Sandra Guevara, consultora de inmigración: “Hay buenas señales con Biden, pero…”
La era Biden comenzó con la esperanza para millones de migrantes confiados en la promesa del nuevo mandatario de una reforma para la regularización en recompensa al decisivo voto hispano para vencer al díscolo Donald Trump. En este contexto, la abogada salvadoreña Sandra Guevara, quien por más de 20 años asesora en estos temas, analiza lo que sí y lo que no se puede esperar de la administración demócrata. De antemano, aconseja aplicar a cualquier programa de legalización porque una reforma migratoria no solo depende del presidente y en el caso del TPS será cancelado.
—¿Qué sensación le ha dejado la toma de posesión?
Estamos con expectativas muy positivas, esperanzados que haya cambios para la región a nivel de inmigración, economía y relaciones diplomáticas.
–¿Qué destaca del discurso del presidente Biden con respecto a la comunidad hispana?
De entrada, se muestra más conciliador con el migrante, contrario a su antecesor, quien desde un inicio habló de frenar la migración.
–¿Cree que llegó la hora para una reforma migratoria?
Tenemos que ser cautos. Es sabido que no todo depende del presidente de los Estados Unidos, hay todo un cuerpo legal y de instituciones detrás que intervienen a la hora de pasar una ley.
–¿Qué le han parecido las primeras órdenes firmadas?
Debemos entender que el Ejecutivo tiene dos maneras de actuar: los decretos ejecutivos como tales, que fue la forma de gobernar de Trump, y leyes que requieran del Congreso y del Senado. En ese sentido, una reforma a la Ley de Inmigración tiene que contar con la aprobación del Cámara de Representantes y del Senado, eso lo tenemos que tener bien claro.
–¿Qué sí puede hacer el presidente?
Puede hacer una serie de decretos ejecutivos que ayuden al migrante y una de ellas es que ha suspendido la construcción del muro fronterizo, eso es un claro mensaje de su política migratoria, pero una reforma migratoria amplia será difícil porque algunos senadores republicanos como Marco Rubio han dicho que pueden colaborar con el presidente en muchos temas, pero en una amnistía general para los migrantes ilegales no va a ser una de ellas.
–¿Anteriormente hubo iniciativas similares?
El presidente Obama hizo la misma promesa en ambos periodos y en ninguno pasó porque no tuvo lo votos suficientes y la iniciativa murió en el Congreso. No reunía los votos del Senado. Hubo más de 15 propuestas, algunas bipartidistas, pero no lograron los votos suficientes, digo esto, porque muchas organizaciones promigrantes le están recordando al presidente Biden la importancia del voto hispano para su triunfo electoral, pero sabemos que no solo depende del presidente.
–¿Concretamente, en qué consiste la propuesta de reforma migratoria?
Es una propuesta de libre ciudadanía estadounidense para 11 millones de migrantes ilegales, convirtiéndoles en residentes permanentes en cinco años y luego, en tres años más, en ciudadanos de Estados Unidos. Incluye una inversión de cuatro mil millones de dólares para Honduras, El Salvador y Guatemala para que sus ciudadanos no tengan que huir a los Estados Unidos y abordar las causas subyacentes de la corrupción, la violencia y la pobreza, que es una visión más amplia del tema migratorio.
–¿Qué pasará con las otras órdenes ejecutivas anti-inmigrantes de Trump?
El presidente Trump hizo cosas duras como separar a los niños de sus familias, las restricciones al otorgamiento de asilo, suspensión de los visados, al final del día, creo, se van a revisar. Creería que van aumentar las cuotas de residencias por lotería de visas, eliminar los retrasos de peticiones familiares y ampliar los beneficios de las visas H1B que son para trabajadores calificados, muchas de estas cosas se pueden dar por acciones ejecutivas sin ir al Congreso.
–¿Ayudará que los demócratas ahora tengan el control del Congreso y del Senado?
Ayuda, ahora los demócratas controlan el Congreso y tienen el 50 por ciento del Senado y voto de desempate de la vicepresidenta. Los escenarios son optimistas, que se esté hablando el primer día de trabajo del tema migratorio es una buena señal, aunque la prioridad para ellos, por ahora, es atender la pandemia del COVID-19.
–¿Cómo está la situación del TPS?
Hasta ahora, existe un plazo hasta el 4 de octubre del 2021 porque hay procesos judiciales contra los jefes del DHS (Departamento de Seguridad Nacional) que están siendo ventiladas en las cortes de California y NY que se tienen que resolver.
–¿Qué pueden hacer por mientras los beneficiados en este programa?
Los hondureños, salvadoreños y nicaragüenses que estén amparados en el TPS deben buscar una vía de legalización, es un error esperar un nuevo plazo porque el TPS tarde o temprano va expirar ya que su naturaleza es temporal.
–¿Y los gobiernos nacionales?
A nivel de gobierno deben formular propuestas en las que el TPS sea la base para una legislación o una regulación permanente.
–¿Hay novedades en solicitudes de visa?
Para los turistas, son acciones locales, el agente consular revisa el caso y decide darle la visa. En los casos de residencia por petición familiar, el presidente Trump hizo una suspensión hasta el 31 de marzo, esperaríamos que esta restricción se levante, no hay argumentos para mantenerla.
–¿Es buen momento para pedir una visa?
Las citas para entrevistas se han retrasado, en el caso de El Salvador pasó de tres meses a un año la espera. Se puede aplicar, pero hay que tener en cuenta el argumento para pedir la visa ya que el turismo puede ser hasta una causal de negación porque el país está cerrado a nivel de turismo, pero se puede argumentar una visita familiar.
–A mucha gente le niegan la visa llenando todos los requisitos y a otra se la dan faltándole, ¿por qué será?
Yo le digo a mis clientes que, al final del día, una visa consular será otorgada si el agente consular del caso está convencido que la persona no se va a quedar en los Estados Unidos. Muchas veces, se falla en la entrevista, en no convencer al agente consular y otras veces se la aprueba, aunque le falte algunos de los requisitos de ley.
–Muchos hijos cumplen 21 años y pueden pedir a sus padres, ¿deben aceptar este trámite o esperar la reforma?
La Ley de Inmigración permite aplicar a diferentes programas sin chocar entre sí, podemos optar hasta tres peticiones. En ese sentido, si su hijo puede hacer la petición para usted, que la haga, aunque surja una reforma en ese plazo, porque rara vez son excluyentes, al contrario, muchas veces, es un requisito ser beneficiado de un TPS y sirve de base para otras legislaciones porque la gente del TPS es gente que paga impuestos, se adaptó al sistema, al país, no tiene problemas legales y tiene mucho tiempo residente.
–¿Casarse con una “gringa” o “gringo” es otra opción?
Por supuesto, si tiene una relación con un ciudadano americano se abre el camino de prometidos o una visa de petición familiar si son cónyuges, son de los procesos más cortos, de seis hasta un año y medio.
–Muchos migrantes no aplican por temor a ser deportados, ¿es posible?
Hay que quitarnos el miedo a Inmigración, muchas veces, los trámites se dejan de hacer por temor a que sepan dónde viven o cómo se llama, así siempre vamos a estar en el limbo. Hay que aplicar y cuanto antes, no hay que esperar el último minuto.
–¿Cómo quedará el programa de “Países seguros”?
El Protocolo de Protección del Migrante, que así se llama, será revisado también porque fue creado por una orden ejecutiva del presidente Trump. Antes, el migrante era escuchado en Estados Unidos y se le daba un permiso de trabajo mientras un juez de migración revisaba su caso, pero luego cambió y dio como resultado esas imágenes inhumanas de las caravanas.
–¿Puede alentar la migración masiva?
No debemos tomar ese mensaje, porque no se trata de fomentar la migración. Biden dijo que no es el momento y creo que primero están ordenando la casa y esto implica censar a esos 11 millones de migrantes ilegales para luego decidir cómo será la política migratoria.
–¿Regularizar se refiere a los que tienen un TPS o a toda la población ilegal?
La palabra regularizar hace referencia a sacar de la condición de irregular a todas las personas ya sean por mecanismos temporales o permanentes, no hablamos de una residencia, podemos regularizar a una persona con un programa temporal como el TPS o cualquier otro. Obama había creado un programa para proteger a los menores y a sus cuidadores que iban huyendo de las pandillas, pero Trump lo eliminó.
–¿Estas caravanas son espontáneas o hay crimen organizado detrás?
Creo que la mayoría son personas que van huyendo de la vida que tienen, pero igualmente creo que hay un nivel de organización detrás. No hay forma de que cuatro mil personas se coordinen en un lugar, un día, una hora para salir en grupo, hay gente detrás.
–¿Qué tipo de gente?
Conocimos casos que le cobraban a la persona, decían que preferirían pagarle mil dólares a tal persona que pagarle diez mil al coyote por llevarlos solos. Decía también que en caravana se siente más seguro, hay gente que se aprovecha de las circunstancias.
–¿Hay caravanas salvadoreñas?
Sí, pero en menor magnitud.
