El abogado Melvin Edgardo Bonilla Mejía (foto inserta) fue atacado a tiros cuando transitaba en su automóvil por la bajada de la calle de la colonia Alameda hacia el barrio La Guadalupe, en Tegucigalpa.
Hombres fuertemente armados que se transportaban en motocicleta ultimaron a balazos, la mañana del jueves, al reconocido abogado penalista, Melvin Edgardo Bonilla Mejía, cuando transitaba en un vehículo rojo, a inmediaciones de la colonia Alameda, de Tegucigalpa.
Se informó que el profesional del Derecho se dirigía hacia el centro de la capital y a metros del semáforo, en la intersección entre la colonia Alameda y la “Rubén Darío”, unas cuadras antes del barrio La Guadalupe, por el lado del conductor se le acercaron dos hombres en “moto”, quienes con armas cortas se le acercaron y comenzaron a disparar, hasta provocarle la muerte al instante.
Bonilla Mejía se transportaba en su automóvil pick up, marca Nissan, doble cabina, color rojo, placas HAV6216, en el momento en que fue atacado a disparos hasta chocar con otro vehículo tipo turismo, placas HAI 7762, que iba adelante.
Algunas autoridades policiales estimaron que conforme con la dinámica del suceso violento no se descarta que el vehículo turismo pudo ser utilizado para obstaculizar el paso del abogado Bonilla Mejía y luego aprovechar para perpetrar el crimen, pero ese extremo será confirmado o desvirtuado por las investigaciones de las agencias de seguridad del Estado.
En el pick up rojo del profesional del Derecho se observaron múltiples impactos de bala por el lado del conductor. El cadáver del abogado quedó al interior del automotor a inmediaciones de la colonia Alameda y presentaba varios disparos en la cabeza, según se informó.
Al sitio llegaron elementos policiales para acordonar la escena y comenzar con las diligencias investigativas. Se supo que en el lugar están instaladas cámaras de seguridad que servirán para la investigación de la Policía Nacional, a través de sus agencias especializadas.
Algunas versiones preliminares sujetas a confirmación indicaban que en el crimen también pudieron participar sujetos a bordo de otro automotor, en tanto trascendió que autoridades policiales detuvieron a un hombre que podría ser el conductor de la motocicleta desde la que dispararon en contra del profesional del Derecho.
EXTOGADO Y LITIGANTE
Bonilla Mejía era el esposo de Ana Carolina Salinas, hermana de la esposa del también abogado Rasel Tomé, que incursionó en política por el Partido Liberal y ahora con Libertad y Refundación (Libre) y fue funcionario en el gobierno del presidente Manuel Zelaya (2006-2009).
El profesional del Derecho ultimado fue juez de Letras y también por muchos años laboró en los Juzgados de Letras de lo Penal de Francisco Morazán que funcionan en el barrio La Granja, de Comayagüela.
Se indicó que renunció al cargo de juez de Letras cuando fungió el Consejo de la Judicatura, ante lo cual desvirtuó que lo hizo por presiones de esa instancia de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y más bien señaló que lo hacía para dedicarse a litigar en los tribunales de la República.
Bonilla Mejía había cobrado mayor notoriedad desde que asumió la representación legal del diputado nacionalista Juan Antonio ”Tony” Hernández, cuando este enfrentaba el juicio por narcotráfico, en octubre del 2019, en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, Estados Unidos, donde fue declarado culpable.
Tras conocerse del crimen, al sitio llegaron decenas de colegas del abogado que no daban crédito a lo ocurrido. Fue así como en el lugar se vivieron momentos dramáticos de enorme dolor y consternación por parte de familiares que se presentaron para reconocer el cuerpo de Bonilla Mejía, entre ellos su esposa, la señora Ana Carolina Salinas, sumamente afectada por el terrible acontecimiento.
Al respecto, el abogado Rasel Tomé indicó que conocía a Bonilla Mejía desde las aulas en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), cuando fueron compañeros, y luego tuvo mayor contacto con él porque se casó con la hermana de su esposa.
De su lado, el expresidente del Colegio de Abogados de Honduras (CAH), José María Díaz, recordó a Bonilla Mejía como uno de los miembros del foro más destacados por sus principios y trayectoria profesional y que tenía planes de incursionar en la política interna para darle un nuevo rostro al ente gremial.
“Fue mi amigo personal y lo quise impulsar para que dirigiera el Colegio de Abogados. Lastimosamente hoy le quitan la vida, mi solidaridad con su familia y amigos”, se condolió con enorme consternación.
El gremio de los abogados es uno de los afectados por la violencia en Honduras. Alrededor de 160 profesionales del Derecho perdieron la vida de forma violenta desde 2002 a la fecha y en más del 90 por ciento los casos están impunes. Solo en 2020 fueron ultimado 11 abogados en Honduras.
