Varias mujeres han sido ultimadas en distintas regiones del territorio nacional, situación que preocupa a las organizaciones feministas porque ya suman 30 víctimas de la violencia durante 2021.
En la presente semana han muerto alrededor de diez mujeres, ultimadas por distintas situaciones y motivos y el caso más impactante es el de la universitaria Keyla Patricia Martínez Rodríguez, quien pereció mediante “asfixia mecánica” u homicidio, según el Ministerio Público (MP), al interior de la posta policial de La Esperanza, Intibucá, supuestamente a manos de uniformados.
Por tal razón, las organizaciones de mujeres piden a las autoridades hondureñas declarar una emergencia por el alarmante número de muertes violentas contra las féminas. Para el caso, el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), expuso ayer un último informe donde se indica que desde el 1 de enero al 10 de febrero han asesinadas 30 mujeres.
El reporte mensual indica que el departamento de Francisco Morazán sigue como el más violento para las féminas, porque han ultimado a seis personas, cuatro en el municipio del Distrito Central, una en Maraita y otra en Guaimaca.
A Francisco Morazán le sigue el departamento de Cortés: una en San Pedro Sula, una en Choloma, una en San Antonio de Cortés. En tercer lugar, están los departamentos de Olancho, Santa Bárbara y Comayagua.
Con dos mujeres asesinadas están registrados los departamentos de Islas de la Bahía, Atlántida e Intibucá. Las demás muertes están repartidas en los departamentos de Colón, Yoro, Ocotepeque y El Paraíso.
“En el 2019 ocurrieron 404 muertes violentas de mujeres y se judicializaron 22 casos, eso indica que solo el cuatro por ciento se judicializó y eso nos dice que hay un 96 por ciento de impunidad”, explicó la directora del OV-UNAH, Migdonia Ayestas. (JGZ)
