traer al mundo a sus retoños en estas condiciones, y peor aún, no tener un lugar seguro donde ofrecerles como hogar, pues donde un día estuvieron sus viviendas, ahora solo hay ruina y destrucción.

“La ilusión de toda mujer es dar a luz a sus bebés en un lugar bonito para ellos, limpio y con todo para cuidarlos, pero lastimosamente no pude ya que el río se llevó todas nuestras cosas y nos dejó en la calle”.

“Me siento mal porque no tengo ni una cama donde dormirla, no tengo leche, ropa, ni nada”, dijo Karla Domínguez, madre de Brenda Karla Domínguez, una niña de tres días de nacida y quien estuvo en riesgo de morir junto a su pequeña ya que el parto tuvo complicaciones.

Domínguez, era una vecina de la colonia Morales 3 y por el momento vive, junto a su mamá, hermano y sus dos hijas en condiciones deplorables.

Pide a las autoridades y personas de buen corazón que les apoyen con ropa, comida, leche, pañales, pero sobre todo que les ayuden a limpiar donde una vez fue su casa.

“Yo solo pido que nos ayuden a todos aquí, tenemos mucha necesidad y ya casi no recibimos nada de apoyo de la gente; nosotros no tenemos trabajo y solo pasamos con lo que nos regalan. También le suplico a las autoridades a que nos ayuden con la limpieza de la colonia para empezar a reconstruir nuestras viviendas”, solicitó.

En condición similar nació Joshua Emanuel Gómez Ulloa, de un mes de nacido y quien vino a este mundo asistido por una partera en una covacha en la referida localidad. Su madre, Estefany Ulloa Arriaga, manifestó su agradecimiento con Dios porque el parto no tuvo ninguna complicación y su sorpresa ya que su bebé no tardó mucho para salir de su vientre.

“Fue sorprendente la verdad porque los dolores me empezaron a las 8:00 y a las 9:50 ya había nacido. Le doy gracias a Dios porque estamos bien los dos, pero me siento triste también porque no es el ambiente que debería rodearlo. Es feo estar aquí porque se sufre bastante”, lamentó.

Al igual que Domínguez, pidió la colaboración de las autoridades a fin de que les ayuden a limpiar sus terrenos para así retornar a sus hogares.

“Sabemos que no nos pueden dar todo, pero, aunque sea con la limpieza y con un poquito que nos den, con eso nos conformamos; les agradecemos mucho porque aquí no queremos estar ya; demasiado peligro corremos”, acotó en referencia a que por el lugar transitan muchos carros y equipo pesado y eso pone en riesgo la vida de muchos niños.

MÁS NACIMIENTOS

Según declararon los habitantes, en este lugar, pese a que ya no se encuentran porque sus padres emigraron a otro sitio más seguro, vieron nacer a dos menores más y de igual forma, fueron atendidos por la misma partera a quien llamaron como “doña Emma”.

“Aquí ya son cuatro niños los que han nacido y por fortuna todos están bien. A dos de ellos ya se los llevaron, pero hoy (ayer) nos vino otro que nació en el hospital por cesárea porque tuvo complicaciones la muchacha.

Da lástima porque este no es un lugar en donde deberían de nacer, sino en sus casitas, en una cama y con lo necesario para crecer, pero no es así y es incierto el futuro que les espera pues no tienen una vivienda donde crecer por ahora. Ojalá y las autoridades nos ayuden con eso”, dijo Digna Mejía, otra de las vecinas del lugar.