No hay que alarmarse, pero…

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28 de febrero de 2021
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No hay que alarmarse, pero…

Algo más sobre la numismática

Por: Mario Hernán Ramírez
Presidente vitalicio “Consejo Hondureño de la Cultura Juan Ramón Molina”.

El deterioro de la capa de ozono, la que según científicos se está expandiendo da lugar a que la humanidad se mantenga alerta, ya que la misma debido a la liberación de contaminantes químicos como el cloro y el bromo permite que grandes cantidades de rayos ultravioletas B lleguen a la Tierra.

El deshielo de los polos con gigantescos bloques que navegan a la intemperie por los mares, más el cambio climático con el llamado calentamiento global, el efecto invernadero derivado del mismo, la sequedad de algunos ríos, los devastadores incendios forestales y gigantescas olas de Brasil y los enormes bosques de reserva de San Francisco en California, son señales inequívocas que algo grave está ocurriendo en el mundo, pues se están viendo fenómenos como que los árboles frutales hallan retrasado su florecimiento e incluso las plantas ornamentales no han respondido al clamor de los jardineros.

Y, para darle más fuerza a lo anterior, veamos lo que su santidad el papa Juan XXIII profetizó durante su permanencia como rector de la grey católica, allá por los años 30´s del pasado siglo; lo que a nuestro juicio interesa en relación al tema que nos ocupa.

Latinoamérica, y el nacimiento de un nuevo orden mundial, el estallido de la bomba atómica, el asesinato del presidente John F. Kennedy en la unión americana en 1963, la caída del muro de Berlín, el asesinato de Gandhi, la guerra del Vietnam, los Rollos del Mar Muerto, el aparecimiento de ovnis en el espacio.

“Y será la paz el día en que una mujer jurará sobre la Biblia renovada”. Anuncia la paz en el mundo para cuando una mujer llegue a la Casa Blanca. “Veinte siglos más y la edad del Salvador”. Entre las muchas profecías sobre el futuro señala la fecha del 2033 como la del fin de los tiempos.

Ahora veamos lo que la ciencia habla sobre el particular en el despacho informativo de la AFP procedente de Washington con fecha 31 de enero, 2021:

El reloj del apocalipsis, que simboliza la inminencia de un cataclismo planetario, se mantuvo en la medianoche menos 100 segundos por el grupo de científicos que lo maneja, que subrayaron la ineficacia de los gobiernos en la gestión de la pandemia y su falta de preparación ante las amenazas nucleares y climáticas.

Este reloj simbólico fue creado en 1947 por la ONG Boletín de los Científicos Atómicos para advertir sobre un cataclismo nuclear. El año pasado, las manecillas habían avanzado 20 segundos e indicaron la hora más cercana a la medianoche en la historia del reloj.

La mortal y aterradora pandemia de la covid-19 sirve como una llamada de atención histórica, un claro ejemplo que los gobiernos nacionales y las organizaciones internacionales están mal preparados para hacer frente a las amenazas de las armas nucleares y el cambio climático que realmente podrían acabar con la civilización”. Dijo Rachel Bronson, directora de la organización.

Cada año, un grupo de expertos compuesto por 13 premios Nobel marca la nueva hora.

“¡Despiértense!”, pidió a los jefes de Estado de las grandes potencias, el exgobernador de California, y presidente de la ONG, Jerry Brown.

Estados Unidos, Rusia y las potencias nucleares del mundo deben dejar de gritarse entre sí. Es hora de eliminar las armas nucleares, no de construir más.

Lo mismo ocurre con el cambio climático: Estados Unidos, China y otros países importantes deben abordar seriamente las emisiones mortales de carbono”. Argumentó Brown.

Creado después de la Segunda Guerra Mundial, el reloj del apocalipsis originalmente apuntaba a siete minutos antes de la medianoche.

En 1991, al final de la Guerra Fría, retrocedió a 17 minutos antes de la medianoche. En 1953, así como en 2018 y 2019, estuvo en la medianoche menos dos minutos”.

En relación a lo arriba transcrito, de nuestra propia cosecha podemos agregar que la presencia de esas terroríficas armas nucleares con que Corea del Norte, Irán y otros países del planeta amenazan, da pie para creer que todo lo anteriormente descrito ocurrirá en la fecha en que el papa pronosticó.

En cuanto a Honduras se refiere, esos devastadores huracanes que durante los últimos cincuenta años han hecho tanto daño a la nación entera nos relevan evidentemente que la situación de nuestro país se presenta precariamente, ya que también los incendios forestales, tala inmisericorde del bosque y como consecuencia lógica el desaparecimiento de las fuentes de agua, situación que venimos observando desde hace varias décadas por la sequedad de algunos de nuestros ríos nos demuestra claramente que sí debemos ponerle mucho ojo a nuestro medio ambiente para mantener el hábitat de nuestra especie y con nosotros los animales y la vegetación con que asomamos al mundo.

De manera pues no hay que alarmarse, pero, todo indica que, sino detenemos nuestra propia destrucción, nos quedaremos sin el hogar común que nos corresponde por mandato de la naturaleza y que las profecías y vaticinios arriba señalados se cumplirán fielmente en la fecha señalada. Por el sí o por el no, debemos prepararnos porque sin bosques no hay agua y recordemos permanentemente que el bosque produce oxígeno y mantiene las fuentes del vital líquido.

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