Tegucigalpa, (EFE).- La deportación de inmigrantes hondureños, principalmente de Estados Unidos y México, disminuyó un 49,8 % entre enero y febrero de 2021, comparada con el mismo periodo de 2020, informó este miércoles una fuente oficial en Tegucigalpa.
Según el Observatorio Consular y Migratorio de Honduras, entre enero y febrero de este año fueron deportados 7.028 hondureños que estaban en condición irregular en Estados, México y países de Centroamérica.
Esa cifra es menor en 7.013 (49,8 %) a los 14.041 hondureños que fueron retornados en los primeros dos meses de 2020.
Del total de inmigrantes, según el informe oficial, 5.607 provenían de México, 1.248 de Estados Unidos y 173 de países de Centroamérica.
Añade que, del total de deportados en el periodo de referencia, 6.147 son hombres, 524 mujeres y 357 menores de edad.
En 2020 fueron deportados 36.588 hondureños, la mayoría de México y Estados Unidos, lo que supone un 66,5 % menos que los 109.185 repatriados en 2019, según las cifras del Observatorio Consular.
Los hondureños retornados son recibidos en los Centros de Atención al Migrante Retornado (CAMR) ubicados en San Pedro Sula y Omoa, departamento de Cortés, en el norte del país centroamericano.
En Estados Unidos, según autoridades de Tegucigalpa, viven más de un millón de hondureños, entre residentes legales e indocumentados, que han escapado de situaciones que afectan al país como la violencia.
En los últimos años la migración irregular a Estados Unidos desde El Salvador, Guatemala y Honduras, países que integran el Triángulo Norte de Centroamérica, se ha incrementado por la criminalidad y los altos niveles de pobreza que afecta a esos países.
Desde octubre de 2018 han salido varias caravanas con miles de centroamericanos, la mayoría hondureños, con el propósito de llegar a Estados Unidos.
Los inmigrantes que han salido en caravana aducen que abandonan su país por la falta de empleo y violencia, flagelos que se han agudizado por la crisis causada por la pandemia de la covid-19 y los efectos de los huracanes Eta e Iota, que azotaron Centroamérica en noviembre del año pasado.
