María Rosales: una productora de frijol innovadora y agente de cambio en su comunidad

ZV
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6 de marzo de 2021
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12:15 am
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María Rosales: una productora de frijol innovadora y agente de cambio en su comunidad

Las mujeres son parte del desarrollo agrícola de Honduras.

En la comunidad de Santa Rosa #1 de Teupasenti, El Paraíso, las mujeres son una fuente importante para el sustento de sus hogares. Se dedican a la agricultura, especialmente al cultivo de frijol. Este es el caso de María Salomé Rosales de 57 años de edad, madre de 3 hijos y abuela de 8 nietos. Junto a su esposo Martín Rosales, han logrado sacar a su familia adelante. Ambos llevan más de 40 años dedicados a la siembra de frijoles y su esposo se siente orgulloso de ella por apoyarlo en la agricultura.

Hace dos años llegó a la comunidad el proyecto Mejoramiento Agrícola Sostenible (MAS 2.0) de TechnoServe financiado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) para organizarlos en una Caja Rural, brindarles asistencia técnica agronómica y vincularlos a un mercado formal.

A través del proyecto MAS en la alianza con la Fundación para el Desarrollo Empresarial Rural (Funder) se logró organizar la Caja Rural de Ahorro y Crédito “CRAC La Esperanza” con una membresía de 21 socios [de los cuales 10 son mujeres], otorgándoles la personería jurídica. Funder los capacita constantemente en diversos temas como manejo de la contabilidad, otorgamiento de préstamos, ahorros, entre otros.

Por su liderazgo e iniciativa para sacar adelante su comunidad, María fue elegida para ser la presidenta de la CRAC.

CRAC La Esperanza cuenta con una Escuela de Campo “ECA”, en donde los productores aprenden sobre las mejores prácticas agronómicas del cultivo de frijol. Primero, el entrenador comunitario les enseña la parte teórica y luego se trasladan a la ECA para aplicar lo aprendido. Los temas van acorde al ciclo del cultivo: preparación del suelo, preparación de la semilla, siembra, control de plagas y enfermedades, fertilización, cosecha, limpieza, clasificación, almacenamiento y comercialización.

“Tenemos muy buena comunicación con el personal de TechnoServe y eso ha facilitado la enseñanza al grupo, estamos aprendiendo mucho. Sentimos que han venido a revolucionar el cultivo de frijol” dijo María.

María comenta que antes que el proyecto llegará a enseñarles el manejo adecuado del cultivo, ellos usaban 120 libras de frijol para sembrar una manzana, ahora usan 60 libras de la semilla certificada Rojo Chortí para sembrar la misma manzana. Han puesto en práctica las enseñanzas del entrenador y el resultado es el incremento en la producción; antes cosechaban 6 quintales por manzana y ahora están cosechan 20 qq.

Los intermediarios llegaban a la comunidad y les compraban el frijol a precios muy bajos. “Siempre hemos cosechado frijoles y se vendía bien barato. El intermediario pagaba el quintal a L400. Ahora que tenemos firmado un contrato con el Instituto Hondureño de Mercadeo Agrícola (IHMA) nos paga L1,250 el quintal como precio de garantía. Con las ganancias del frijol ya puedo comprar más comida y ropa para mi familia, logré hacer un cuarto en mi casa y puedo abastecer mi pulpería” expresó con emoción María.

A lo que va de la pandemia el entrenador comunitario ha visitado al grupo para capacitarlo; siempre usando su equipo de bioseguridad. Cuando el entrenador no podía movilizarse por las restricciones de país, hacia las capacitaciones por teléfono.

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