Telecomunicaciones reportan lucros en medio de la debacle económica

Las telecomunicaciones es la única actividad económica que le fue bien el 2020 en medio de la crisis económica por la pandemia de la COVID-19 y el impacto de dos huracanes que azotaron Honduras y profundizaron la pobreza con miles de empleos perdidos.

El Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) del Banco Central de Honduras (BCH) de diciembre del 2020 muestra que “los servicios de correo y telecomunicaciones crecieron en 4.0” por ciento.

Este nivel de lucro evidenciado el año pasado, es mejor en comparación al 2019 cuando creció 3.1 por ciento y de acuerdo al documento preparado por la subgerencia de Estudios Económicos del BCH, se debió a la diversificación en los servicios ofrecidos de transmisión de datos o paquetes y ofertas por las compañías de este rubro, de las dos que operan en el país.

Este comportamiento fue en línea con los nuevos requerimientos residenciales y corporativos de teletrabajo, clases virtuales y entretenimiento; de igual forma, se incrementó el uso de la telefonía móvil con minutos cursados, añade.

En el extremo opuesto está el sector servicios hoteles y restaurantes o turismo que presentó la peor caída de la historia económica documentada al contraerse un 47 por ciento debido, en parte, a las medidas de confinamiento implementadas desde marzo de 2020 frente al contagio del coronavirus.

El decrecimiento es superior al 5.6 por ciento que presentó este sector a diciembre 2019), también por las restricciones de circulación a nivel nacional que impactaron en la denominada “industria sin chimeneas”.

La emergencia sanitaria impidió el flujo normal de turistas nacionales e internacionales; adicional a lo anterior, influyeron en el resultado las tormentas tropicales Eta y Iota y la postergación del feriado morazánico, que se había programado para noviembre del 2020, y que fue otorgado al final de diciembre, fechas en que tradicionalmente no se realiza turismo.

La banca fue otra actividad impactada, pero en menor medida, al reportar un crecimiento negativo de -0.7 por ciento, lejos del 10.4 por ciento de crecimiento positivo que evidenció a ese lapso de tiempo del 2019.

Es decir, la banca dejó de ganar lo mismo o más en comparación al año anterior, aquí se incluye, además, el rubro de los seguros, fondos de pensiones, entre otras actividades del sistema financiero. El sector de la construcción también estuvo deprimido al mostrar un -24 por ciento de actividad. (JB)