EN LA CANASTA

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24 de febrero de 2021
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12:25 am
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EN LA CANASTA

GANADORES Y PERDEDORES

LA peste cerró empresas, comercios, negocios y centros educativos. Sin embargo mucha de la atención está dirigida al choque sanitario por la ola creciente de contagios y la apertura económica del país. Empresarios, grandes, medianos y pequeños, viendo desmoronarse el duro trabajo de toda su vida, batallando contra semejante adversidad. Sufriendo una grosera hemorragia de ingresos, ingeniándose cómo rehabilitar sus empresas moribundas. La reducción obligada de costos de operación ha enviado a cientos de miles de trabajadores a la calle. El creciente batallón de desocupados se cierne como una bomba de tiempo social presta a estallar en cualquier momento. De momento, las vacunas son las que acaparan las noticias. Declaran que metieron todos los huevos en la canasta del COVAX; el mecanismo de suministro de vacunas recomendado por la OPS. Infinidad de veces advertimos que las parsimoniosas organizaciones internacionales no iban a dar el ancho en las entregas.

Así lo plantearon publicaciones especializadas que citamos. Pero a falta de confianza en lo que anticipábamos, bastaba leer las declaraciones de Jarbas Barbosa subdirector de la OPS para entrever lo que se venía encima. En los últimos días de diciembre del año pasado informaba –como prodigiosa hazaña– que hasta entonces –tarde, cuando ya los ricos habían comprado y comprometido pedidos millonarios para llenar sus existencias– ellos apenas se comunicaban con las farmacéuticas a ver qué conseguían. O sea, ¿para cuándo piensan que serían las entregas a estos pintorescos paisajes acabados, cuando lo que estaban consiguiendo eran los sobrantes; los excedentes después de satisfacer la gula de los que se reparten con la cuchara grande? Mucha dependencia o ingenuidad. Allá anda el gobierno mexicano –tapando el ojo al macho– denunciando en la ONU que los países pobres quedaron de últimos en la cola. Como si no fuera algo que se advirtió y se veía venir. Aparte que los mexicanos, con el montaje de un complejo para fabricar una de las vacunas, se ofrecieron de proveedores de América Latina. Hoy, los supuestos distribuidores de vacunas, tuvieron que recurrir a los rusos para cubrir sus propias necesidades. Anuncian, como proeza exitosa, que México acaba de recibir las primeras 200 mil dosis de la Sputnik V. No aprenden. Ya había evidencia de la incapacidad de las multilaterales para hacer frente a los retos cuando los bancos internacionales de crédito nunca colocaron siquiera los recursos básicos para enfrentar los golpes de la pandemia. Una lentitud pasmosa para responder a las necesidades y cuando lo hacen es sin la menor creatividad y con total insuficiencia de recursos.

Dicho lo anterior, la otra calamidad es la educativa. Las clases presenciales han sido parcialmente compensadas por la virtualidad. No es lo mismo recibir clases en misa de cuerpo presente que hacerlo por aparatos digitales. De momento se recurre a esa alternativa. Sin embargo las facilidades que tienen otros no las hay en los rincones apartados de Honduras. Allá en los recovecos escondidos de la ruralidad no gozan de esos lujos de los dichosos. Les ofrecieron un Internet gratis que nunca llegó. Y sin conectividad a la mano de Dios. Maestros solidarios que recorren kilométricas distancias para llevar el pan del saber a los hogares de sus alumnos, es la única providencia que les asiste. Y el tesón de padres de familia –muchos sin trabajo– que hacen cualquier sacrificio posible con tal que sus hijos no se pierdan en las tinieblas de la ignorancia. La Tribuna ha iniciado la publicación de varios reportajes que recogen esos tristes testimonios. De jóvenes recorriendo accidentados caminos hasta alcanzar la montaña para conseguir la señal. Hace unos meses atrás miembros de la Asociación de Medios de Comunicación nos reunimos con los rectores universitarios. Abordamos este, entre otros temas, incluyendo la inmediata adaptación del sistema educativo a la nueva realidad. DC. Después del coronavirus. Quedaron de preparar una propuesta que tenemos entendido presentaron a las autoridades. Estos serían, apenas, algunos de los temas en la canasta de las urgencias.

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