REFORMA INMIGRATORIA Y CARTAS

MA
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20 de enero de 2021
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12:44 am
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REFORMA INMIGRATORIA Y CARTAS

GANADORES Y PERDEDORES

TRASCIENDE de emisiones internacionales, que “el primer día de su gobierno, el presidente electo Biden presentará una propuesta de reforma legal para buscar otorgar la ciudadanía a cerca de 11 millones de inmigrantes indocumentados”. “Además de buscar proteger a los “dreamers” con una modificación del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), durante su campaña, Biden adelantó que presentaría una reforma de ley para buscar naturalizar a los indocumentados que viven en el país”. Este solo gesto hacia los inmigrantes, del POTUS que tomará posesión, es portadora de tranquilidad. El esperado sosiego a cientos de miles de hondureños residentes en los Estados Unidos –y por supuesto a muchos otros hispanos– quienes durante esta saliente administración republicana permanecieron en vilo de deportación. En un estado de angustiosa incertidumbre.

La medida, aparte de su naturaleza humanitaria, tiene otro aliciente. En estos tiempos únicos –que el coronavirus ha golpeado las economías del mundo y por supuesto al mercado norteamericano– se ha comprobado cuan esencial es la labor que desempeñan estas personas y su contribución a la sociedad. Según un informe del Centro para el Progreso CAP, se trata “de trabajadores agrícolas que cosechan la comida de los estadounidenses; empleados que almacenan estantes de comestibles, y repartidores que llevan comida con seguridad a los hogares”. Esas reformas a las leyes de inmigración fueron prometidas a los hispanos durante la campaña presidencial de Obama. Sin embargo, cuando triunfó y su partido contaba con el control de ambas cámaras, fueron otros los temas –entre ellos el “Obamacare”– que merecieron prioridad. Ya en su reelección la reforma inmigratoria no tuvo posibilidad de pasar. Se perdió la oportunidad. Los demócratas perdieron el control de ambas cámaras y el tema se empantanó en discusiones políticas bizantinas. Hoy, nuevamente los demócratas recuperan el control de ambas cámaras, lo que augura una posibilidad de éxito de una reforma inmigratoria bipartidista. Otra vez los flujos migratorios vuelven a ser noticia. La caravana que ingresó a Guatemala fue disuelta por la guardia nacional guatemalteca con gases lacrimógenos y garrotazos. Los que logren cruzar van a tener que soportar los cordones militares del gobierno mexicano, colocado como muralla virtual para atajar peregrinos, cuando AMLO dispuso congraciarse con Washington para evadir la amenaza de sanciones arancelarias.

Pese a que le impusieron la modalidad de “tercer país seguro” (un programa denominado Esperar en México), donde los migrantes que cruzan la frontera norte regresan a esperar –en refugios de mala muerte– la resolución de los jueces norteamericanos a su petición de asilo, López Obrador nada de ello objetó. Más bien festejaba mantener una relación de envidiable “respeto” con la Casa Blanca. (Si el mandatario repite alborozado que es respetuosa, sus simpatizantes connacionales creen que así se llevan). Trump construyó varios kilómetros (serían millas) del muro fronterizo asegurando que el gobierno mexicano pagaría la cuenta. ¿Cómo? Sencillo, obligándolo a negociar un tratado de libre comercio menos favorable a su interés. No solo consiguió eso sino que el tabasqueño –que raras veces sale del país–fuera a firmarlo al Salón Oval. Para la foto “opportunity” y como testimonio de la amistosa relación bilateral entre ambos gobiernos. La otra parte del tratado, el primer ministro canadiense, se ausentó. El gobierno mexicano –junto al brasileño– fue uno de los últimos en reconocer el triunfo de Biden. Hoy, unas horas antes de la toma de posesión, el asunto que AMLO disimuló con la pasada administración, oportunamente lo incorpora a su discurso. En su comparecencia de prensa matutina –para que vean que México las puede– saca el tema, como carta de exigencia, de la manga de la camisa: “Ahora en la campaña del presidente Biden él ofreció llevar a cabo una reforma migratoria y yo espero que se cumpla con ese ofrecimiento, con ese compromiso. Eso lo espero y lo voy a reconocer y celebrar”, dijo el mandatario desde Palacio Nacional.

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