¡Si yo soy esclava, tú, hijo mío, serás libre!

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25 de febrero de 2021
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12:01 am
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¡Si yo soy esclava, tú, hijo mío, serás libre!

Por: Óscar Núñez Sandoval
PhD Economista

Aquí una anécdota que además de ilustrativa nos recuerda que hace muchos años la esclavitud existió en nuestro país. En el Archivo Colonial del Juzgado de Letras 1º de lo Civil de Tegucigalpa se encuentra registrado este hecho real, dramático, valiente y curioso; dichosamente descubierto por el historiador hondureño Juan B. Valladares Rodríguez y publicado con el título de este artículo, en enero de 1969, por la Revista Anales del Archivo Nacional en Tegucigalpa.

Este acontecimiento sucedió el cinco de julio de 1790, y relata que en la Real Villa de Tegucigalpa, ante don Andrés de Zepeda, capitán de Milicias, y alcalde ordinario nominado por su Majestad, compareció la testigo, doña María Manuela Barrientos, vecina de esta Villa, quien certificó que conocía a su esclava, Úrsula Ba¬rrientos, soltera, que se encontraba embarazada; además, que una alma generosa le había suministrado veinticinco pesos para que la criatura que tenía en su vientre naciera libre de esclavitud. Por su parte, el señor alcalde manifestaba haber recibido de contado, en moneda corriente y a su entera satisfacción los 25 pesos y, por lo tanto, el nuevo ser nacería libre de todo cautiverio, servidumbre y sujeción.

La anécdota anterior deja entrever que 231 años después, en Honduras aún sin esclavitud, muchas niñas y mujeres no son dueñas de su propio destino, sufren maltratos de todo tipo y algunas hasta se convierten en víctimas mortales del machismo. Según el Observatorio Nacional de la Violencia de la Universidad Nacional, en el período 2005 al 2020, se cometieron más de 6,400 crímenes contra mujeres y de estos, al menos 6 mil permanecen sin ser esclarecidos, o sea están en la impunidad. Según la misma fuente, en el año 2019, de los 406 casos de mujeres que perdieron la vida de forma violenta, 122 eran menores de 24 años y, entre ellas, 70 eran niñas y adolescentes de 0 a 19 años. Por otra parte, según cifras del Ministerio de Salud, durante 2019 se atendieron 26,969 partos de niñas y adolescentes de 10 a 19 años, con un promedio de 74 partos por día (tres cada hora). Únicamente para niñas de 10 a 14 años, se registraron 824 casos. Cabe notar que el Código Penal establece que el parto de una niña menor a 14 años es considerado como producto de una violación.

Un mensaje para los políticos de nuestro país, la eliminación de la violencia contra las mujeres, más allá de una promesa de campaña, debe ser un soporte importante en la política social del próximo gobierno, que asumirá los destinos de Honduras en 2022. La agenda para reducir la violencia contra las mujeres deberá centrarse en tres pilares: 1) Prevención: realizar campañas de sensibilización, particularmente con la población joven, utilizando preferentemente las nuevas tecnologías de comunicación y las redes sociales. 2) Protección: apertura, en diferentes ciudades, de centros de atención a las víctimas de violencia de género. 3) Acompañamiento: impulsar la inserción en el mercado laboral de adolecentes y mujeres víctimas de violencia de género, en colaboración con gobiernos municipales y el sector privado. Muchas otras acciones específicas para cada pilar deben incorporarse revisando las experiencias exitosas de otros países y escuchando la opinión de los expertos.

Durante las primeras siete semanas de 2021, ya se reporta el asesinato de 30 mujeres. Al igual que en la anécdota sobre la esclava Úrsula y su noble gesto de procurar la libertad de su hijo, si se adoptan con prontitud políticas para reducir la violencia contra las mujeres, se facilitaría a millones de niñas y mujeres hondureñas la posibilidad de dirigir su propio destino.

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