Marzo. Mes elecciones internas de partidos políticos
Por: Jorge Roberto Maradiaga
Doctor en Derecho Mercantil, catedrático universitario y especialista en Derecho Aeronáutico y Espacial.
Tal como es del conocimiento público, para el domingo 14 del presente mes de marzo está previsto o planificado la celebración de elecciones internas de partidos políticos, con miras a la escogencia de los candidatos a cargos de elección popular, empezando por el propio presidente de la República y designados, así como de los honorables diputados al Congreso Nacional y alcaldes municipales y regidores.
Tres partidos políticos participarán en el proceso de elecciones internas: Tanto en el partido de gobierno, Partido Nacional, como el Partido Liberal y Libre, tienen varios aspirantes a cargos de elección popular, lo cual entraña una inversión millonaria para el país, en el proceso de emisión de las papeletas electorales.
Obviamente, se vienen evidenciando una serie de contradicciones en lo relativo a la presentación de los listados con nombre y apellidos para la entrega de las respectivas credenciales de los integrantes de las mesas receptoras de votos. Ello está fundamentalmente vinculado con el conteo de los votos, pues muchos de los protagonistas hablan de una evidente manipulación del proceso electoral, lo que también podría ocurrir en las elecciones generales de noviembre del presente año.
Es procedente señalar que no cabe la menor duda que este proceso está teniendo sus propias particularidades como consecuencia de la crisis que vivimos en el país, teniendo entre otras razones, la pandemia de la COVID-19 y los estragos causados por las famosas lluvias (huracanes) Eta e Iota. De otra parte, afloran los conflictos evidenciados en el propio Consejo Nacional Electoral (CNE) al existir criterios diversos en lo relativo a la materialización del conteo de votos, tal como lo hemos señalado precedentemente.
Para reflexión del conglomerado en general, nos parece importante destacar lo que en su momento puntualizó una de las integrantes del Consejo Nacional Electoral (CNE) cuando expresa: “miles de personas no podrán ejercer el voto por no encontrar su centro de votación”. Luego puntualiza que ello constituye: “un masivo fraude electoral y otro golpe al Estado, cuyas consecuencias hundirán más a nuestro país”. ¿Y qué con relación a la emisión de la nueva tarjeta de identidad? ¿Habrá manipulaciones?
Es de destacar de otra parte, que previo a las elecciones internas como a las generales, lo común y corriente en el pasado ha sido, la realización de grandes concentraciones políticas, en las cuales cada uno de los aspirantes a cargos de elección popular ha concretado una promoción de primera de su persona. Hoy en día y tal como es del conocimiento público, esas masivas concentraciones no se pueden realizar, pues estarían automáticamente poniendo en precario la salud de cada uno de sus seguidores ante la inminente contaminación, como producto del impacto de la COVID-19. Creemos que visionariamente se han establecido restricciones en lo relativo a las concentraciones, pues de no ser así es obvio que cada día estaría más en precario la salud del pueblo en general.
Ante la difícil situación que estamos viviendo, hoy más que nunca se torna un imperativo categórico la utilización del voto electrónico, pues no cabe la menor duda que ello daría mayor transparencia y efectividad al proceso eleccionario, al tiempo que reduciría sustantivamente la cantidad de millones de lempiras que se están invirtiendo en la provisión de las papeletas, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de corrientes participantes en algunos partidos políticos.
Infortunadamente, lo relativo al documento de identificación electrónica y voto electrónico no han sido un tema objeto de análisis y discusión, con miras a generar una verdadera transparencia del proceso eleccionario y una significativa reducción de costos sobre todo en el momento actual, en donde lo que prevalece a nivel de la población en general, es el hambre, la miseria y la desesperación.
Quiera Dios en todo caso, que, si el voto electrónico no se puede materializar en las elecciones internas o primarias, ello sí se puede concretar en las elecciones generales a realizarse en noviembre del presente año. No olvide que ello le daría una verdadera transparencia al proceso eleccionario, al tiempo que reduciría los costos en millonarias cantidades de dinero.
Concordante con lo que hemos puntualizado en relación a las elecciones, sería sumamente interesante que los aspirantes a cargos de elección popular ya hicieran un planteamiento futurista y transformador, con miras a implantar en el país el E-government o gobierno electrónico, con vistas a generar un cambio de primera en el país, contrarrestando en forma efectiva y funcional la tan nefasta corrupción en la administración pública y en todo el accionar público y privado en general, que tantos estragos y daños ha causado al pueblo pueblo, cada día hundido en la peor de las miserias.
Hagamos de este proceso electoral una verdadera demostración de nuestro avance en el proceso democrático y en el anhelo irrenunciable de cambiar nuestra Honduras. Éxitos para todos los participantes.
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