GAUTAMA FONSECA FUE UN EXTRAORDINARIO SER HUMANO

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28 de febrero de 2021
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12:41 am
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GAUTAMA FONSECA FUE UN EXTRAORDINARIO SER HUMANO

Óscar Aníbal Puerto Posas

Señor don Juan Ramón Martínez Bardales,
Director de la Academia Hondureña de la Lengua:

Señora Sidalia Fonseca,
Señor Emilio Eduardo Fonseca Batres,
Deudos del escritor Gautama Fonseca, a quien este día se le tributa un homenaje post mortem:

Colegas de la Junta Directiva de la Academia Hondureña de la Lengua:

Colegas del Instituto Hondureño de Desarrollo Rural (IHDER):

Invitadas e invitados:

El libro que hoy presentamos, surgió de la Asamblea Ordinaria de Asociados del IHDER, reunida en esta ciudad en la fecha que señalan sus estatutos. La asamblea aprobó el Plan de Trabajo IHDER 2020. La actividad 2, reza: “Edición de la obra periodística escogida de Gautama Fonseca”. Con un razonamiento que cito “in extenso”: “Gautama Fonseca es una de las figuras importantes y cerebros brillantes que ha hecho aportes importantes en variados temas de la vida política nacional. Fue un importante aportante a las luchas agrarias, laborales y políticas con una visión crítica y valiente, honró al Instituto con su participación como asociado // Desde varias columnas de los periódicos nacionales difundió su pensamiento, siempre crítico y mordaz sobre una gama amplia de tópicos. Muchos de sus artículos son buscados y reproducidos por su actualidad. No existe de esta parte de su obra literaria un compendio que además que facilite su acceso, refresque sus aportes a temas que hoy día son debatidos.” […]. El compendio a que hace referencia nuestro Plan de Trabajo 2020, está contenido en este libro. 349 páginas vibrantes de amor a Honduras esencialmente y de amor a la Humanidad. ¡En buena hora!

Asumí el mandato de mi institución con emoción, entrega y algún temor. No lo duden. El temor se disipó a mediados de enero de este año, cuando la directora de la Editorial Guaymuras, Isolda Arita Meltzer, puso en mis manos el primer ejemplar. Es -sin duda- uno de los mejores libros editados en Honduras. Lleva en su carátula el retrato al óleo de Gautama Fonseca, pintado por Miguel Ángel Ruiz Matute, uno de nuestros mejores artistas. En la portada no se percibe la firma del autor. El dato aparece en el sitio editorial correspondiente.

Hay un escritor nacional que me encanta citar: Luis Andrés Zúñiga, voy a apropiarme de una de sus frases para definir lo que significó para mí la selección de los artículos de Gautama Fonseca Zúniga; fue un trabajo: “arduo, rudo, triptolémico y complejo”. Este trabajo no lo hubiera podido cumplir de no haber contado con la colaboración de doña Sidalia Fonseca. Su abnegado amor, la llevó a coleccionar cuanto escribió Gautama y no economizó esfuerzos en proporcionármelos. Así como, los datos biográficos del autor que hoy conmemoramos. Sidalia es una bella mujer. Con una nitidez de espíritu impresionante. Cuando las sombras vesperales, tocaron las puertas de la casa de la familia Fonseca-Batres. Es decir, cuando nuestro hombre preparaba su “último viaje”. En su lecho de enfermo, hizo esta confesión: “No me apena morir, me duele dejar sola a “Sidi” (así llamaba él cariñosamente a su mujer).

Mucho se ha hablado de Gautama el político. Muy poco de Gautama el hombre. Fue un extraordinario ser humano. Amó a sus padres, al grado de decir: “No todo el mundo ha tenido la suerte que yo tuve con mis padres. ¡Qué maravilla de seres humanos fueron ambos! ¡Qué maravilla! “De sangre en sangre vengo, como el mar de ola en ola”, escribió Miguel Hernández.

Su otro amor obsesivo fue la pequeña patria que lo vio nacer: Honduras. “Solo es universal el hombre de su pago”, escribió don Miguel de Unamuno. El apego de Gautama a su patria. Le llevó a aborrecer a sus malos hijos: los traidores y cobardes; los corruptos; en fin, los que tienen en la inopia a un país a quien la naturaleza “le dio a manos llenas todo lo que pudo […] Pobló de bosques nuestros valles y nuestras montañas. Nos regaló fertilidad a manos llenas en grandes áreas de nuestra geografía”. (Léase el artículo: “Honduras ayer y hoy”, páginas 44-46, capítulo titulado: “Patria y patriotismo”.

Culto auditorio:
Fue un orgullo trabajar este libro. El IHDER ha cumplido un deber patriótico. Salvar su “nombre de las aguas del olvido. Su fugitivo paso por la tierra sombría. Su yo compuesto extraño de azúcar, sal y hiel”. Finalizo parafraseando a Juan Ramón Molina. Solo a grandes literatos he citado esta tarde, a propósito que estoy en la Academia Hondureña de la Lengua. El templo de la cultura nacional.

Gracias.

Tegucigalpa, 19 de febrero de 2021

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